Un banco de medusas 'huevo frito' invade una playa del Mar Menor: "Hay cerca de 14 ejemplares por metro cúbico"
Las playas de Los Urrutias (Cartagena) se están viendo invadidas por un alta cantidad de medusas. Un investigador de la Universidad de Murcia señala que su presencia es beneficiosa para la laguna.
26 agosto, 2024 15:16En las playas que tiene el Mar Menor en Los Urrutias casi se puede caminar sobre el agua. Basta con poner un pie en la laguna para pisar, aunque no sea a propósito, las miles de medusas acumuladas en la costa de esta pedanía cartagenera, y que han llegado a formar auténticos caminos de medusas Cotylorhiza tuberculata, conocidas popularmente como 'huevo frito', en honor a su característico aspecto.
En la mañana de este lunes, varios empleados de la empresa Tragsa trabajaban en retirar estos invertebrados de la orilla de Los Urrutias, metiéndolos en capazos que rebosaban con las gelatinosas pieles de cientos y cientos de medusas.
"Esta semana estamos quitando muchas medusas", afirma Mohamed a EL ESPAÑOL-ODS, uno de los trabajadores de este equipo de limpieza, mientras introduce una en un capazo ayudándose de un rastrillo. A lo largo de la playa, varios equipos rellenan casi una decena de cubos como el que utiliza Mohamed, y pese a ello, en las turbias aguas del Mar Menor siguen apreciándose decenas de 'huevos fritos' que aparecen sin descanso.
Pero este fenómeno que para los bañistas puede resultar desagradable, es visto con buenos ojos por los expertos que investigan la salud del Mar Menor. El doctor en Ecología Marina e investigador posdoctoral de la Universidad de Murcia, Alfredo Fernández-Alías, explica a EL ESPAÑOL | ODS que las medusas "realizan una importante función en la laguna salda".
Pregunta: ¿A qué se debe la alta proliferación de medusas este año?
Alfredo Fernández-Alías: Las medusas tienen un ciclo de vida muy explosivo. En el paso de un año, una única hembra puede generar varios millones de descendientes. Estas fluctuaciones en el tiempo van a depender de que las condiciones ese año hayan sido óptimas para la población de medusas, que no hayan tenido otros competidores, que el rango de temperaturas sea adecuado… Y una vez que aparecen tantas, que haya nutrientes y alimentos disponibles para ellas.
A esta especie le favorece un invierno cálido, y que el agua del Mar Menor, tanto durante en el invierno como al inicio de la primavera, no esté turbia, así como que haya una presión de depredadores sobre sus pólipos más pequeña. Este año el Mar Menor ha vuelto a reunir esas condiciones, igual que las reunió el año pasado. Y hemos tenido una población muy abundante.
El investigador de la Universidad de Murcia señala que la presencia de medusas en la laguna es una constante "desde los años noventa, aunque su cantidad fluctúe cada año". Sin embargo, recalca que "este es un año de particular incidencia de medusas".
P.:¿Cuántas medusas hay en este momento en el Mar Menor?
Alfredo Fernández-Alias: Ahora mismo la densidad por 10 metros cúbicos es aproximadamente de unos 140 individuos. Si hiciéramos una estimación burda en la que supusiéramos que la cantidad de medusas en todos los puntos y en todas las profundidades de la laguna es la misma, estaríamos hablando de varios cientos de millones de ejemplares.
El doctor en Ecología Marina matiza que "hay investigadores que asocian esta alta proliferación a fenómenos de eutrofización o de cambio climático, que dicen que van a tender a aumentar con el tiempo. Aunque esto todavía no está totalmente demostrado, sí que parece haber indicios". La eutrofización, según la RAE, consiste en un "incremento de sustancias nutritivas en aguas dulces de lagos y embalses, que provoca un exceso de fitoplancton".
P.: ¿Las medusas son beneficiosas para la salud del Mar Menor?
Alfredo Fernández-Alias: Aunque sabemos que las medusas son molestas tanto para el baño como para los pescadores, dentro de la laguna salada realizan una importante función ecosistémica. Por un lado, compiten con el fitoplancton, que son estas microalgas que teñían la laguna de una coloración verde durante los años de 2016 y 2017. Esos años, esta medusa estuvo ausente y en el Mar Menor se dio el fenómeno conocido como sopa verde.
Las medusas no solo compiten con el fitoplancton por los nutrientes, sino que depredan sobre él. Entonces tenemos ahí un factor amortiguador dentro del proceso de eutrofización que tenemos dentro del Mar Menor. Por eso, las medusas son organismos reguladores, pero se trata de un factor regulador que fluctúa mucho, porque cada año su presencia varía.
Por esta razón, el investigador recalca que "hay que entender que estas medusas están en su ecosistema, y que es parte de su ciclo de vida aparecer en verano". Por esta razón, explica que recomiendan a la Comunidad Autónoma "no instalar redes, ya que pueden generar efectos adversos sobre el ecosistema".
"Las redes podrían generar zonas donde no haya cierta renovación de agua", amplía Fernández-Alias. "Si se acumula mucha materia orgánica en zonas sin renovación de agua, se pueden producir mayores enfangamientos o incluso fenómenos locales de hipoxia o anoxia que provoquen mortandad de algunos de los organismos ahí atrapados".
Para reducir el impacto desagradable que la alta cantidad de medusas genera sobre los turistas, una fuente de la Consejería de Turismo explica este diario que "se han instalado redes antimedusas en aquellos emplazamientos donde los resultados de los estudios científicos detectaban una mayor presencia de estos animales". Una decisión que ha sido "previamente avalada por el Comité Científico del Mar Menor".
En este sentido, la misma fuente especifica que la colocación de las redes debe de ser "una medida excepcional" que realice de manera "quirúrgica por la afección que puede ocasionar al estado ecológico del Mar Menor". Además, el Gobierno regional ha puesto a trabajar "a un equipo de cien personas en todo el Mar Menor para la retirada de la biomasa cada día, incluidas las medusas, con el fin de intentar mantener el equilibrio del ecosistema".
La agricultura intensiva
Por otro lado, desde la Plataforma Pacto por el Mar Menor consideran que el motivo de tanta medusa en Los Urrutias es "el exceso de nutrientes que se convierte en comida para ellas". Una portavoz de este colectivo denuncia que "la mayoría de estos nutrientes proceden de la agricultura intensiva industrial del Campo de Cartagena".
A juicio de Pacto por el Mar Menor, "la invasión durante este verano de la medusa Cotylorhiza tuberculata, conocida vulgarmente como 'huevo frito', es otra muestra de las cantidades ingentes de nutrientes que entran en el Mar Menor y de los que este celentéreo se alimenta".
Además, recuerdan que el informe del 22 de agosto del Instituto Español de Oceanografía (IEO) alerta de que "los fondos fangosos han sido cubiertos por el alga Caulerpa prolifera, de crecimiento rápido, que si bien contribuye a absorber carbono y nutrientes, es muy vulnerable al calentamiento del agua".
Lo mismo opinan desde Por un Mar Menor Vivo porque directamente hablan de "invasión" de medusas huevo frito en las playas de Los Urrutias. "Cada vez que los técnicos pasan por la orilla para limpiar lo del día, nada más marcharse, las medusas se vuelven a acumular: no se soluciona nada", tal y como denuncia un portavoz de este colectivo. "La situación es preocupante. En Los Urrutias, la gente no se baña porque es imposible". Esta explosión de medusas mete el dedo en la llada de la degradación de esta pedanía cartagenera, donde la crisis ambiental de la laguna ya se ha traducido en una devaluación del precio de la vivienda y en el cierre de comercios.
Tal y como señalan estas organizaciones ecologistas, las aguas del Mar Menor en la playa de Los Urrutias se muestran turbias. Pese a que la presencia de las medusas es molesta para los vecinos, muchos de ellos entienden que el principal problema es el fango: presente nada más entrar al agua. "En algunos sitios hay tanto fango que los pies se entierran hasta encima del tobillo", explica un jubilado que se dispone a darse un baño.
Pilar, otra vecina de esta pedanía cartagenera, coincide en que "no hay manera de quitar el fango de la playa". Una situación que lamenta, dado que los seis años que lleva viviendo en Los Urrutias le llevan a que vea el estado del agua como "una pena, porque esto es un paraíso".