La gurú en fondos públicos, Chus Escobar: “Sólo el 7,8% de la población mundial vive en democracias plenas”
Desde su despacho en la cima de una torre inteligente en Nuevos Ministerios, Chus Escobar tiene, por así decirlo, una visión a la vez lejana y cercana.
13 abril, 2024 02:12Experta en ‘lo público’, la asignatura más alambicada de cada país europeo, lo es sin embargo desde ‘lo privado’. Miembro de la Comisión de Turismo de la Cámara de Comercio de España y del Consejo de Turismo de CEOE y socia de EY, una de las Big Four, describe a vuelapluma una ‘breve historia de la Administración española’: sin duda, el presente de lo público se convierte en historia inmediatamente.
¿Sería posible escribir una ‘breve historia de lo público’?
En términos generales, primero vinieron las privatizaciones en los años noventa, luego la transferencia de competencias del Estado al sector autonómico, algo que ha tenido muy largo recorrido en el tiempo, y más tarde la digitalización de las administraciones. La cuarta etapa sería la actual, la conectada con los fondos europeos.
Se habla continuamente de los fondos Next Generation, ¿tan importantes van a ser? ¿España va a cambiar?
Un informe del Banco de España del año pasado estimaba un impacto anual de hasta el 1,75% en el PIB. Son una oportunidad que no podemos ni debemos perder. España tiene experiencia en gestión de fondos europeos desde hace años con los marcos plurianuales, pero nunca hemos tenido una oportunidad con estas cifras, y en un espacio de tiempo tan reducido…
¿Cuáles son esas cifras exactamente?
El volumen total es de 750 mil millones de euros, en España, NextGenerationEU son 163.000 millones de euros frente a los 35.000 del marco financiero 21-27. Es decir, mucho más en menos tiempo y sin cofinanciación, son 100% europeos, por eso ahora se habla mucho más de estos Fondos y de lo que Europa pide a España.
¿Y cuáles son las ‘pegas’ que Europa le pone a España?
Hay un documento muy curioso, las “Country Specific Recommendations”: también conocidas como CSR, uno de los documentos más importantes de supervisión económica de la UE sobre los Estados Miembros. Las emite el Consejo Europeo, a propuesta de la Comisión. Curiosamente, son estructurales y a día de hoy no tienen que ver con el sector financiero, más con temas como disminuir la dependencia de los combustibles fósiles o con mejorar la formación. Vamos a vivir una gran transformación.
¿Diría que se va a producir esa gran transformación del sector público?
Absolutamente. Lo que era válido hace diez años ya no lo es. Habrá una transformación básicamente por cuatro fuerzas. Primera, los fondos europeos. Segunda, el contexto geopolítico global, cada vez va a influir más quién gana en EEUU y qué conflictos políticos hay. Tercera, el cambio demográfico, las generaciones que vienen, el tener una población más envejecida. Por último, la AI y las demás tecnologías nos van a transformar.
¿Existe o no comunicación entre las diferentes administraciones? A menudo se dice que no…
En contra de lo que se puede pensar, las personas que forman la Administración hablan mucho entre ellas a nivel técnico, gobiernos de todos los colores, es muy habitual que una Comunidad llame a otra o al Ministerio, a nivel técnico suele haber un diálogo muy fructífero para aprender unos de otros. Eso es muy sano. ¿Estáis robotizando? ¿Usáis AI? También ha cambiado mucho, ahora la digitalización son procesos en los que, en tres meses, se reduce a la quinta parte el tiempo en el que un autónomo percibe una subvención. Suceden cosas alucinantes. Antes era casi un acto de fe. Alguien en la administración tenía el liderazgo suficiente y se usaba casi la legislatura entera.
¿Cuál cree que es la clave del éxito de los procesos de transformación?
Un elemento clave es mostrar cómo ese cambio que propones ha funcionado en otros sitios, una vez que se ha hecho con buenos resultados antes, es más fácil. El problema suele ser empezar. Cuando un directivo público ve que algo ha funcionado y ha tenido éxito, es más fácil. Pero yo diría que se requiere resiliencia para iniciar el cambio, un liderazgo que sea capaz de generarlo.
¿Tiene un rol el liderazgo?
A las personas hay que acompañarlas, darles seguridad. Nadie quiere cambiar, porque a nadie nos gusta la incertidumbre. Se requiere apoyo, formación, comunicación. Ahora se habla más de transformación integral, de talento… hay otras nomenclaturas. Todas tienen que ver con que las personas necesitan ayuda para abrazar el cambio. No se puede digitalizar sin tener en cuenta a las personas.
¿Encontró resistencia a su liderazgo por ser mujer?
Eran otros tiempos desde luego. A mí algunas frases sobre dónde estaría yo cuando terminasen los plazos de las licitaciones me entraban por un oído y me salían por otro. No debemos juzgar comportamientos pasados con el prisma de hoy. Nadie sale indemne, y afortunadamente las cosas han cambiado. Yo tuve mucha suerte porque mi madre era catedrática de biología, éramos cuatro hermanos. Recuerdo que un día mi padre entró en casa y mi hermano mayor estaba poniendo cera en el parqué y yo estaba barriendo. Y preguntó qué hacía él fregando el suelo y mi madre le dijo ‘tú y yo tenemos una educación, pero nuestros hijos tendrán otra’. Ahí lo entendimos todos. Era una señora culta, con opiniones fuertes, en un plano de igualdad con mi padre, eso me ha permitido ser quien soy.
¿Qué lugar tiene la cultura en lo público, como herramienta de cambio?
Me gusta mucho y creo en su importancia. La ópera, la música en general, la literatura, el arte, el teatro… Según el último “Ranking de democracias” de The Economist, sólo el 7,8% de la población mundial vive en democracias plenas. El informe se puede descargar completo y gratuitamente de la web. Las experiencias culturales abren la mente y nos hacen mejores profesionales y mejores personas, porque sirven para comprender la diversidad, creo sinceramente que tenemos mucha suerte de vivir en un país como el nuestro, con todo lo que nos queda por hacer.