El Ministerio prohíbe el fondeo de barcos en cuatro zonas del Mar Menor: habrá multas de hasta 10.000 euros
Esta medida se adopta para proteger la población de nacras de la albufera: una de las mayores del país que tiene esta especie en peligro de extinción.
8 septiembre, 2023 17:49Cada verano se repite la misma imagen en el Mar Menor: aglomeraciones de barcos que fondean en unos casos para que sus tripulantes se peguen un chapuzón, en otras ocasiones, para comer en aguas de la albufera, incluso para hacer botellón. Tales formas de ocio tienen un impacto en un ecosistema que ya está muy dañado, pero en el que todavía habitan especies en peligro de extinción como la nacra, por este motivo, el Ministerio de Transportes ha emitido una resolución donde prohíbe el fondeo de embarcaciones en cuatro puntos del litoral marmenorense.
La Isla de la Perdiguera, Isla Mayor, Punta del Galán-Pedruchillo y Mata, se balizarán de forma permanente a partir de este viernes. Aquellos osados que fondeen en estas zonas prohibidas se enfrentarán a multas de Capitanía Marítima que oscilarán de 1.000 a 10.000 euros. La medida se ha adoptado para proteger la población de 564 nacras (Pinna nobilis) que tiene contabilizada la Comunidad Autónoma en el Mar Menor: una de las más grandes de España, junto con la existente en el delta del Ebro, y que juega un papel clave para la supervivencia de un molusco bivalvo declarado en situación crítica por el Ministerio para la Transición Ecológica.
"Hay estudios científicos que reflejan que en función de la zona, el impacto del fondeo de embarcaciones puede causar una mortalidad de un 30% entre las poblaciones de nacra", tal y como advierte Maite Vázquez, investigadora del Instituto Español de Oceanografía en las islas Baleares y responsable de tres proyectos que se desarrollan en la albufera murciana: Life INTEMARES, EsMarEs y BIODIV. "En el Mar Menor, la Pinna nobilis se distribuye a poca profundidad y tenemos realizadas muchas observaciones de ejemplares dañados o rotos".
Las nacras pueden medir un metro y veinte centímetros y suelen morir por el impacto del ancla de las embarcaciones de recreo, incluso pueden ser arrancadas del fondo marino por los arrastres que provoca la hélice o la cadena del ancla. Esta científica considera que son peligrosos los fondeos que se realizan en el Mar Menor, a veces para hacer botellón, debido a que un golpe en las valvas de las nacras puede ser mortal porque esta especie se encuentra hundida en el fondo marino, en posición vertical, para mantener abiertas sus conchas mientras filtra agua.
Es lamentable el lío que montan, también es verdad que se ve mucha gente de baja estofa. Pobres vecinos pic.twitter.com/WnneyQgMfI
— Luisico (@luisicods) August 27, 2023
"Cuando la hélice de una embarcación transita por esas zonas, ya está generando daños en la población, puede ser que no rompa la nacra, pero la tumba en el fondo marino y puede morir al estar sobre un sustrato fangoso porque su estado natural es estar en posición vertical, con un tercio de su estructura enterrada", según expone la investigadora del IEO-CSIC.
- ¿Por qué puede morir una nacra si acaba tumbada?
- Es un animal filtrador que se pasa todo el día con las valvas abiertas, filtrando agua y expulsando los sedimentos que se le introducen en sus branquias, pero si está tumbada no filtra bien, sus branquias pueden colapsarse y sufrir una hipersedimentación.
- Este verano, en algunos puntos de La Manga, como en Veneziola, se han celebrado botellones en zonas con poca profundidad donde los bañistas se ponían a bailar dentro del agua, cubata en mano. ¿Estas conductas entrañan un riesgo para la nacra?
- Claro, pueden pisarla y dañarla porque hay gente que no conoce esta especie. Existen estudios sobre longevidad y se ha visto que en reservas marinas, si excluyes el impacto humano, la nacra vive más años, pero si está en un sitio con influencia antrópica y le vas sumando pequeños impactos, estas acciones sí que tienen sus consecuencias.
La pérdida de ejemplares de Pinna nobilis por estos fondeos de ocio, supone una puñalada más para esta especie en riesgo y para el ecosistema del Mar Menor: muy dañado por los vertidos de la agricultura, la ganadería y las aguas grises de las urbanizaciones. De hecho, la científica Maite Vázquez recuerda que la nacra aporta mucho a la albufera: "Actúa como un un filtrador natural que está trabajando para purificar y mejorar el estado y la calidad de la columna de agua".
- ¿Qué le parece la prohibición del fondeo de embarcaciones en cuatro zonas del Mar Menor?
- En un espacio como el Mar Menor que no es rocoso, donde todo es un sustrato blando, arenoso y con muchos puntos fangosos, la existencia de nacras facilita la biodiversidad y el asentamiento de hasta un centenar de especies que se adhieren a su concha: cangrejos, gambas, hidrozoos... Una especie en peligro de extinción, como la nacra, requiere de medidas extraordinarias, y esta decisión es un paso importante para su conservación.
Para algunos ecologistas no es suficiente la limitación al fondeo en la Isla de la Perdiguera, Isla Mayor, Punta del Galán-Pedruchillo y Mata. "Tienen que prohibirlo en más sitios", según lamentan desde el colectivo SOS Mar Menor. "Lo suyo es que afecte a todo el Mar Menor: que se pongan boyas a 200 metros de la línea de costa como en el Mediterráneo. Las fiestas y botellones en barco a orillas del Mar Menor no deben permitirse".
La prohibición solo afecta a esos cuatro espacios porque así lo solicitó la Dirección General del Medio Natural al Ministerio de Transportes. Pero en el colectivo SOS Mar Menor consideran que la limitación también debería haber abarcar la Isla del Ciervo, donde el verano pasado se celebró un macrobotellón que incluyo el concierto de un grupo sobre un catamarán.
"El Mar Menor tiene una situación muy compleja, tiene muchísimos usos, su planificación espacial marina es complicada, pero en lo que refiere a la nacra, los cuatros espacios escogidos son acertados porque son los que albergan el grueso de la población de nacras y se está protegiendo un porcentaje muy elevado de esta especie", según aclara Maite Vázquez, investigadora del Instituto Español de Oceanografía en las islas Baleares.
Las embarcaciones de recreo que fondeen en las cuatro zonas balizadas por el Ministerio, se enfrentarán a multas de 1.000 a 10.000 euros, recogidas en el Real Decreto 2/2011 de la Ley de Puertos del Estado y de la Marina Mercante. "Esto no es como una sanción de tráfico que depende de la velocidad a la que circulas: no es lo mismo estar fondeado con tu familia, comiendo, que demostrarse que has tirado residuos al fondo marino o que has levantado parte de la población de nacras", según explica de forma didáctica Óscar Villar, capitán marítimo de Cartagena.
"El importe de la multa dependerá de que se califique como falta leve, grave o muy grave: será una cifra aleatoria que dependerá de cada expediente". Todo ello, sin olvidar que en algunos casos podrá intervenir de oficio la Fiscalía de Medio Ambiente, si considera que existe un delito en las conductas desarrolladas por la tripulación del barco de recreo. "Si dañas 70 ejemplares de nacras, el fiscal podrá decidir que no sea un proceso sancionador administrativo, sino uno penal para que actúe el juzgado".
El balizamiento de la Isla de la Perdiguera, Isla Mayor, Punta del Galán-Pedruchillo y Mata, será vigilado por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y por los agentes de Medio Ambiente. Pero justo aquí surge un problema para velar por el cumplimiento de esta orden ministerial: los efectivos de la Comunidad Autónoma no tienen capacidad sancionadora, de modo que solo podrán recabar información y hacer fotos de las embarcaciones para facilitárselas a Capitanía Marítima.
"Esta legislación no vale nada sin que exista una guardería del Mar Menor con capacidad para denunciar, con una presencia continua en el área protegida y con formación marítima y terrestre", según lamenta Óscar Villar, capitán marítimo de Cartagena.
Para habilitar un servicio de vigilancia de esas características que ponga en jaque los fondeos recreativos y los botellones en barco, la albufera murciana necesita un Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN): cosa que no tiene. En la actualidad, solo cuenta con figuras sueltas de protección, pero carece de un planeamiento que integre todos los regímenes de su ecosistema. "Una vez esté el PORN, se puede establecer una guardería en el Mar Menor. No existe la laguna salada, es una zona navegable: hay que elevar el nivel de protección de ese espacio".
La aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales del Mar Menor, dependerá del Gobierno regional de coalición [PP y Vox], en coordinación con el futuro Ejecutivo central. Entretanto, el Servicio Marítimo de la Guardia Civil y los agentes de Medio Ambiente tendrán que vigilar las cuatro zonas donde se prohíben los fondeos, con la ayuda de las policías locales de los municipios del litoral marmenorense.
Todo ello, para velar por una población única de Pinna nobilis, según recuerda Maite Vázquez, investigadora del Instituto Español de Oceanografía en Baleares: "La nacra es una especie emblemática para el Mediterráneo, pero en otoño de 2016 sufrió un declive poblacional drástico por un patógeno que causó una mortalidad del 99%. En España solo quedan dos núcleos grandes de poblaciones de nacras: uno en el Mar Menor y otro en el delta del Ebro, debido a que sus condiciones de salinidad impiden la entrada de ese patógeno y pueden ayudar mucho a conservar esta especie".
El Mar Menor llegó a tener 1.600.000 nacras, hoy solo quedan 564 y la conducta de los usuarios de los barcos de recreo jugará un papel clave para su conservación. La fórmula está clara: menos botellón y más concienciación.