Varios detenidos en Albacete y Guadalajara por la estafa del "hijo en apuros"

Albacete y Guadalajara son dos de las provincias españolas donde la Guardia Civil ha detenido a ocho personas y ha investigado a 32 por pertenecer a un grupo criminal que se apoderó de 180.000 euros de 44 personas de Granada mediante la estafa del "falso hijo en apuros". También ha habido detenidos en Jaén, Sevilla, Málaga, Huelva, Córdoba, Alicante, Santa Cruz de Tenerife, Barcelona, Girona, Lleida, Valladolid, Huesca y Zaragoza.

A través de esta, alertaban con mensajes de móvil a padres del supuesto peligro de sus hijos para pedir dinero. "Hola mamá. Mi móvil está roto. Tengo un número temporal. No puedo llamarte. Puedes enviarme un SMS a través de WhatsApp al número..." son algunos de los mensajes que enviaban a sus víctimas.

De este modo, conseguían que los engañados efectuasen una o varias transferencias de forma urgente tras convencerlos de que tenía problemas económicos. Los detenidos captaban a personas de su entorno por todo el territorio nacional para que abrieran cuentas bancarias y les cedieran las claves de acceso. Además, se encargaban de pagar por estas cuentas y a su vez las cedían a los autores intelectuales finales de las estafas.

Investigación

Esta investigación -denominada 'Munkid'- comenzó gracias al trabajo de la Guardia Civil de Granada, que detectó un elevado número de estafas que seguían este mismo procedimiento a través de mensajería móvil. Los agentes averiguaron que el dinero de una de estas estafas acabó en una cuenta bancaria de una persona con domicilio en la localidad jienense de Pegalajar.

Además, detectaron que la titular de las cuentas era una joven de 23 años que se encargaba de captar "mulas" que dieran de alta cuentas bancarias y le cedieran las claves. Después ponía a disposición de un escalón superior todas estas cuentas.

En este escalón, se ha detenido a un joven de 24 años en la localidad sevillana de Pedrera, quien presuntamente se encargaba de captar a personas como la joven de Jaén. También, hacía los pagos y trasladaba las cuentas conseguidas a otro hombre, el contacto directo con los autores intelectuales de las estafas.