Una noche de sábado, como cualquier otro, cinco amigos —Cayetano, Antonio, Javier, Íñigo y Enrique— se reunieron para cenar. Entre bocado y bocado, de repente, Enrique Pascual sugirió algo que les cambiaría la vida: propuso ir a Ucrania en una furgoneta para ayudar. “Nos dimos cuenta de que ya no podíamos mirar hacia otro lado”, recuerda el artífice de esta idea.
Así, con la ilusión de unos niños con zapatos nuevos, el domingo comenzaron a moverse y a planear. Crearon una cuenta en Instagram, una cuenta bancaria y empezaron a crear la marca. Surgió Onboard to Hope (a bordo de la esperanza). Además, toda la tarea fue facilitada por Pascual, que es CEO de la agencia de comunicación Indie PR.
La respuesta fue increíble. La gente se volcó completamente con la causa. El lunes ya decidieron transformar la furgoneta en un autobús. El miércoles, el autobús se transformó en siete autobuses y dos furgonetas. Al final, se incorporó otro autobús más, elevando la cifra a ocho.
Mientras tanto, ya tenían más de 65.000 euros en el banco y más de 3.000 seguidores en Instagram. La gente no paraba de traerles comida, ropa —incluso nueva—, medicinas, pañales, agua, etc. Se llegó a acumular tal cantidad de bolsas que tuvieron que meterlas en cajas para poder transportarlo. “Llegó a haber unos 40 voluntarios sólo para meter las bolsas en cajas”, señala Pascual.
El inicio del viaje comenzó el viernes por la noche con 27 voluntarios. Entre ellos, médicos y enfermeros de varios hospitales y conductores de autobuses y furgonetas. El objetivo: llevar todo lo que habían ido recogiendo y comprando, y rescatar a todos los refugiados que pudieran.
La despedida de la familia, cómo no, fue especialmente dura. No es de extrañar, un grupo de valientes se iban a una zona en guerra. “Imagínate decirle a un niño —yo tengo cuatro— que vas a Ucrania; te pregunta: papá, ¿tú estás loco?”, rememora Pascual.
Un viaje a la aventura
Onboard to Hope fueron todo unos pioneros con esta iniciativa. “En esos momentos no había ninguna iniciativa, no estaba ni el centro de refugiados”, cuenta. Y añade: "Salimos cuando nadie había llevado nada a Ucrania".
Y lo planearon todo con el móvil. Iban viendo sobre la marcha dónde tenían que recoger a cada persona y con ello fueron trazando una ruta. Llegaron a recoger a más de medio centenar de refugiados en un pueblo al sur de Ucrania.
La tensión era constante en todo el tiempo que pasaron en territorio ucraniano. No sólo se enfrentaban al horror de la guerra, sino también a los saqueadores y a las mafias que se aprovechan del sufrimiento ajeno. Había mucha desconfianza.
Por ejemplo, recogieron a una chica que iba sola en una gasolinera, pero no estaba nada convencida. “Imagínate, cuatro hombres buscándola en una furgoneta, ella pensaría: 'yo aquí no me subo de ni broma'”, menciona Pascual. Al final, la historia acabó bien. “La convencí para que se subiera a la furgoneta y hoy está viviendo conmigo en mi casa, con mi familia”, cuenta orgulloso.
Junto a ella, trajeron a España 324 refugiados más. Todos ellos están ahora con familias de acogida, pero no fue una tarea sencilla. Ya antes de partir trataron de buscar familias que los fueran a acoger, y en el trayecto de vuelta a casa, fueron asignando a cada persona su nuevo hogar.
Un segundo viaje
Tras una primera experiencia, tienen ahora una mejor organización y muchos más contactos. La gente les hace peticiones continuamente por redes sociales y eso “ha hecho que queramos volver a ir y vayamos con más autobuses”, señala Pascual. Por ejemplo, la Orden de Malta les ha contactado porque están completamente colapsados.
Ahora están a punto de constituirse como una ONG y ya planean un nuevo viaje para volver ahí. “No queremos que nadie se quede allí”, concluye Pascual.
No obstante, no recomienda a nadie ir a Ucrania con coches o furgonetas, pues "son muchos kilómetros y mucho riesgo para traerse a 5 personas cuando se pueden traer a 55 con un autobús".
Recuerda, además, que cualquier persona que quiera ayudar puede ponerse en contacto con ellos a través de las redes sociales para hacer más efectivo el trayecto. También es posible apoyarles económicamente con donaciones en su cuenta bancaria (ES73 2080 3519 9130 4002 8917).