Apenas se le ve. No concede entrevistas en las que se trate con profundidad la situación del PSOE o el día a día de la política nacional. Pero Eduardo Madina no tiene que volver porque, en realidad, nunca se ha ido. El que fuera diputado por Vizcaya repite como número siete por Madrid, en la lista que encabeza Pedro Sánchez, contra quien luchó (y perdió) en la pugna por el liderazgo del PSOE en julio de 2014.
Su campaña incluye ocho actos en Madrid y un recorrido por buena parte de España, incluyendo Baleares, Guadalajara, donde probablemente coincidirá con el presidente regional, Emiliano García-Page, Salamanca, Valladolid, Palencia, Navarra, Valencia (con Ximo Puig, president de la Generalitat) y Extremadura, donde lo espera Guillermo Fernández Vara, quien según algunos rumores le ofreció ser el cabeza de lista por Badajoz para asegurar su presencia en el próximo Congreso de los Diputados. Según su entorno, Madina va allá donde tiene amigos, donde lo llaman y acepta las peticiones por orden de llegada. Ese es el motivo por el que Madina no compartirá en esta ocasión escenario con Susana Díaz, líder del PSOE andaluz, con quien sí mitineó durante la pasada campaña.
Eduardo Madina no compartirá mitin con Pedro Sánchez. La distancia política entre ellos es insalvable. La falta de sintonía personal es patente en sus contados y protocolarios contactos.
Los dos años de Madina
Parece que haya pasado una eternidad, pero son menos de dos años los que Madina lleva fuera de la sala de máquinas del PSOE. Es el tiempo con el que Sánchez reivindica que su etapa no ha hecho más que empezar y en el que sus críticos dentro del PSOE han vivido con espanto el descenso por el tobogán del apoyo social. Entonces, con Alfredo Pérez Rubalcaba al frente, el PSOE tenía 110 diputados en el Congreso y era la indiscutible alternativa al PP, aunque ya comenzaba a ceder. Hoy, en Madrid, el PSOE tiene seis diputados y es la cuarta fuerza política, superada por el PP, Podemos y Ciudadanos.
Según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas, Madina se quedará fuera del Congreso. De nuevo. Todo ello pese a que no pocos en el partido consideraron una humillación dar un puesto con tan pocas posibilidades a un referente interno, mientras que candidatas ajenas al partido, como Irene Lozano (entonces en el puesto número cuatro, pero no repite), o Zaida Cantera (que vuelve en el seis), recogían su acta de diputadas tras la peor derrota del PSOE en democracia. Pero las listas del PSOE son cremallera (a cada hombre sigue una mujer y viceversa) y los puestos tres y cinco fueron reservados para candidatos de la estricta confianza de Sánchez: Antonio Hernando, portavoz para todo (grupo parlamentario, equipo negociador, comité electoral) y Rafael Simancas, un histórico de la federación madrileña.
La presencia pública de Madina se limita a alguna entrevista conjunta (con Pablo Iglesias en El País o con Eric Jiménez, de Los Planetas, en Jot Down, también del grupo Prisa), presentaciones de libros y su cuenta en Twitter, donde no se encuentra un sólo mensaje que indique que es candidato por Madrid o de apoyo a la candidatura de la que forma parte.
En sus mítines se esfuerza en explicar por qué el PSOE sigue siendo la mejor opción frente a la derecha del PP y lo que considera cantos de sirena robótica de Unidos Podemos. "Están en una probeta de laboratorio, pero no en la realidad de la sociedad española", dijo hace unos días en un acto en Mahón (Menorca), según recoge la agencia Efe. "Unidos Podemos da respuestas simples y sencillas a problemas muy complejos, dosis muy elevadas de esperanza sin realidad".
Sigue aunque amagó con marcharse
Madina sigue ahí. Esperando su momento. Ha amagado en más de una ocasión con dejar la política y en privado aseguró que no iría en la lista de Sánchez, ni para las elecciones del 20 de diciembre ni para su spin-off de este 26 de junio. Su decisión ha provocado no pocas contradicciones. ¿Si tan lejos está de Sánchez, por qué acepta ir en su lista y en un puesto con pocas posibilidades? ¿Si va en su lista, por qué no lo apoya claramente y deja atrás sus diferencias?
Repite como candidato porque muchos se lo pidieron y porque quiere mantener intactas sus posibilidades de contribuir al relanzamiento del PSOE, según su entorno. Si Pedro Sánchez no consigue que el PSOE retenga la segunda plaza en votos y en escaños (o incluso si lo logra por los pelos), los vientos de tormenta ahora anestesiados por elecciones volverán con toda la virulencia posible. La renuncia del propio Sánchez o de miembros de su equipo al acta le daría entrada inmediata a las nuevas Cortes. Y Madina cree que el PSOE aún tiene una oportunidad si sabe elegir un buen líder y un buen proyecto.
"En una papeleta se decide un mundo entero", dijo en su mitin en Menorca. Ante el negro panorama que dibujan las encuestas, la urna podría ser la del próximo congreso del PSOE.
Noticias relacionadas
- Núria Parlón: “No me arrepiento de votar 'no' al pacto PSOE-Cs: nos ató las manos”
- Así será el mitin de la unidad en torno a Sánchez con Zapatero, Díaz y Madina
- Susana Díaz quiere ver a Sánchez presidente “cuando gane las elecciones”
- El puesto de Madina, nuevo pulso entre Sánchez y los barones del PSOE
- Susana Díaz posiciona a Madina para el 26-J: "Es un lujo tenerlo en tu equipo"