Alerta en Toledo: el Banco de Alimentos está "bajo mínimos" y pide ayuda

El Banco de Alimentos de Toledo alerta que las reservas están "bajo mínimos" en verano ya que la gente está de vacaciones o pensando en los gastos del inicio del curso escolar y se olvidan de la necesidad que tienen otras personas.

Así lo ha destacado hoy, en declaraciones a Efe, el presidente del Banco de Alimentos, Manuel Lanza, quien ha apuntado que en esta época los almacenes están "bajo mínimos de existencias".

En Navidad, por ejemplo, los ciudadanos están "muy concienciados, con el corazón tierno", pero en verano bajan las donaciones y se olvida que sigue habiendo personas con muchas necesidades, en primer lugar tan primarias como la comida.

Lanza ha afirmado que en el Banco de Alimentos de Toledo ha disminuido de personas que les solicitan ayuda ya que hace año y medio atendían a unos 14.000 usuarios a través de entidades benéficas y ahora son 11.000, pero también ha advertido de que es difícil que reduzcan más la cifra porque en muchos casos se trata de personas en paro de larga duración y con una edad avanzada a las que resultará muy difícil encontrar trabajo.

Próximas campañas

Respecto a las próximas campañas de recogida de productos, el Banco de Alimentos tiene previsto, como todos los años, la gran recogida que hacen en noviembre, pero que este año en lugar de ser la última semana de ese mes será los días 1 y 2 de diciembre.

Se trata de una campaña que organiza la Federación Nacional de Bancos de Alimentos de España en todo el país.

En el ámbito de Toledo, Lanza ha dicho que en breve van a recibir de Mercadona 3.000 kilos de alimentos, en particular aceite de girasol, azúcar, y conservas de pescado.

Este año, ha explicado, el Banco de Alimentos de Toledo anda escaso de aceite de oliva, porque el producto esta "caro", por lo que lo que piden aceite de girasol que es "más barato".

En todo caso, cualquier producto de la dieta mediterránea es bien recibido, como leche, galletas, azúcar o conservas, excepto las legumbres en crudo, porque exigen mucho tiempo de cocción y un gasto de gas o electricidad que no siempre las personas a las que van dirigidos estos alimentos se pueden permitir.