Las negociaciones para elegir al nuevo presidente del Congreso de los Diputados están marcando la pauta del convulso tablero político. Conforme pasan las horas gana enteros la opción de que este cargo sea para un miembro del PSOE. Todas las quinielas incluyen el nombre de Patxi López. Este jueves, el número dos de Podemos, Íñigo Errejón, no descartó directamente la opción de apoyar a un aspirante socialista aunque, eso sí, reclamó por encima de todo que sus tres socios en Cataluña, Valencia y Galicia tengan grupos propios en el Parlamento. Por su parte, Albert Rivera insistió en que se debe elegir a "un estadista, no sectario" de "distinto color político" que el Gobierno para este puesto de relevancia.
La hipotética elección de Patxi López como presidente del Congreso viene escuchándose desde hace dos semanas. Este martes el propio Mariano Rajoy desmintió que, tal y como se había dicho, el PP fuera a apoyar la candidatura del político vasco y arguyó que su formación, al ser la más votada, debiera hacerse con la Presidencia de la Cámara. Sin embargo, los populares no disponen de mayoría para tomar una decisión sobre este asunto. Y diversas fuentes aseguran a EL ESPAÑOL que, poco a poco, avanzan las conversaciones para colocar a un diputado del PSOE como presidente.
Las reuniones PSOE-Podemos
En un momento de tantas especulaciones, lo innegable es que continúan las reuniones entre PSOE y Podemos para hablar sobre este asunto. A principios de esta semana, la secretaria de programa y análisis político de Podemos, Carolina Bescansa, inició su ronda de conversaciones con los diputados Antonio Hernando, del PSOE, y Miguel Gutiérrez, de Ciudadanos, para hablar sobre la Mesa del Congreso. Según ha trascendido después, las dos formaciones trasladaron a Bescansa su desacuerdo, en principio, con la intención de que En Marea (Galicia), Compromís (Valencia) y En Comú Podem (Cataluña) tengan grupo propio en la sede de la soberanía nacional.
Bescansa y Hernando volvían a verse las caras este mismo jueves. Fue una reunión "cordial" que terminó con ambos emplazándose a reunirse de nuevo la próxima semana. Sobre la mesa estarán los dos temas clave: quién ocupa la presidencia del Congreso y si los tres aliados territoriales de Podemos tienen o no grupo propio en el Parlamento.
¿Moneda de cambio?
Las dos cuestiones están indefectiblemente unidas y, de hecho, podrían ser moneda de cambio para un probable pacto entre PSOE y Podemos. Esto es lo que puede desprenderse de las palabras de Errejón de este jueves. En concreto, el 'número dos' del partido morado no quiso descartar de forma directa su apoyo a un presidente del Congreso del PSOE. En su visita al Parlamento para recoger su acta de diputado, prefirió criticar "que se hable tanto de sillones y poco de política", pero a renglón seguido afirmó que "tiene que haber condiciones políticas que reflejen que la nueva Mesa del Congreso se parezca al país que ha salido de las urnas el 20 de diciembre".
Errejón abundó que "nítidamente, esto significa que tiene que haber diversidad de grupos y tiene que haber grupos plurinacionales que reflejen esa diversidad". Y, por si había dudas, afirmó que "para nosotros esto es un elemento fundamental para cualquier acuerdo". Es decir, una línea roja. En el PSOE seguro que tomaron nota. "Nuestro compromiso con que existan grupos parlamentarios territoriales valenciano, gallego y catalán no puede ser más firme, es absoluto", apostilló el número dos de la formación emergente.
Rivera, contra los grupos de Podemos
También acudió al Congreso para recoger sus credenciales el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera. En sus declaraciones, dejó claro que en su opinión es mejor que haya un presidente del Parlamento que no sea del partido gobernante y apeló a un acuerdo entre distintos para conseguir a un hombre alejado de cualquier sectarismo. Además, se mostró contrario a que Podemos participe en cuatro grupos parlamentarios diferentes.
Rivera reclamó un "poder legislativo vivo y separado del Gobierno de turno", por lo que insistió en la necesidad de que se llegue a un "acuerdo amplio" para que el presidente del Congreso "no sea del mismo color político" que el líder del Ejecutivo, recogió Efe. El líder de Ciudadanos consideró que es "fundamental" que la sociedad sepa que "la futura Mesa del Congreso va a ser plural y va a tener una presidencia que no vele por los intereses del Gobierno sino por los intereses de la Cámara y del poder legislativo".
A su juicio, también es "fundamental" que quien sea presidente del Congreso "no coincida con el presidente del Gobierno en el carné político" y apuntó que el perfil que debe cumplir el futuro presidente de la Cámara Baja es que sea "estadista" y una persona "no sectaria, con mano izquierda". Asimismo, Rivera rechazó que Podemos, que ha obtenido 42 escaños, a los que suma los 27 de las marcas afines, tenga cuatro grupos y argumentó que "lo lógico es que vayan juntos" porque "no tiene sentido que los españoles paguen cuatro grupo parlamentarios de su bolsillo" y que se "multipliquen los tiempos de intervención" del partido liderado por Pablo Iglesias.
Así las cosas, la negociación entre el PSOE y Podemos para elegir presidente del Congreso se antoja más sencilla que con Ciudadanos. Todos seguirán negociando con sus bazas, pero parece claro que ninguno quiere que la Presidencia sea para el PP de Rajoy. De momento, unos y otros hablan de líneas rojas, pero el tiempo se les agota.