Las técnicas agrícolas de regeneración natural que ayudan a reducir el hambre en el mundo
La ONG World Vision trabaja con comunidades vulnerables a nivel global enseñando técnicas de Regeneración Natural Gestionada por el Agricultor (RNGA) para mejorar la producción de alimentos.
17 diciembre, 2021 01:42"Alrededor del 45% de las muertes de niñas y niños menores de cinco años están relacionadas con la desnutrición". Así lo sentencia el informe Cambio climático, hambre y futuro de los niños de World Vision. Una consecuencia latente del impacto medioambiental, sobre todo, en países de ingresos bajos y medianos.
Para paliar este problema, los métodos de Regeneración Natural Gestionadas por el Agricultor (RNGA) permiten que las comunidades adopten mejores técnicas para producir y mantener los suelos. Desde la organización, apuestan por el uso de la RNGA como una solución para acabar con la escasez de alimentos a largo plazo.
Estos métodos permiten que las tierras agrícolas, forestales y de pastoreo se restauren fácilmente. "Nuestros ríos están empezando a llenarse y la gente de mi comunidad ha plantado cultivos que les ayudan a alimentar a sus hijas e hijos", explica Ruth, campeona juvenil de RNGA en Kenia.
Los países desarrollados emiten gran parte de las emisiones, pero, sin embargo, las comunidades más pobres sufren las consecuencias. Sus cultivos se devastan debido a los fenómenos meteorológicos. Por ello, World Vision pretende que las comunidades utilicen estas técnicas para reducir riesgos de inundación y mejorar la fertilidad del suelo.
Un mensaje intergeneracional
Al oeste de Kenia vive Naaman, un niño de 13 años que, como otros pequeños de su comunidad, aplica los métodos de gestión de recursos naturales en la granja de su familia. "He visto que nuestros árboles crecen más y también hemos obtenido frutos para comer, como guayaba o aguacate", cuenta.
Fue un vecino el que le enseñó todo el conocimiento que ahora aplica. Pamela, su madre, trabaja también estas técnicas que ha aprendido junto a él, y que han mejorado su calidad de vida y la de sus seis hijos.
La frecuencia de desastres meteorológicos amenaza los cultivos de productores agrícolas. Los insumos químicos, que mejoran el rendimiento de los cultivos, han dejado de ser una opción viable; son demasiado caros y no aportan soluciones a largo plazo, pues reducen la fertilidad del suelo.
Desde la organización alertan de que, en estos territorios, una cosecha fallida tiene consecuencias directas e inmediatas en el comercio local.
Según el estudio de World Vision, en Kenia, la sequía ha dejado a 3,5 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria urgente. Por este motivo, Ruth asegura que su país necesita "instalaciones de calidad para abordar los problemas causados por la malnutrición, así como financiación adecuada para ayudar a prevenir el hambre".
Inseguridad alimentaria y desnutrición
El cambio climático produce inseguridad alimentaria, provoca desnutrición y afecta al desarrollo de niños y niñas. En 2020, "más de 7 millones de personas en seis países de África Oriental se vieron empujadas al borde de la inanición", indica el informe.
En Kenia, la sequía ha dejado a 3,5 millones de personas en necesidad de ayuda humanitaria urgente
Asimismo, en comparación con 2019 –antes de la pandemia–, en 2020 alrededor de 46 millones de personas en África, 57 millones más en Asia y alrededor de 14 millones en América Latina y el Caribe se vieron afectadas por el hambre, explica el estudio.
"Las niñas y los niños son físicamente más vulnerables a los efectos directos del calor extremo, la sequía y los desastres naturales", cuentan Tenema y Tejan, dos activistas juveniles del cambio climático en Sierra Leona.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se espera que las muertes relacionadas con el cambio climático alcancen las 250.00 personas por año para 2030. Esto incide directamente en los niños y niñas, provocando importantes riesgos en su salud. Sobre todo en África y Asia, donde, se encuentran más de nueve de cada diez de todas las niñas y los niños que sufren retraso del crecimiento y emaciación.
En este sentido, no sólo se ve perjudicada la salud de los más pequeños, también sus posibilidades económicas y educativas. Desde World Visión aclaran que esto produce un círculo vicioso de pobreza y hambre que empeora generación tras generación.
Reducir las emisiones para evitar que la temperatura global aumente más de 1,5 °C es determinante para la subsistencia de muchas personas en el mundo. Apostar por soluciones que garanticen una alimentación adecuada es esencial para que estas comunidades puedan salir de la pobreza. Porque como indica Nomundari, activista juvenil de Mongolia, "el cambio climático no es una tendencia, es un problema grave".