España, junto al resto de países de la Unión Europea, se enfrenta a una serie de desafíos educativos que tienen su raíz en las circunstancias cambiantes de la sociedad en la que vivimos, entre otras causas.
Estos retos se orientan a uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 marcada por las Naciones Unidas, el cuarto, que consiste en garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
"Uno de los objetivos principales de la LOMLOE, la ley educativa que acaba de entrar en vigor, es reducir las tasas de abandono escolar temprano en línea con los países europeos más avanzados". Así recoge la página del Ministerio de Educación y Formación Profesional que la nueva norma pretende ser un instrumento para acometer uno de los retos más importantes de la educación en España.
La tasa de abandono educativo temprano en 2020 en España era del 16%, según los datos de la Encuesta de Población Activa. Aun siendo uno de los porcentajes más altos de la Unión Europea, ha mejorado sustancialmente si se toma como referencia la tasa de 2010, que era del 28,2%. Este indicador es uno de los que la UE toma como referencia para valorar las competencias en materia de educación.
De hecho, la recogida de datos para prevenir el absentismo es una constante de los países, con el fin de proponer alternativas educativas y formativas que impulsen el crecimiento económico, la productividad o la integración de la población.
Retos de la educación
Además de la tasa de abandono escolar temprano, hay otros indicadores estructurales para analizar el sistema educativo de los países, según el informe Eurydice de 2021.
El sistema educativo se enfrenta a desafíos como la estandarización de las pruebas de evaluación de los estudiantes para que sean acordes a las competencias que demanda la realidad; la flexibilidad de los itinerarios educativos que prevengan el abandono educativo para que los estudiantes se mantengan en el sistema.
Por otro lado, la formación inicial del profesorado o el desarrollo profesional continuo es otro de los retos del sistema educativo. Esto se consigue, por ejemplo, implementando programas que aporten al equipo docente herramientas para el desarrollo de competencias, como el Plan de Digitalización y Competencias Digitales del Sistema Educativo (#DigEdu) del Ministerio de Educación y Formación Profesional.
Los itinerarios de educación de segunda oportunidad, la orientación educativa y profesional, o iniciativas de educación y formación relacionadas con la Garantía Juvenil son otros indicadores que suponen un desafío del sistema educativo.
Los docentes, la clave
Si los alumnos y su mejora son el objetivo fundamental de la calidad del sistema educativo, en línea con el ODS 4, los docentes deberían ser el pilar fundamental que lo sustenta, aunque habitualmente hayan sido los grandes olvidados en las reformas educativas.
En un paradigma de excelencia, sin duda son los principales protagonistas e interesados en llevar a cabo los cambios necesarios para que la educación en España pueda tener la calidad que todos deseamos.
Tenemos unos profesores excelentes que llevan años pidiendo reformas estructurales en la educación, pero también en la propia formación docente, teniendo en cuenta una serie de aspectos fundamentales.
Es imperativo hacer de la docencia una profesión atractiva a través de la formación del profesorado teniendo en cuenta tres ejes: aprendizaje permanente, enseñanza por competencias y capacitación en enseñanza digital. También es necesario tener unas prácticas supervisadas de calidad en la formación inicial y, por último, la participación del profesorado en la creación y el desarrollo del currículo como protagonistas de su implementación en el aula.
Fundación Créate nació en 2011 con una visión clara de la relevancia del profesorado en su conjunto, y de cada maestro de manera individual, para el cambio educativo que todos queremos. De ahí que, desde sus inicios, el foco se haya puesto en escucharlos y diseñar los programas con ellos, en su formación y acompañamiento a lo largo del proceso y por último, en visibilizar y compartir su labor.
Los nuevos retos que plantea la educación en nuestro país necesitan a los docentes como fundamento esencial del sistema. Al final, la estructura del sistema educativo o el propio currículo son las herramientas, y nuestros docentes son quienes llevarán a las aulas la nueva educación. Unos docentes excelentes que necesitan, además de todo nuestro apoyo, el protagonismo que merecen.
*** Álvaro Rengifo Abbad es presidente de Fundación Créate.