Historias

¿Puede la ciudad cambiar la coloración de las aves? Estos son los efectos negativos de la vida urbana

Las características de los seres vivos que habitan en zonas rurales son diferentes a aquellos que lo hacen en zonas urbanas.

26 septiembre, 2023 09:07

Las grandes ciudades pueden acarrear grandes ventajas a las personas que viven en ellas, múltiples alternativas de ocio, más facilidades para emprender o buscar trabajo o más comodidad a la hora de moverse. Algunos seres vivos, sin embargo, se pueden ver muy perjudicados por habitar en una gran ciudad.

[Los géneros de especies se extinguen 35 veces más rápido que en el último millón de años por la acción humana]

La mitad de la población mundial ya vive en las ciudades, muchas personas han huido de las zonas rurales para experimentar la vida en las grandes urbes. Este aumento en el tamaño y número de habitantes en las ciudades supone en ellas efectos negativos.

El Antropoceno es considerado como una nueva época geológica en la que las actividades del hombre empezaron a provocar cambios biológicos y geofísicos a escala mundial: aumentan el cambio climático, inciden en la pérdida de biodiversidad y, en muchas ocasiones, hacen muy difícil que muchos seres vivos habiten en el planeta.

No todas las condiciones de las grandes ciudades son perjudiciales para los mismos, también existen algunas ventajas. En las áreas urbanas el alimento para los animales salvajes tiende a ser más abundante, además de existir un menor riesgo de depredación.

Sin embargo, los efectos negativos son mayores que las ventajas de existir en la gran ciudad, y una de estas amenazas incide principalmente en las aves. En las zonas urbanas las especies tienden a ser más pequeñas y sufren mayor daño en sus células a diferencia de aquellas que viven en un ámbito rural.

Uno de los sucesos que más amenaza a algunas aves y que resulta desconocido consiste en la decoloración de sus plumas. La vida urbana hace que algunas especies pierdan color y brillo, como pasa con el carbonero común.

El carbonero común es un ave popular a lo largo de Europa y que habita tanto en zonas rurales como en ambientes urbanos. Esta flexibilidad ecológica convierte a la especie en un ave muy famosa para los científicos, en la que pueden basar muchos de sus estudios acerca de como afectan unos entornos u otros.

¿Cómo afecta la ciudad a esta especie?

A diferencia de otras aves con plumajes más apagados como las palomas o los gorriones, el carbonero común cuenta con un color amarillo muy llamativo que hace que la decoloración sea mucho más vistosa en su especie.

Ese color amarillo que presenta en su pecho lo obtiene gracias a unos pigmentos llamados carotenos, que consigue a base de alimentos como plantas y algas que lo contienen. 

Estos pigmentos son los responsables del color amarillo en el pecho de estas aves, así como también están presentes en la mayoría de frutas y verduras que presentan colores amarillos, anaranjados o rojos.

Diversos estudios han demostrado que existen diferencias en la concentración de caroteno que poseen las aves en sus plumas dependiendo del ambiente en el que habiten.

Los carboneros comunes que habitan en áreas contaminadas o en grandes ciudades, donde hay menor cantidad de alimentos ricos en carotenos, muestran un color de plumaje menos amarillo.

Sin embargo, aquellas especies que viven en bosques, cuentan con un tono de amarillo mucho más llamativo. Este pigmento es una señal del hábitat del ave, pero también puede informar sobre otros aspectos como su personalidad o el estado de su salud.

En este sentido, las aves con un amarillo vivo y llamativo tienen una mejor condición nutricional, son más resistentes a los endoparásitos y son más hábiles que aquellas que cuentan con un color más apagado.

No solo eso, sino que basándose en estas características físicas, una hembra que escoja a un macho más amarillo tendrá mayor posibilidad de aumentar su eficacia biológica y lograr un mayor número de descendientes probables.