Infierno vecinal en una calle de La Solana (Ciudad Real): "Voy a matar a vuestros hijos”
Miedo en la Avenida de los Poetas de La Solana por culpa de un joven vecino conflictivo. Según informa Aurelio Maroto para Radio Horizonte, la emisora de esta localidad de Ciudad Real, "lo que sucedió el pasado 24 de abril fue la gota que colmó el vaso". Según su relato, a las 8 de la tarde, en pleno confinamiento, la vecindad asomó para aplaudir a los sanitarios, como cada día. De repente, uno de esos vecinos salió de su casa portando un azadón. Estaba fuera de sí y comenzó a proferir amenazas e insultos a discreción. “Os voy a matar a todos, hijos de p…”, “vais a morir de coronavirus”, “voy a matar a vuestros hijos”…, gritaba mientras blandía el apero de labranza. Así reza textualmente en el relato que acompaña a la recogida de firmas que los vecinos han iniciado, a fin de dar a conocer el hecho y buscar el apoyo ciudadano.
Gema y Javier son uno de esos matrimonios que está sufriendo el acoso de CH. B., iniciales del conflictivo joven de origen marroquí.“Primero golpeó su portada con el azadón y enseguida se vino hacia nosotros profiriendo amenazas de muerte; dio con el azadón en mi puerta e hirió a mi marido en una rodilla. También levantó el azadón contra mí”, describe Gema Rodríguez-Rabadán a la prensa, arropada por varias de sus vecinas. “Aquí hay muchos menores y hubo casos de taquicardias, desmayos y mucho miedo”, añade.
Según los testigos, el agresivo joven también montó en su coche e intentó atropellar a otro vecino que había intentado sujetarlo, “amenazándole con ponerle una bomba”. La Guardia Civil se personó al cabo de unos minutos y, al parecer, los agentes también fueron amenazados y tardaron un buen rato hasta que lograron persuadirle para acceder a su domicilio y llevárselo. “Pero a las 11 de la noche estaba otra vez en casa”, según los vecinos.
Si llueve sobre mojado es porque, según Gema, “llevamos así alrededor de un año”. Habida cuenta de la paralización de los juzgados por el estado de alarma, la respuesta que han tenido las Administraciones hasta ahora “es el trabajo que han podido realizar los servicios sociales del Ayuntamiento y la Guardia Civil”. Gracias a ello, el joven fue enviado a un centro de salud mental en Ciudad Real, donde ha permanecido dos semanas. Pero el pasado viernes regresó y “nuestra vida vuelve a ser la del terror y el pánico”.
“Últimamente se dedica a pasar puerta por puerta, vigilando nuestros coches”. “Es una situación muy dura”, insiste. A la pregunta de si temen que pueda ocurrir algo verdaderamente grave, Gema es rotunda: “Sí, tenemos miedo por nosotros y por nuestros hijos, asumiendo una violencia en la que unos menores no deben vivir”.
El abogado de la familia, Narciso Obregón, cree su cliente ha hecho lo que debe, poniendo la correspondiente denuncia. El documento ya sido elevado al Juzgado de Primera Instancia nº 1 de Manzanares, que ha abierto diligencias previas mientras se tramita la personación. El letrado asume la creencia de que estos hechos “puedan ser constitutivos de diversas infracciones penales”. Pero entiende que hay que aceptar los tiempos “en tanto se valore la imputabilidad del sujeto”.