Cartel del evento de Freeda.

Cartel del evento de Freeda. Cedida

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Freeda reúne a un grupo de mujeres que reivindican el "tejer redes" para luchar contra "el divide y vencerás"

Lucía Mbomío, Andrea Abaigar, Rafaela Pimentel y Noa Sánchez debatieron sobre la importancia de conocer a otras mujeres con tus mismas vivencias. 

10 marzo, 2023 16:03

La "resaca emocional" del 8M es "como con tu cumpleaños, provoca una sensación extraña de melancolía cuando sabes que termina". Así define Clara Amechazurra, directora de contenidos de Freeda España, esa jornada después del Día Internacional de la Mujer. 

Un 9M en el que tuvo lugar el evento ‘Por mí y por todas mis compañeras’, una mesa redonda para hablar de la importancia de los apoyos entre mujeres, organizada por la plataforma para milenials y Generación Z que difunde historias reales para inspirar un cambio positivo. Porque, como explicó Amechazurra durante la charla, cada 9 de marzo empieza para las feministas un nuevo año, una especie de nuevo ‘curso escolar’, que se basa en “tejer redes entre mujeres”. Esas que nos sostienen, nos ayudan a avanzar y a vivir.

Las mujeres que compartieron esa mesa fueron Andrea Abaigar, autora de Tonteando con la maternidad y sin drogas (2023) e integrante de Hasta la Teta; Lucía- Asué Mbomío, periodista y divulgadora; Noa Sánchez, cantante, modelo y activista contra la gordofobia; y Rafaela Pimentel, de Territorio Doméstico, trabajadora del hogar y activista.

Las cuatro coincidieron en algo muy fundamental: la importancia de las redes de apoyo que en muchas ocasiones "salvan vidas". "Las redes entre mujeres para nosotras han sido muy importantes, y más para las que hemos tenido que migrar en busca de una vida mejor", recordó Pimentel.

E hizo hincapié en que "una mujer sola en el empleo de hogar es una de las cosas más difíciles: nos ha costado mucho que este trabajo tenga unos derechos y lo hemos conseguido hace poco". Por eso, insistió, las redes son muy importantes: "Es lo que nos sostiene”.

Si algo han atravesado a lo largo de su experiencia estas cuatro mujeres es, de alguna manera, la soledad. Como explicó Abaigar, ser madre implica a día de hoy soportar opiniones no solicitadas, reproches de parte de aquellos que sienten que has cambiado o hacen preguntas que no merecen respuesta, lo que puede hacer que se sientan incomprendidas, solas y afectar a su salud mental.

La salud mental maternal tiene que ser una prioridad, porque si la madre no está bien nada funciona", reivindica. Y cuenta que "la persona que eras antes de entrar al hospital y la que eres al salir cambia radicalmente".

"La maternidad está muy idealizada: si estás fastidiada, no puedes decirlo, pero las redes de mujeres nos han venido muy bien para despotricar. Porque la soledad es brutal”, afirmó Abaigar durante la mesa redonda con Freeda España.

Sánchez, por su parte, explicó cómo ella no supo detectar esa depresión posparto con la misma facilidad que otras mujeres. Todos los síntomas y momentos por los que atravesó creyó que eran normales, porque nadie tuvo en cuenta cómo estaba ella.

“Cuando mi hijo tenía 4 años yo me enteré de que tenía depresión posparto. Cuando tienes un hijo, todo el mundo sabe más que tú, son los ‘opinólogos’ a los que no les has pedido nada. Yo creía que era normal sentirme mal hasta que, hablando por redes sociales, aparecieron un montón de mujeres que me dijeron que todo lo que me pasaba como madre, artista, gorda… les pasaba también", afirmó. 

Esas comunidades han ayudado a estas cuatro mujeres a sobrevivir en muchos momentos. Pero, como en todo, no siempre se puede estar de acuerdo con todo lo que estas redes opinan y dicen. Porque cada mujer tiene una realidad diferente que quiere visibilizar. La clave precisamente se encuentra en escucharlas.

“Es posible no estar de acuerdo entre nosotras y está bien. Escucharnos es necesario, porque esas diferencias construyen discursos desde el eslabón más débil. Yo fui la única niña negra del cole. A mí me decían ‘negra de mierda’ y preguntaban que si manchaba. A mis amigas del alma blancas les he tenido que explicar que lo que me pasaba era por negra. Cuando salgo a la calle me ponen un montón de estereotipos que ellas no entienden. Por eso no pasa nada por no estar todas siempre de acuerdo, yo las quiero igualmente”, concluyó Mbomío.

Porque, como dijeron, "ese 'divide y vencerás'" en el que nos educan, se rompe cuando las redes de mujeres empiezan a tejer.