El barco en Ribadeo con el escudo de la Diputación de Toledo que nadie quiere
"El barco de Toledo en Ribadeo que nadie quiere". Así ha titulado este viernes La Voz de Galicia una información relacionada con el barco que compró la Diputación de Toledo en la anterior legislatura y que permanece amarrado en el puerto de Ribadeo sin que nadie quiera comprarlo.
Tal cono recuerda el diario gallego, "en 2015 la Diputación de Toledo pagó 344.850 euros por esta embarcación que era el proyecto estrella del gobierno del PP que presidió Arturo García Tizón de 2011 a 2015. Fue construido por Astilleros Gondán en la ría ribadense. La idea era que este buque ecológico, silencioso, de quince metros de eslora y fabricado en fibra de vidrio, navegase con 60 pasajeros por el embalse de Azután, un espacio protegido, hasta el yacimiento arqueológico hispano-musulmán de Ciudad de Vascos, que se postulaba como imán turístico de Toledo. Pero el Río Uso apenas ha tocado agua, mas allá de las pruebas del mar. Al poco fue varado en el puerto deportivo de Ribadeo, y allí sigue para sorpresa de quienes ven un escudo de una diputación situada 600 kilómetros tierra adentro".
La llegada del PSOE al gobierno de la Diputación en 2015 acabó con el proyecto de Tizón. Los socialistas se encontraron "con un barco a estrenar, pagado y que no querían". Por eso lo pusieron a la venta, pero a día de hoy no lo han conseguido: "Hasta finales del 2017 no se convocó la primera subasta, tras dos años y medio sin hacer nada al respecto. La Diputación soñaba con recuperar el dinero invertido y el precio de salida lo puso en los 344.850 euros que había gastado", explica La Voz de Galicia. Pero nadie pujó "por un barco concebido para operar en aguas remansadas, no en mar abierto, lo que reduce significativamente el abanico de postores".
Mientras, la Diputación de Toledo paga al el club náutico de Ribadeo 4.000 euros al año por las tasas de varamiento. Ahora saldrá de nuevo a subasta por 264.543 euros, unos 80.000 menos de lo que costó. Es el mismo precio que en la cuarta subasta, con la única novedad de que se da un plazo de un año para pujar. Pero para entonces ya habrá otro gobierno en la Diputación.