"Todo español tendrá una pensión pública; es sagrado": Pilar Glez. de Frutos, expresidenta de UNESPA

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La necesaria reforma de la previsión social complementaria en España es el título de ese ensayo galardonado con el Premio Internacional de Seguros Julio Castelo Matrán. Esa anticipación, ese saber ahorrar, asegura González de Frutos en una conversación con ENCLAVE ODS, parece compleja, pero no es imposible.

“Cuanto antes se empiece a ahorrar, mejor”, indica la experta, ya jubilada. Para algunos, sin embargo, esa tarea puede parecer toda una odisea. Al preguntarle por la precariedad laboral que, en muchas ocasiones, impide que el ahorro suceda, responde que “no es tan importante la cantidad que se ahorra como el hecho de empezar muy pronto”.

Porque, recuerda, “la capitalización juega a favor del ahorro”. Así, que insiste: “Cuanto antes se empiece, antes se consigue que la masa de ahorro vaya creciendo”.

Pilar González de Frutos, durante su entrevista con ENCLAVE ODS. David Morales

Pregunta: ¿Eso quiere decir que ve un 'futuro negro' para las pensiones en nuestro país?

Respuesta: Todo español tendrá siempre una jubilación, una pensión pública. Y esto es algo que no tiene duda; es sagrado. Forma parte, además, de toda la cohesión social y es un fundamento básico de nuestra vida. Otra cosa es qué nivel puede llegar a alcanzar esa pensión en relación con los salarios.

Eso, indica, dependerá “fundamentalmente” de “la capacidad de financiación de esas pensiones que vayamos a tener en el futuro”. Para 2070, explica González de Frutos, habrá dos cotizantes por cada jubilado. Esa situación, dice, es “la que nos lleva a tener que reflexionar sobre cuál es el nivel de pensión que en el futuro vamos a producir”.

“¿Vamos a tener pensión? Sí, sin duda. ¿Cuál va a ser su nivel? Dependerá de cuántos cotizantes vayamos a tener, de cuánta necesidad tengamos de crear nuevos empleos y, por tanto, no podemos tampoco recargar mucho a las empresas subiéndoles la cotización, porque entonces no podemos generar nuevos empleos”, zanja.

Detalle de la entrevistada. David Morales

Para González de Frutos, la solución estaría en “buscar que todos los que generan renta puedan generar ahorro”. ¿Y cómo se anima a generar ahorro? “Con incentivos, porque la tendencia humana es al consumo, no al ahorro”, replica.

P.: ¿Qué propone usted para ello?

R.: Hay un montón de cosas que pueden mejorar la situación actual. La primera, ser transparentes y dar información clara a los ciudadanos sobre cuál es el nivel de pensión que racionalmente pueden llegar a esperar en el futuro. En este país no lo hacemos y, en cambio, en países de nuestro entorno sí se hace: cuando uno tiene información sobre cuál puede llegar a ser su nivel de pensión, tiene mayor incentivo a ahorrar. Además, hay incentivos directos para facilitar ese ahorro privado complementario.

Esas, asegura, son “las propuestas que desde el sector asegurador se ponen a disposición de quienes tienen que tomar decisiones”. Esto es, de los responsables políticos.

Las pensiones de las mujeres

“La incorporación de la mujer a la vida laboral ha sido un hecho incontestable que ha ayudado muchísimo al desarrollo de nuestro país”, indica González de Frutos para hablar sobre cómo ha cambiado el trabajo femenino desde que ella comenzara a trabajar y, sobre todo, cómo eso impacta en las pensiones de ellas. “Naturalmente, como un trabajador, una trabajadora tiene sus cotizaciones y tiene también que generar su derecho de jubilación”, recuerda.

González de Frutos posa para EL ESPAÑOL. David Morales

La experta también reconoce que “todavía hay una diferencia entre la media de pensión que conseguimos las mujeres comparadas con la de los hombres”. La razón, aclara, está en los “blancos de cotización”. Y lo explica: “Son momentos en que las mujeres, incluso trabajando, no han cotizado y, por tanto, sus carreras de cotización en general son más cortas que las de los hombres”.

Sin embargo, esa diferencia, insiste, “tiende poco a poco a corregirse”. Y remarca: “Hoy por hoy, una carrera de cotización de una mujer que se incorpora a la vida laboral puede ser muy equivalente a la de un hombre”. Además, recuerda, ya existen “soluciones legales” para salvar las diferencias propiciadas por “cuestiones tan naturales como la maternidad”.