Desde la noche del 20D, Susana Díaz no ha cambiado un ápice su discurso. Exhibe firmeza y rehúye los bandazos. Tendrá dos ocasiones más para defenderlo. Será en la reunión de este domingo que mantendrá Pedro Sánchez con los barones socialistas y en el Comité Federal del lunes. En ambas podrá decírselo, por fin, de tú a tú a Sánchez: 'no' a Mariano Rajoy ni al PP, 'no' a Podemos y el PSOE debe quedarse en la oposición.
La última oportunidad que ha tenido de hacerlo ha sido en la entrevista emitida por la Cadena Ser, que fue grabada tras el pleno del pasado miércoles en el Parlamento andaluz, minutos después de que concluyera la reunión de Pedro Sánchez con Rajoy en la Moncloa.
1.- 'No' a Mariano Rajoy
Si algo tiene claro Susana Díaz es que el PSOE dio su palabra a su electorado de no facilitar la investidura de Mariano Rajoy, el que es responsable ahora de intentar formar gobierno. Añade que su no es también al PP, por si se planteara un escenario de cambio de cabeza de cartel. No valen recambios, porque para Díaz, el PP sólo ha traído “sufrimiento”. En esto sí coincide con Pedro Sánchez.
2.- Vendetta
Su rechazo a los populares puede entenderse en clave de vendetta. Quienes ahora se encargan de pedirle responsabilidad, no la tuvieron cuando ella tenía que ser investida como presidenta de la Junta. Se encarga de recordarlo siempre que puede y no esconde que le molesta. Esta entrevista no ha sido una excepción: ni el PP ni Podemos le dieron el sí para su investidura, y eso que los socialistas ganaron por una mayoría amplia.
“Ganamos bien y fueron 80 días”, recuerda, donde al final logró desbloquear la situación y evitar otras elecciones gracias al apoyo de Ciudadanos. Una formación a la que ni menciona en esta entrevista. Y si no lo hace, menos aún su propuesta de un gobierno a tres. El no al PP hace inviable la propuesta del partido de Albert Rivera.
3.- Líneas rojas para Podemos
Si Podemos marcó sus líneas rojas, ella no ha querido ser menos. La suya es que con “la unidad de España no se juega”. Tiene claro que lo que Podemos está diciendo imponiendo esa condición es que no quiere acuerdos. Plantean “imposibles” que demuestran que no quiere nada con el PSOE. Sin embargo, en Ferraz hay quienes no piensan así y quieren verse explorando opciones de llegar a la Presidencia de un gobierno “progresista, de cambio y de diálogo” con los de Pablo Iglesias.
El problema de Podemos, según la socialista andaluza, es que estos tienen que compensar a esas formaciones que les han prestado tantos escaños gracias al discurso de la audeterminación. El 40% de sus diputados han salido de ese banco de votos donde han echado las redes. Ahora son “rehenes”.
4.- Independentismo
Susana Díaz sabe buscar el flanco débil del enemigo. La primera condición “imprescindible” de Podemos para sentarse a negociare la celebración de una referéndum de autodeterminación en Cataluña. Eso le ha puesto en bandeja a Díaz quitarle de un tirón la etiqueta de izquierda y defensa del estado del bienestar a la formación morada.
“No ha hecho lo que debe hacer la izquierda: poner igualdad de oportunidades por delante de cualquier otro elemento”, ha dicho en la entrevista.
5.- Podemos quiere eliminar al PSOE
Aunque Podemos haya buscado coger la bandera de la socialdemocracia, Díaz tiene claro que la esencia de esta formación es “radical”. El viaje para demostrarlo comienza en la Izquierda Anticapitalista de la líder andaluza, Teresa Rodríguez, y no cree que su línea sea muy distinta de Pablo Iglesias.
Lo dice con conocimiento de causa. La líder andaluza de Podemos se entiende bien con Iglesias. Con quien no tiene química alguna, por no decir incluso que relación alguna, es con dos de los nombres fuertes de Iglesias y con posturas más moderadas, Íñigo Errejón y Sergio Pascual.
En ese viaje, Díaz retrata cómo Rodríguez ha preferido reeditar la pinza con el PP y está convencida de que Iglesias va en la misma dirección: “A Podemos no le preocupa que Mariano Rajoy esté en Moncloa, sino que lo que quiere es ganarle al PSOE”.
Esta tesis la viene repitiendo como un mantra desde que arrancara la campaña a modo de aviso. No deben fiarse del partido de Iglesias porque el enemigo a batir es el PSOE.
6.- Respeto a los pasos de Pedro Sánchez
Susana Díaz ya no pronuncia el nombre de Pedro Sánchez. No lo hace desde que acabara la campaña. Ni siquiera cuando se le pregunta por su anuncio de presentarse a la reelección como secretario general de los socialistas. Tira de frase de manual: “En esta cuestiones orgánicas no entro. Yo estoy ahora mismo pensando en lo que necesita este país, me preocupa la estabilidad de mi país, respeto mucho las posiciones que cada dirigente y cada compañero”.
7.- Estrategia y movimiento de peones
Aguarda a ver cómo se desarrollan las reuniones de este domingo y del lunes. Como ya hiciera tras la noche del 20D, dos barones socialistas los que se anticipan, van ya poniendo sobre la pista y allanando el camino. Son el extremeño Guillermo FernándezVara y el valenciano Ximo Puig. En dos entrevistas han calcado casi el mismo argumentario. En un escenario de repetición de elecciones, los dos han coincidido en que Pedro Sánchez “está en su derecho de presentarse”, pero es “mejor” a ver qué pasa en la reunión del comité federal.
Y aunque no es un asunto prioritario para ambos, Puig va un paso más allá al avanzar que “si hay nuevas elecciones el PSOE debe analizar si cambia al candidato”.
Es lo mismo que pasó en las siguientes horas al escrutinio 20D. Fernández Vara y el manchego Guillermo García-Page fueron los primeros en dar el no a Rajoy y a Podemos, y que luego vendría a reforzar Díaz. La misma estrategia.
8.- Fortalezas y debilidades
En las urnas es donde se mide un líder. Susana Díaz sabe cómo utilizarlo y mandar un mensaje claro a Ferraz. El PSOE han quedado los segundos en la contienda y en el reparto de escaños queda claro que no han tenido un apoyo mayoritario. Los 90 diputados no son suficientes. Han perdido la confianza del electorado. En Andalucía, ella sí ha ganado y por cuarta vez consecutiva.
Lo mejor de su victoria no es tanto que haya derrotado al PP. Lo han hecho por un escaño y 100.000 votos de diferencia (22 escaños frente a 21 de los populares, que se han dado un batacazo tres perder 12 diputados respecto a 2011). En su lectura de los resultados, su éxito está en los 15 puntos que los socialistas andaluces le han sacado a Podemos.
Aparte de programas, argumentos y gobierno, Díaz cree que si le ha ganado la partida a Podemos es porque a estos les ha salido la postura “muy radical” que han exhibido en Andalucía y por ir de la mano del PP-A, en esa famosa pinza con la que han intentado bloquear la gobernabilidad de la comunidad.
En un escenario de nuevas elecciones, Díaz también lanza otro mensaje. Al PSOE le ha ido bien cuando Podemos ha enseñado su lado más duro.
9.- Nuevas elecciones
Díaz parece querer evitar unas nuevas elecciones y dice que la “voluntad” de todos debe ser que no se llegue a este extremo. Deja una puerta entreabierta al “diálogo, consenso y acuerdo”, pero siempre y cuando no se ponga en cuestión la unidad de España. “Quien hace eso no quiere España y no ama España”, ha dicho en la entrevista, poniéndose en el papel de mujer de Estado que le gusta exhibir en las grandes ocasiones.
De todas formas, ante su grupo parlamentario, deslizó el pasado martes que tienen que pensar a “medio plazo” en la “estabilidad y la gobernabilidad”, y recuperar la confianza de quienes les votaron. Una expresión que deja el camino expedito a una nueva convocatoria.
10.- Decisiones colectivas
Esta será la postura que llevará al Comité Federal del lunes. El máximo órgano de decisión del partido entre congresos y en el que, como ha dicho, se toman "las decisiones sobre pactos políticos". Por tanto, las decisiones no son de uno, son de todos, vino a decir. Una respuesta que retrata bien el pulso que mantiene con Pedro Sánchez, quien quiso frenar sus pies tras su reunión en Moncloa con Mariano Rajoy. Apelando a la “cultura de partido” de Díaz, le mandó el recado de que “sabe que es esta dirección federal y mi persona quien marca y quien propone”.