Así será la desescalada para poder ir a misa en Ciudad Real
El obispo de Ciudad Real, Gerardo Melgar, ha remitido a las parroquias de la diócesis una carta informando de las medidas de prevención que han de adoptar para que pueda celebrarse el culto público en los templos católicos durante la desescalada por la pandemia.
En la carta, dirigida a los sacerdotes y fieles de la diócesis, el obispo muestra su satisfacción por el hecho de que la enfermedad vaya siendo controlada y pueda iniciarse, aún con muchas reservas y precauciones, la recuperación de algunas actividades habituales de la vida común.
El obispo Melgar ha querido compartir "el gran dolor de miles de familias ante los fallecimientos causados por esta pandemia" y ha expresado su deseo de celebrar en las próximas semanas las exequias con quienes lo soliciten en cada parroquia, y, más adelante, en toda la diócesis.
El obispo ha señalado que las medidas preventivas se deberán adaptar a cada una de las fases de desescalada fijada por la autoridad sanitaria.
En este sentido, ha recordado que durante la fase 0 se mantendrá la situación actual de culto sin pueblo y la atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos.
Mientras tanto, ha dicho, cada parroquia se preparará para las fases siguientes, ya que en la fase 1 se permitirá la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias.
En la fase 2, ha comentado se restablecerán los servicios sacramentales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios -mitad del aforo, higiene, distancia- y medidas que se refieren a continuación y en la fase tres se iniciará la vida pastoral ordinaria que tenga en cuenta las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad.
Ha recordado que las fases 1, 2, y 3 en Ciudad Real, comenzarán cuando las autoridades sanitarias lo establezcan.
Ante esta circunstancia, el obispo mantiene la prórroga de la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas.
Para el inicio de la eucaristías dominicales, allí donde sea necesario y posible, el obispo ha propuesto procurar aumentar el número de celebraciones cuando haya mayor afluencia de fieles, a fin de descongestionar los templos y, además, en las poblaciones de más de 5.000 habitantes, ha considerado conveniente adecuar los horarios de las misas dominicales a la franja horaria que el Gobierno ha establecido según las distintas edades.
Con carácter general, se recomienda que los fieles hagan uso de mascarilla y ha advertido de que las pilas de agua bendita continuarán vacías.
También ha señalado que las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener que tocar manillas o pomos y se pondrá en la puerta de entrada de los templos geles hidroalcohólicos.
Igualmente se determina la distribución de los fieles en el templo, así como el acceso a la hora de comulgar y la salida de la iglesia al finalizar, respetando siempre la distancia de seguridad.
También ha indicado que el saludo de la paz, que es facultativo, se podrá sustituir por un gesto evitando el contacto físico directo.