Alarma en Torrijos (Toledo) y el sur de Madrid por el regreso de un agresor sexual de menores

J. A. S. V. fue condenado en 2010 a 49 años de cárcel por delitos sexuales contra siete niñas de entre 6 y 17 años, cometidos en varios municipios del norte de la provincia de Toledo y el sur de la Comunidad de Madrid. Desde entonces solo han pasado 11 años, ni un cuarto de la condena dictada por la Audiencia Provincial de Madrid, pero el violador de menores ya está de nuevo en la calle. Y, según 'El Programa de Ana Rosa' (Telecinco) ha sido visto en Torrijos (Toledo), de donde es originario. 

Pero no solo eso. Presuntamente, ha tardado muy poco tiempo en tratar de volver a las andadas utilizando su Toyota Prius de color granate, el mismo coche que fue descrito por una de las niñas a las que intentó agredir sexualmente antes de entrar en prisión, lo que permitió que la Policía Local de Moraleja de Enmedio (Madrid) pudiera detenerle y ponerle a disposición judicial en 2008.

Ahora ha sido la Policía Local de El Álamo, municipio madrileño limítrofe con la provincia de Toledo, la que ha pedido a los vecinos que "extremen la prudencia" puesto que un agresor sexual "recientemente excarcelado" ha sido visto en el pueblo y ha ofrecido "subir a su vehículo a chicas jóvenes". Aunque en ningún caso confirman la identidad del sujeto, los vecinos que le han visto por allí no tienen ninguna duda de que se trata del mismo hombre condenado en 2010.

Descripción física

En una publicación en redes sociales, el cuerpo municipal de seguridad de El Álamo asegura que se trata de "un hombre de entre 40 y 50 años", aunque en 'El Programa de Ana Rosa' han ampliado su descripción informando de que actualmente tiene barba y utiliza gafas de ver. Cuando J. A. S. V. fue condenado en 2010 no llegaba a la treintena, por lo que hoy en día su edad rondará los 40 años.

Según el espacio matinal de Telecinco, este agresor sexual de menores "está sembrando el pánico en la localidad madrileña", donde "se le ha visto por los colegios de la zona" y "ya habría intentado meter a dos (niñas) en su vehículo". Además, la reportera encargada de informar sobre el caso ha alertado de la situación no solamente a la población de los municipios cercanos sino también a los de la comarca de Torrijos (Toledo), que es donde se le ha visto a él en estos últimos meses". 

Difusión de su imagen

A través del servicio de mensajería WhatsApp y de las redes sociales de la localidad toledana y de la comarca, varias imágenes recientes de quien parece ser J. A. S. V. montado en su Toyota Prius granate están corriendo como la pólvora con la intención de que su aspecto actual se difunda rápidamente y evitar posibles situaciones de riesgo en un futuro. Las familias que tienen niñas en edad escolar están muy angustiadas.

"En los pisos vacíos que están frente al Covarrubias, había uno parecido al de la foto el viernes, bien descarado mostrándome sus partes. Yo iba andando y qué susto me ha dado", ha escrito una vecina de Torrijos en un grupo de Facebook en el que la puesta en libertad de J. A. S. V. se comenta con tanta preocupación como indignación. "En alguna ocasión también exhibía los genitales a alguna menor en la vía pública, como ocurrió en Torrijos (Toledo). La niña, de 10 años, logró huir", publicó el diario 'El País' cuando informó en 2010 sobre la sentencia. La Audiencia Provincial de Madrid le condenó entonces por tres delitos de violación, tres de abusos sexuales (dos de ellos en tentativa) y uno de agresión sexual contra niñas y adolescentes de entre 6 y 17 años.

Por el momento no hay constancia oficial de nuevas denuncias relacionadas con este sujeto y, en conversación con EL DIGITAL, fuentes de la Guardia Civil de Toledo ni confirman ni desmienten que dicha persona haya vuelto a Torrijos ni si ha protagonizado algún tipo de incidente en las últimas fechas. Quieren ser extremadamente prudentes a la hora de respetar la presunción de inocencia y recuerdan que "no se puede hacer ningún tipo de vigilancia" a alguien que ya ha cumplido su condena, aunque son conocedores del caso y de la intranquilidad que ha generado en la zona.