Desde que José María Aznar descartó como sucesor a Rodrigo Rato para bendecir la figura de Mariano Rajoy en agosto de 2003, lo suyo ha sido una historia de encuentros y desencuentros continuados en el tiempo. El presidente de honor del PP ha agudizado sus críticas hacia su propio partido en la segunda mitad de la legislatura de Mariano Rajoy. La reprimenda llega justo en el momento más delicado para el partido, que se juega su permanencia en primera división. EL ESPAÑOL repasa los diez hitos de un desencuentro anunciado.
22 de marzo de 2013
Había pasado un año y medio desde que Mariano Rajoy llegó a La Moncloa cuando recibió la primera llamada de atención de su padrino político. El PP todavía vivía sumido en la crisis que, según defendían, habían heredado de José Luis Rodríguez Zapatero. “Hay que ofrecer esperanza”, dijo José María Aznar a los suyos en una entrevista con la periodista de Antena 3 Gloria Lomana.
El expresidente sacó pecho de su gestión: “Espero que nadie dude de que nosotros: hicimos en 1998 una gran reforma fiscal y bajamos los impuestos”. Incluso sembró la duda de su vuelta a la política para enderezar el rumbo del PP. “Cumpliré con mi responsabilidad, mi conciencia, mi partido y mi país”, respondió cuando se le preguntó por su hipotética vuelta a la política. El PP en bloque salió a defender a Rajoy, que tachó con una cruz a Aznar.
7 de noviembre de 2013
La víspera de la presentación de sus memorias, José María Aznar ofreció una entrevista en Antena 3 para hablar precisamente de eso, de su libro. Sin embargo, aprovechó la ocasión para atizar a su sucesor al frente del PP. Según Aznar, lo único que le preocupaba de Rajoy en ese instante es “que acierte” y le pidió “que no sea simpático, sino que tome decisiones”.
Un día después, ni un solo miembro del Ejecutivo respaldó al presidente de honor en la presentación del segundo tomo de sus memorias: El compromiso del poder. Aznar hizo público que estaba muy dolido con el boicot de la dirección nacional de su partido, que habría dado la orden de no acudir a respaldar al presidente de honor del PP. Aznar aprovechó la presentación de su libro para dejar claro que la crisis llegó cuando el PSOE “empezó a incumplir las reglas del club del euro”. El Gobierno del PP, se supone que “hace lo que puede”. Tras comprobar que sus compañeros le dejaron solo, Aznar manifestó en público su malestar y lanzó un aviso horas después en una entrevista en la cadena radiofónica Cope, cuando se le preguntó sobre si el PP le había mandado un mensaje de escenificación de la ruptura: “Tomo nota”.
1-2 de febrero de 2014
El PP celebra la Convención en Valladolid, el acto más importante del partido tras las elecciones que ganó Rajoy en 2011. Aznar pegó un portazo a sus compañeros con una excusa demasiado blanda: tenía un viaje internacional a Filipinas. Lo que se escondía debajo era la salida de Jaime Mayor Oreja, que renunció a ser el candidato a las europeas por su mala relación con Rajoy.
El desplante de Aznar fue el momento en el que el PP literalmente le enterró. La cúpula al completo creía que el acto del partido era mucho más importante que el evento, que podía haber cambiado para días posteriores.
Abril de 2014
Eran unas elecciones donde el PP medía la fuerza que había perdido tras los duros ajustes que había acometido el Ejecutivo de Rajoy. Sin embargo, aún dolía las palabras críticas del presidente de honor. Por eso, los dirigentes del partido excluyeron a Aznar de la convocatoria y midieron mucho sus palabras a la hora de justificar su ausencia. El votante del PP, aseguraban, ahora es otro, con un perfil muy diferente al que votaba en 1996 y con ganas de escuchar un discurso alternativo, más moderado.
28 de abril de 2014
En plena carrera por las europeas, Aznar aprovechó un acto de su mujer como alcaldesa para dejar claro que nadie le había llamado para acudir a algún mitin del PP. “Me hubiera gustado, me hubiera encantado hacer un mitin con Miguel Arias Cañete porque es un gran amigo y una gran persona. Pero ahora, a otra cosa”. El expresidente del Gobierno dejó claro que ya era tarde para que el PP diera marcha atrás en su decisión.
9 de septiembre de 2014
Fue durante las vacaciones de agosto cuando Aznar convenció a su mujer de que el partido no la quería y que era mejor que renunciase ella a ser la candidata del PP a la Alcaldía de Madrid antes de que la apartasen. Y así lo hizo. El 1 de septiembre, Ana Botella comunicó al presidente del Gobierno que no quería seguir. Una semana después, cuando las encuestas ya indicaban que con Esperanza Aguirre o Cristina Cifuentes el PP amortiguaría mejor el golpe, lo hizo público al resto.
23 de septiembre de 2014
En una entrevista con el diario colombiano Tiempo, Aznar advirtió a Mariano Rajoy de que “Cataluña se rompe”. Otra vez aprovechó para reclamar al Ejecutivo que “elimine la fuerte efervescencia independentista catalana”.
23, 24 y 25 de enero de 2015
Tras permanecer varios meses al margen del partido, Aznar vuelve consciente del difícil momento que atraviesa el PP. Es la antesala a la precampaña de las elecciones autonómicas y municipales. Ante toda la militancia, Aznar lanza la pregunta del millón: “¿Dónde está el PP? ¿Aspira a ganar las elecciones?”.
17 de mayo de 2015
Aznar protagoniza el mitin central de las elecciones con las candidatas por Madrid, Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. En lugar de ensalzar los valores del PP, Aznar optó por afear al partido la conducta que mantuvo con su esposa, la todavía alcaldesa de Madrid. “Nadie ha aportado, ni de lejos, lo que ha aportado Ana a sanear las cuentas públicas”.
28 de septiembre 2015
Permaneció toda la campaña electoral en Cataluña callado y esperó a que se consumara el desastre para hablar. Lo hizo a través de un comunicado, lo nunca visto hasta ahora. José María Aznar abrió la caja de pandora con los suyos y recriminó, tras los sucesivos desastres electorales, la estrategia diseñada por los populares. “Es el quinto aviso del electorado y el PP no lo puede desoír”.