Kimani Muturi muestra extensiones de pelo hechas con fibras de las vainas de troncos de plátano, 3 de abril de 2021.

Kimani Muturi muestra extensiones de pelo hechas con fibras de las vainas de troncos de plátano, 3 de abril de 2021. Abubaker Lubowa Reuters

Historias

¿Alfombras y pelo de plátano? La idea revolucionaria con la que una 'startup' de Uganda aprovecha los residuos

TexFad utiliza fibra natural de plátano, extraída de la biomasa del banano, para ecodiseñar artículos como alfombras y adornos capilares. 

29 enero, 2024 01:12

En TexFad, los jóvenes ugandeses amontonan los troncos de los bananeros. Y a continuación, los parten por la mitad con machetes y los introducen en una máquina hasta que se dispensan fibras larga, correosas y húmedas. Con esa materia prima secada al sol, la startup ugandesa liderada por el ingenio de Kimani Muturi ha conseguido fabricar alfombras, manteles individuales y extensiones de pelo. 

Sí, adornos capilares. Muturi identificó un grave problema en la industria bananera ugandesa. "Cuando miré a mi alrededor, vi que las bananas crecen en abundancia en este país… generamos muchos residuos de las huertas de plátanos", explicó el fundador de la compañía. Los agricultores suelen quemarlos o tirarlos. Uganda tiene el mayor índice de consumo de bananos del mundo y es el primer productor africano de este cultivo.

Las estadísticas más recientes sobre producción de bananos (maatoke, en lengua local) de la Oficina de Estadísticas de Uganda dan cuenta de que en 2019 las toneladas producidas por el pequeño país africanoriental fueron aproximadamente 9,4 millones de toneladas. Este dato puede dar una idea pormenorizada de los residuos a falta de estadísticas oficiales. 

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El proceso de cultivo de los bananos es muy largo; transcurren entre 12 y 15 meses desde que se plantan hasta su recogida. Cuando llega el momento, se decapitan los tallos y permanecen en una escenografía catastrófica. Y con el tiempo se van pudriendo en los campos abiertos. 

Un trabajador corta un tallo de plátano en una plantación para la extracción de fibra de las vainas de los troncos, 3 de abril de 2021.

Un trabajador corta un tallo de plátano en una plantación para la extracción de fibra de las vainas de los troncos, 3 de abril de 2021. Abubaker Lubowa Reuters Asentamiento de Sonde de Mukono, cerca de Kampala (Uganda)

John Baptist Okello, director comercial de TexFad, declaró a The Associated Press (AP) que su negocio tiene sentido en un país donde los agricultores "tienen muchas dificultades" con millones de toneladas de residuos relacionados con el plátano. En la actualidad, la empresa colabora con siete grupos de agricultores el oeste de Uganda, que es la zona donde más se produce. Y paga 2,7 dólares por kilo de fibra seca.

Este grupo ugandés de "gestión de residuos" se apoya en el trabajo de Tupande Holdings Ltd., una tercera entidad encargada de recoger los tallos de banana de los agricultores del centro de Uganda. Allí, sus más de 60 trabajadores cualificados seleccionan minuciosamente los tallos más adecuados para la transformación.

Empoderar a los agricultores

"Extraemos hilos de fibra de las vainas del tallo, así que nuestra contribución en la cadena de valor es que ponemos unos ingresos extra en manos del agricultor. Convertimos estos residuos en algo valioso que vendemos a nuestros socios, que también fabrican cosas", explicó Aggrey Muganga, jefe de equipo de Tupande Holdings Ltd., en declaraciones recogidas por VOA News

Un trabajador teje una alfombra de pared con la fibra extraída de las vainas de los troncos de plátano en la planta TexFad en el asentamiento Sonde de Mukono, cerca de Kampala, Uganda, 3 de abril de 2021. REUTERS/Abubaker Lubowa

Un trabajador teje una alfombra de pared con la fibra extraída de las vainas de los troncos de plátano en la planta TexFad en el asentamiento Sonde de Mukono, cerca de Kampala, Uganda, 3 de abril de 2021. REUTERS/Abubaker Lubowa Abubaker Lubowa Reuters Asentamiento Sonde de Mukono, cerca de Kampala (Uganda).

A las afueras de Kampala, TexFad da trabajo a más de 30 personas en su planta. Allí la maestría de los artesanos ha logrado manufacturar productos únicos y muy atractivos con fibra de plátano. La textura de los materiales incluso rivaliza con la suavidad del algodón, lo que la convierten en una materia prima con mucho potencial para la artesanía. Incluso ha llegado a captar la atención de los consumidores europeos.

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¿Ropa de banano?

Las cualidades extraordinarias de la fibra de plátano han sido aprovechadas por esta empresa con la colaboración con investigadores. Se han logrado fabricar toallas de papel y compresas higiénicas a partir del material. Y por supuesto, las extensiones de pelo. Ahora, el objetivo en la mira es crear ropa. 

Un trabajador teje una alfombra con la fibra extraída de las vainas de los troncos de plátano en la planta de TexFad en el asentamiento de Sonde de Mukono.

Un trabajador teje una alfombra con la fibra extraída de las vainas de los troncos de plátano en la planta de TexFad en el asentamiento de Sonde de Mukono. Abubaker Lubowa Reuters Asentamiento de Sonde de Mukono, cerca de Kampala (Uganda)

Todos los productos de TexFad son biodegradables, afirmó Faith Kabahuma, responsable del programa de desarrollo de cabello de plátano de la empresa, a la agencia de noticias AP. Y describe que el desarrollo de uno de sus productos más reconocidos, las extensiones de cabello, está yendo como la seda. "Pronto estarán disponibles en el mercado", añadió. 

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"El problema de las fibras sintéticas", explicó Kabahuma, es de lo que están hechas las extensiones capilares corrientes, "es que se atascan por todas partes; incluso si vas a cavar en los jardines, encontrarás fibras sintéticas por todas partes". Muturi, fundador y director general de TexFad ya bromeó sobre el potencial de su nuevo producto en conversación con Reuters: son tan biodegradables que "después de usarlas, nuestras señoras irán a enterrarlas en la tierra y se convertirán en abono". 

Una república bananera

Uganda se podría considerar una república bananera, pero no porque tenga unas instituciones exacerbadamente corruptas —aunque sigue siendo un problema—, sino por su pasión por los bananos. 

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Trabajadores clasifican tallos de plátano recién cortados en una plantación para extraer la fibra de las vainas de los troncos.

Trabajadores clasifican tallos de plátano recién cortados en una plantación para extraer la fibra de las vainas de los troncos. Abubaker Lubowa Reuters Asentamiento Sonde de Mukono, cerca de Kampala (Uganda).

Estos frutos se han convertido en uno de los alimentos más básicos de la dieta ugandesa. Se podría decir que son lo que para los canarios los plátanos. O al menos, así lo reflejan los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés): el consumo de bananos per cápita alcanzó 12,3 kg.

En las zonas rurales, el matoke —"comida", en idioma nativo— puede aportar hasta el 25% de la ingesta calórica diaria y se consume en una sus formas más rudimentales: se mezcla con agua y se cocina durante horas hasta obtener una papilla.