Los pueblos toledanos de la Sierra de San Vicente tampoco abrirán las piscinas en verano
Los ayuntamientos de la comarca de la Sierra de San Vicente, al igual que ya han hecho muchos de la provincia de Toledo, han decidido que este verano no abrirán al público las piscinas municipales, debido a la pandemia de la COVID-19.
Según han informado este domingo a través de un comunicado conjunto, los Ayuntamientos de Almendral de la Cañada, Buenaventura, Cardiel de los Montes, Castillo de Bayuela, Los Cerralbos, Cervera de los Montes, Lucillos, Hinojosa de San Vicente, Navamorcuende, Nombela, Nuño Gómez, Pepino, Pelahustán, El Real del San Vicente, San Román de los Montes y Segurilla cerrarán sus pisicinas durante todo el verano.
“Todos los ayuntamientos de nuestra comarca hemos estado de acuerdo que la situación actual no es la adecuada para abrir unas instalaciones que se utilizan principalmente de forma recreativa y que, aun cumpliendo las recomendaciones que aparecen en el documento del Ministerio de Sanidad del 14 de mayo, podrían ser un foco de claros contagios”, han explicado.
En este sentido, los municipios comarcanos han asegurado que, “con esta decisión conjunta de no abrir las piscinas, pretendemos seguir protegiendo, en la medida de lo posible, en materia de salud pública a nuestra ciudadanía, más si cabe con el avance de las fases de la desescalada, que van a ir permitiendo paulatinamente una mayor movilidad y una posible llegada de un buen número de vecinos que sabemos que están deseando volver a disfrutar de su pueblo, y como siempre serán bienvenidos”.
“Queremos hacer un llamamiento tanto a los vecinos que han pasado el confinamiento en nuestros pueblos, y que en su mayoría han cumplido las normas de manera ejemplar, como a los posibles vecinos que vayan a llegar en las fechas próximas, por el bien de todos cumplan las obligaciones y recomendaciones que se nos está haciendo llegar desde las autoridades competentes para reducir el máximo peligro de posibles contagios”, han indicado en dicho comunicado.
Por último, los alcaldes han detallado que les “han costado mucho tomar una decisión que resulta dolorosa y que puede llegar hasta ser impopular", pero que han optado todos por la prudencia.