Sólo tres meses después de optar por la ruptura unilateral, los catalanes han vuelto a apostar por la vía del referéndum para desbloquear el proceso independentista. La defensa de Pablo Iglesias por toda España de un referéndum para Cataluña ha obtenido el beneplácito de los catalanes, que han apoyado mayoritariamente a la coalición de Iglesias en las zonas urbanas y le han otorgado 12 diputados. La vía unilateral emprendida por Convergència y ERC, en cambio, no ha revalidado su victoria y el nacionalismo catalán pierde las elecciones después de haberse impuesto en las generales de 2011 y en las anteriores autonómicas.
En Comú Podem, la coalición de Podemos junto al partido de Ada Colau (BComú), ICV, EUiA y Equo, ha sido prácticamente la única ganadora de los comicios en Cataluña. PSC y PP sufren un fuerte golpe en una comunidad que ya superó el bipartidismo hace años y el catalanismo moderado de Unió da otro paso hacia su desaparición al no obtener ningún escaño. El ascenso de ERC (de 3 a 9 diputados) queda lastrado por una derrota del soberanismo sólo tres meses después de ganar las elecciones autonómicas. Democracia y Libertad (DL), la nueva marca de CDC, confirma la paulatina pérdida de apoyos que cosecha el partido de Artur Mas desde 2010 cada vez que concurre a unos comicios.
Cataluña, clave en la remontada de Podemos
De los 47 diputados que hay en juego en la Comunidad, más de la mitad de los escaños (28) se ha ido a partidos de izquierda. En Comú Podem, con sus 12 diputados, ejerce el papel que jugó en su día el PSC mientras que los 9 de ERC también pueden tener su peso en el Congreso. El PSC, tradicional ganador de las generales en Cataluña, confirma su tendencia a la baja y sufre un fuerte golpe: baja de 14 a 8 escaños y pierde por primera vez en Barcelona y su cinturón metropolitano, feudo socialista durante décadas.
La remontada de Podemos en estas elecciones generales ha tenido en Cataluña a uno de sus principales impulsores. La formación morada ha conseguido corregir su fracaso de las autonómicas gracias a la irrupción de Colau y a una campaña sin los errores cometidos en septiembre. La alcaldesa de Barcelona, además, se consolida como la principal referencia de la izquierda catalana.
‘Sorpasso’ parcial de ERC a CDC
La tendencia al alza de ERC como partido hegemónico del soberanismo se confirma ligeramente. La formación de Junqueras mejora considerablemente sus resultados y obtiene más votos que Convergència. Los conservadores, sin embargo, aguantan en escaños gracias al apoyo en las zonas rurales.
En todo caso, los resultados del partido de Mas -que intentó sin éxito repetir la coalición- significan otro golpe para Convergència, que pasa de los 16 diputados de 2011 junto a Unió a 8 escaños en estas elecciones. La pérdida de votos confirma la mala dinámica del partido, que ha perdido importantes cuotas de poder cada vez que se ha presentado a unas nuevas elecciones desde 2010.
Los malos resultados de CDC, además, pueden influir en la asamblea que celebrará la CUP el próximo domingo para decidir si apoya la investidura de Artur Mas o fuerza unas nuevas elecciones. La falta de apoyos a CDC puede ser determinante para que la militancia anticapitalista estime más conveniente unos comicios en marzo, que podrían dar el golpe definitivo al partido conservador catalán.
Unió se queda sin escaño y Ciudadanos retrocede
Las expectativas de Ciudadanos de ser la primera fuerza en Cataluña han recibido un duro revés y el partido naranja ha acabado en la quinta posición (5 escaños). Después de obtener unos grandes resultados en las autonómicas (25 escaños), la formación naranja ha visto cómo el partido de Iglesias le ha ganado en la mayoría de ciudades del área metropolitana, su principal caladero de votos.
Por otro lado, el catalanismo moderado que representa Unió confirma su debacle y vuelve a quedarse sin representación por segunda vez consecutiva, después de haberse quedado fuera del Parlament en Cataluña. Los democristianos confiaban en salvar la cabeza de Josep Antoni Duran i Lleida, pero el aumento de la participación en Barcelona y alrededores le ha dejado sin escaño. Duran i Lleida ha reconocido la derrota y se ha declarado el máximo responsable del fracaso de su formación.
A pesar del desencanto del electorado independentista y de las llamadas a la abstención de la CUP, la participación en las elecciones generales ha subido considerablemente en Cataluña: del 65,15 al 70,91% del censo electoral.