La educación española a la palestra: falta de exigencia, un profesorado desmotivado y metodologías sin evidencias
Un nuevo reporte realizado por La Facultad Invisible expone la realidad del sistema educativo ante la caída del rendimiento escolar.
18 septiembre, 2024 17:02"Inestable, sobrepolitizado y desigual". Así describe el marco educativo español el último informe publicado por La Facultad Invisible a partir de los resultados de reporte PISA 2022. Además, asegura que la caída del rendimiento académico y la disparidad en las aulas aclaman la necesidad de un cambio profundo en el sistema.
Frente a este escenario, nos preguntamos: si los países vecinos avanzan hacia los retos del siglo XXI, ¿qué ocurre con España? Por el momento —y desde el año 2000—, participa en el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (PISA) que realiza una evaluación por la OCDE para medir el rendimiento de los estudiantes. Lo hace a través de tres áreas clave: lectura, matemáticas y ciencias. De esta forma, obtienen una "fotografía" del sistema educativo.
Así, La Facultad Invisible, una asociación compuesta por los galardonados con el Premio Nacional de Excelencia Académica, ha podido elaborar un informe que pone sobre la mesa la cruda realidad: la educación en España está fallando. Pero no se detiene ahí, porque también propone soluciones concretas, urgentes y viables para revertir esta situación.
En esta última edición, los resultados muestran que la proporción de estudiantes con puntuaciones por debajo del nivel 2 (básico) ha aumentado en todas las áreas: un 3% más en matemáticas, un 6% más en lectura y un 5% más en ciencias, en comparación con los datos de 2012.
Este deterioro es aún más preocupante si se considera que, a nivel global, otros países han conseguido mejorar sus resultados o, al menos, mantener niveles estables a pesar de la pandemia. Entonces, ¿qué está fallando en España?
Una educación sobrepolitizada
Una de las principales razones de este declive es la inestabilidad legislativa. El informe señala que España ha sufrido "continuas reformas por parte de los diferentes partidos políticos, en periodos de tiempo tan breves —ocho en los últimos cuarenta años de democracia—, que ha creado una sensación generalizada de inestabilidad que hace cuestionar la ambición real de cambio detrás de dichas medidas".
La Ley Orgánica de Modificación de la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE), la más reciente, se implementó sin evaluar a fondo los efectos de las reformas anteriores, repitiendo los errores del pasado. Un hecho que, La Facultad Invisible describe como un "caos legislativo" que ha creado un entorno en el que los profesores y los alumnos no pueden adaptarse a un currículum en constante cambio, debilitando la calidad de la enseñanza.
Este problema se agrava con la descentralización del sistema educativo. Pese a que el traspaso de competencias a las Comunidades Autónomas permite una mayor flexibilidad para adaptarse a las necesidades locales, en la práctica ha generado enormes disparidades en la calidad de la educación entre las diferentes regiones del país.
El declive del rendimiento académico también está vinculado a la desmotivación y el agotamiento del profesorado. El reporte asegura que, "en todos los ámbitos, figuras de prestigio y respeto social han visto significativamente minada su autoridad como consecuencia de los cambios culturales producidos durante las últimas décadas".
Tanto es así, que esta visión del profesorado "como el enemigo", se ha traducido en unos docentes que, indican, "muestran signos alarmantes de apatía, pérdida de motivación del ejercicio de la profesión, agotamiento, ansiedad y depresión".
Junto a ello, los constantes cambios en los temarios y las metodologías "en poco tiempo" los han obligado a adaptarse una y otra vez, sin que se les proporcione la formación adecuada para enfrentar estos retos.
Por estos motivos, confiesan, "no sorprende que existan actualmente grandes problemas para encontrar profesionales que quieran dedicarse a la enseñanza, ni tampoco que cerca del 40% de los profesores presenten problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, ni un 65% de los docentes afirme padecer estrés desde el primer día de clase hasta que acaba el curso escolar".
Innovación por innovación
Uno de los aspectos más controvertidos del informe es su crítica a la implementación de metodologías pedagógicas innovadoras dada, dicen, "la falta de evidencias científicas que demuestren inicialmente su eficacia". Incluso, advierte que en los últimos años se ha promovido la innovación en la educación por el simple hecho de innovar.
Un ejemplo claro de ello es la popularización de la "enseñanza-aprendizaje basada en proyectos (ABP)", una metodología que si bien puede ser efectiva en términos de "promover el trabajo en equipo", entre otros aspectos, ha sido adoptada de manera generalizada sin pruebas suficientes de su eficacia en el sistema educativo.
Situación similar es la que se presenta con la introducción de la tecnología en las clases, ya que, el informe PISA refleja los riesgos del mal uso de estas herramientas. Y lo explican desde La Facultad Invisible: "Al agrupar los resultados de los alumnos en todas las materias, en función de cuántas horas al día se usan los recursos digitales en el aula, encontramos un comportamiento interesante y significativo en forma de U invertida".
Asimismo, la exposición prolongada a pantallas afecta al neurodesarrollo de los jóvenes, reduciendo sus capacidades de atención y afectando a su bienestar socioemocional. Por este motivo, desde la asociación subrayan la necesidad de regular el uso de la tecnología, porque, indican, "parece que su inclusión puede conllevar una mejoría del rendimiento académico, pero solo cuando se implementa en su medida justa".
Una educación de calidad
Ante este panorama, el informe propone una serie de medidas para transformar el sistema educativo y revertir el declive. En primer lugar, la creación de una ley educativa, duradera y apartidista, "fruto de un gran consenso social y profesional que garantice su estabilidad a largo plazo y que involucre principalmente a los docentes como expertos en todos los niveles de enseñanza".
Para mejorar la calidad de la educación, consideran fundamental "recuperar la autoridad del docente". Esto incluye mejoras salariales, reducción de las cargas burocráticas, menores ratios de estudiantes por clase y una formación continua rigurosa que prepare al profesorado.
Defienden un uso responsable de la tecnología, utilizándola como una herramienta al servicio de la educación y no como un fin en sí mismo. Por ello, hacen hincapié en la priorización de metodologías que promuevan el pensamiento crítico y el aprendizaje profundo.
Entre otras propuestas, también señalan el equilibrio entre competencias y conocimientos o el impulso de la lectura como medidas clave para reestructurar el sistema. Porque, dicen, "igual que la calidad de una fruta nos permite intuir el estado de la planta de la que se cosechó, los resultados PISA revelan el estado de la sociedad adulta de cada país".