Seis trampas de Santamaría y Sánchez con las cifras económicas
El empleo, las pensiones, el déficit o el rescate a Bankia protagonizan mentiras o medias verdades durante el debate.
8 diciembre, 2015 02:08Noticias relacionadas
Los representantes en el debate de Atresmedia de los partidos que han tenido responsabilidad de Gobierno -tanto la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, como el candidato del PSOE, Pedro Sánchez- protagonizaron las principales trampas e incluso mentiras con las cifras económicas. EL ESPAÑOL ha analizado estos gazapos del bipartidismo. Van desde el empleo, medido sólo entre las fechas que conviene, al rescate de Bankia, cuyo efecto ha sido exagerado para atribuirle el aumento de la deuda.
1. El empleo
Soraya Sáenz de Santamaría: “Hemos creado 600.000 puestos de trabajo en el último año”. "El PP sabe crear empleo".
La vicepresidenta ha redondeado con holgura al alza. El número de empleos creados en un año (comparando tercer trimestre de 2015 con el mismo trimestre de 2014) es de 544.700. Ahora bien, el Partido Popular se olvida siempre de decir que no se ha creado ni un solo empleo neto desde que llegaron al poder. Según la Encuesta de Población Activa, a finales de septiembre (último dato facilitado) había en España 104.300 ocupados menos que cuando Rajoy tomó las riendas del Gobierno. Si, según la misma encuesta, hoy hay menos parados que a cierre de 2011 se debe a las 540.800 personas que ya no salen en la EPA, es decir, que teniendo edad de trabajar ni tienen empleo ni lo buscan. El desánimo y el exilio laboral, en busca de oportunidades en otros países, son las principales causas de esa pérdida de población activa.
2. La calidad del empleo
Soraya Sáenz de Santamaría: "Hoy hay un 75% de contratos indefinidos".
La última Encuesta de Población Activa (EPA) desmiente ese dato, puesto que arroja un porcentaje de contratos indefinidos sobre el total de asalariados del 73,8%, por debajo del 75,2% del último trimestre de 2011, cuando el PP llegó al Ejecutivo.
Si se toman los datos de contratos registrados en la Seguridad Social durante la legislatura también se observa que el número de indefinidos sobre el total, aunque se ha recuperado ligeramente, sigue lejos de las cifras de 2012. Hay que tener en cuenta además que hoy se registra como indefinido un contrato que admite un año entero de prueba.
3. El déficit público
Soraya Sáenz de Santamaría: “El Gobierno está cumpliendo el déficit público. Lo hemos cumplido siempre”.
Pedro Sánchez: “No han cumplido ni un año los objetivos de déficit público”.
¿Quién dice la verdad? Nadie. Para empezar, lo primero que hizo el Ejecutivo de Rajoy al llegar al poder fue pedir un cambio en los objetivos de déficit marcados por Bruselas para 2012. Ese año, su primer ejercicio completo en el Gobierno, España tuvo un déficit del 6,98%, cuando el objetivo ya revisado era del 6,3%. Desde el Ministerio de Hacienda se explicó que se debía a un cambio metodológico pero ya antes de ese cambio la cifra de déficit arrojaba un 6,74%, es decir, se incumplió el objetivo.
En el año 2013, cuando el objetivo de déficit era del 6,5%, se cerró con un desfase entre ingresos y gastos públicos equivalente al 6,62% del PIB. Todo ello sin contar las ayudas a la banca (que habrían llevado el déficit al 7,08%). Lo peor de esos datos se conoció tras hacer públicas el INE las cuentas nacionales del primer trimestre de 2014. Fue entonces cuando se vio un crecimiento desmesurado del gasto público que no cuadraba con los datos de la Intervención General del Estado. Numerosos analistas se apresuraron a señalar que el Gobierno había desplazado gasto del cuarto trimestre de 2013 al primero de 2014 para mitigar las cifras del incumplimiento.
En contra de lo que ha afirmado Sánchez, en 2014 sí se cumplió el objetivo marcado por Bruselas (se cerró con el 5,7% frente al 5,8%) pero se incumplió la propia meta que se había impuesto el Gobierno: el 5,5%.
4. La deuda y el rescate a Bankia
Pedro Sánchez: “La deuda ha pasado (durante la legislatura del PP) de 700.000 euros a un billón”. “El agujero de Bankia es la causa del incremento de la deuda”.
Lo primero es que Pedro Sánchez prefiere no recordar que la deuda pública estaba, a finales de 2007, antes de la segunda legislatura de Zapatero, en 383.798 millones de euros. Prefiere el líder socialista referirse únicamente a la legislatura de Rajoy, cuando la deuda pública española ha pasado de los 743.530 millones en que se la encontró a superar el billón de euros (1.053.996 millones a cierre del segundo trimestre de 2015).
¿Cuánto tiene eso que ver con Bankia? Sánchez ha querido sacar la entidad que ha protagonizado el mayor rescate en España para recordar que estuvo presidida por alguien otrora tan relevante dentro del PP como Rodrigo Rato, así como que las principales cajas de ahorros que dieron lugar a Bankia (Caja Madrid y Bancaja) estuvieron dirigidas por Miguel Blesa, íntimo amigo de José María Aznar, y José Luis Olivas, ex presidente de la Comunidad Valenciana con el PP.
El rescate solicitado por España a Bruselas para sanear parte del sistema financiero fue de 41.000 millones de euros, de los que fueron a parar a Bankia 22.424 millones. Esa cantidad, obviamente, no explica todo el incremento de la deuda. El resto se explica por los propios déficit anuales (la parte de los gastos que no cubren los ingresos) en que ha seguido incurriendo España, así como los diferentes planes de liquidez diseñados por el Gobierno para autonomías y ayuntamientos, que afloraron una ingente cantidad de impagos de las administraciones regionales y locales.
5. La congelación de las pensiones
Soraya Sáenz de Santamaría: “Este Gobierno nunca ha congelado las pensiones. Los pensionistas, con este Gobierno, han ganado poder adquisitivo”.
El PP subió un 1% todas las pensiones en 2012 y un 1% adicional las que estaban por debajo de 1.000 euros mensuales. ¿Perdieron poder adquisitivo? Sí. El Ejecutivo decidió no aprobar la paga por actualización del IPC que había estado ligada hasta entonces al dato de inflación de noviembre del año previo.
En 2014 entraba además en vigor la Ley del Factor de Sostenibilidad, que desligaba por primera vez la evolución de los precios de las pensiones. Si hay un motivo por el que, subiendo el mínimo que establece la nueva ley (0,25%), los pensionistas no hayan perdido poder adquisitivo es porque la inflación se ha situado en terreno negativo. No puede sin embargo el Gobierno negar que el nuevo marco normativo se hizo para garantizar el sistema de pensiones públicas a través del ahorro en prestaciones. Cuando repunte la inflación, la norma en vigor será la que provoque por primera vez pérdida de poder adquisitivo a los pensionistas.
6. La hucha de las pensiones
Pedro Sánchez: “La caja de las pensiones se está vaciando”.
Soraya Sáenz de Santamaría: “El PSOE no destinó el dinero de la Seguridad Social que debía destinar al Fondo de Reserva de las pensiones”.
Ambas afirmaciones son ciertas, aunque cada uno da la versión de la historia que le conviene. El Fondo de Reserva de las Pensiones se ideó en el año 2000 por el Gobierno de José María Aznar por las dudas que ya entonces existían sobre el sostenimiento del sistema. Se trataba de ir acumulando los superávit de la Seguridad Social para crear un colchón del que poder echar mano en los momentos malos del ciclo económico y, sobre todo, de cara al cuestionado futuro de la pensiones.
A lo que se refería la vicepresidenta es a que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero utilizó 14.000 millones de superávit de la Seguridad Social, que debían haber ido a la hucha de las pensiones, para abonar prestaciones por desempleo en 2008 y 2009. Aún así, el PSOE dejó la hucha de las pensiones con un saldo acumulado de 66.815 millones de euros. Actualmente, tras los últimos 7.750 millones que ha utilizado el PP para pagar la extra de Navidad a los pensionistas, quedan 34.221 millones.
El paso del Gobierno de Rajoy por el Ejecutivo deja el Fondo de Reserva prácticamente en la mitad, con el agravante de que el superávit, que permitiría volver a llenar la hucha, ni está ni se le espera. Se habla incluso de financiar otras tipologías de pensiones (actualmente ya ocurre con las no contributivas y el complemento a mínimos) a los impuestos generales en lugar de a las cotizaciones.