"Nuestro toque humano ha calentado el planeta. La explotación capitalista de los recursos finitos de la Tierra está acelerando el deshielo de nuestros preciados glaciares". Con estas palabras, el colectivo artístico femenino Hyphen Labs nos abren las puertas a Insidious Rising (subida insidiosa), un proyecto digital que pretende mostrarnos, de manera visual, las "consecuencias irreversibles" que provocaría el "colapso del hielo terrestre" si las temperaturas incrementasen 2º C más, que demuestra, en el Día Mundial del Arte, que la expresión artística puede impulsar la lucha climática.
Esta, junto a MRI of the Earth (resonancia magnética de la Tierra), de Refik Anadol, es la nueva iniciativa artística que se suma a El latido de la Tierra, un programa lanzado en 2020 por Google Arts & Culture y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) que invita a los artistas a interpretar los datos científicos sobre el clima a través de obras de arte interactivas y digitales.
Estas nuevas obras se suman a las ocho ya publicadas desde el inicio del programa. Todas ellas tienen un objetivo común: hacer más accesibles y visibles los datos que explican la crisis climática y su impacto en nuestro entorno.
Porque los datos y las gráficas son importantes para entender lo que le ocurre a nuestro planeta. Pero solos, sin una contextualización tangible, son difíciles de comprender. Y es que, como explicaba el investigador del CSIC, Fernando Valladares, en declaraciones a ENCLAVE ODS, "nuestro cableado cerebral no está preparado para entender aspectos globales, como la emergencia climática".
Ahí es, precisamente, donde entra en juego la capacidad del arte de hacernos sentir y comprender lo que, por sí solo, nuestro cerebro no consigue procesar. Porque, como recuerda Alexander Saier, director de Comunicación Digital de UNFCCC, en un comunicado de Google, "a lo largo de la historia, los artistas han utilizado su trabajo para transportar a la gente a lugares lejanos y arrojar luz sobre los profundos desafíos a los que se enfrenta la humanidad".
Y es que, como dice secretario ejecutivo adjunto para el Cambio Climático de la ONU, Ovais Sarma, en el mismo texto, "con los impactos del cambio climático acelerándose y haciéndose más evidentes cada día, es más importante que nunca involucrar a los artistas y emplear la cultura como un vehículo para el mensaje de que la situación climática es urgente".
Así, esa ciencia y datos complejos, llenos de incertidumbres incomprensibles para la mayoría, se pueden mostrar de "forma emotiva", indica Sarma. De esa manera, será más sencillo comprender cómo el calentamiento global afecta a todos los habitantes del planeta, tanto individual como colectivamente.
Una subida insidiosa
"¿Cómo nos afectarán los efectos en cascada del deshielo de los polos?". Esa es la pregunta a la que Hyphen Labs intenta dar respuesta con su obra. Junto con la artista iñupiaq (indígena del norte de Alaska) Allison Akootchook Warden y el Sindicato de Científicos Preocupados (Union of Concerned Scientists), este colectivo artístico explora los efectos en cascada que provoca el deshielo de los polos.
De una manera visual e interactiva, su proyecto explica cómo el calentamiento global no sólo "desencadenará el colapso ecológico, sino que también ejercerá presión sobre los sistemas existentes que ya afectan de manera desproporcionada a los marginados", asegura Saier.
Una resonancia de la Tierra
"Si queremos curar a nuestro planeta, primero tenemos que conocer sus síntomas". Con esta premisa, y teniendo en cuenta que vivimos en el Antropoceno –era geológica caracterizada por el impacto humano sobre la Tierra– y que el Holoceno ha quedado atrás, el artista Refik Anadol interpreta nuestro planeta como si fuese un cuerpo.
Y se pregunta: "¿Qué daños nos mostraría una resonancia magnética de la Tierra?". Así, nos invita a recorrer las entrañas del planeta desde 1970 hasta el futuro cercano, 2030. A través de un mundo que rota sobre sí mismo, Anadol muestra el daño que le estamos infligiendo con el cambio climático.
Pero no sólo eso, también invita a reflexionar sobre la belleza de la Tierra. Para ello, utiliza visualizaciones de paisajes naturales generadas por aprendizaje automático para, así, empujar al espectador a actuar y soñar con un mundo mejor.
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