Ya no está cansado. Está "como una moto" y, para demostrarlo, pocos días antes de renunciar a su acta como eurodiputado participó en el primer A solas con EL ESPAÑOL. Es el primero de los candidatos a la Presidencia del Gobierno en someterse a las preguntas de los periodistas de este diario. Cree que puede ganar las elecciones e incluso tiene en mente un candidato para presidir la república, pero no se compromete a celebrar un referéndum sobre la monarquía en caso de llegar a La Moncloa. "Nos hemos racionalizado", reconoce sobre sus políticas.
En las elecciones europeas lograron una victoria incontestable. En enero algunas encuestas situaban a Podemos como primer partido del país. Ahora es el cuarto. ¿Qué ha pasado?
Las encuestas decían un mes antes de las elecciones europeas que íbamos a tener entre cero y un diputados. Las encuestas fueron incapaces de predecir que nada más y nada menos que Esperanza Aguirre iba a ser derrotada por Manuela Carmena, que Teófila Martínez iba a doblar la rodilla frente a Kichi, que una activista antidesahucios que había llamado criminal al representante de las entidades financieras en el Congreso fuera la alcaldesa de Barcelona. O que Xulio Ferreiro o Pedro Santisteve se convertirían en alcaldes de Coruña o Zaragoza. Es un año de muchos cambios y muchos elementos imprevisibles. Hemos contribuido a cambiar la política de nuestro país. Nadie lo niega. Incluso algunos dicen que el rey tiene que dimitir precisamente después de lo que ocurrió en las europeas.
¿Por qué utiliza la palabra dimitir?
En política está bien dimitir. Que un jefe de Estado dimita y utilicemos esa palabra contribuye a introducir un lenguaje democrático en instituciones que deben democratizarse. Abdicación no suena a moderna.
¿Por qué dimitió Juan Carlos?
Dicen algunos que la monarquía fue la institución que primero se dio cuenta de que se estaba produciendo una crisis de régimen. Que esto era o renovarse o morir. Todo el mundo reconoce que los peores momentos de la institución monárquica en España se produjeron en los meses previos a esa dimisión.
Podemos sacó cinco eurodiputados de 54. ¿En realidad cree que el rey abdicó por su irrupción?
Me limitaba a repetir lo que dijeron algunos. Este resultado electoral fue síntoma de una serie de cambios increíbles. De repente en el PSOE se va el viejo Rubalcaba y entra el joven Pedro Sánchez, que competía con otro joven que a mí me cae mejor y es Eduardo Madina. Se quita la corbata, se remanga la camisa, le ponen una mochila, empieza a organizar asambleas. Nos llama populistas durante algún tiempo pero después dice que hay que hacer una renta garantizada y que hay que subirle los impuestos a los ricos. ¿En qué quedamos, Pedro Sánchez? Nos van copiando todas las cosas. Empezamos a ver a veinteañeros y treintañeros en los programas de televisión. Incluso en los medios de comunicación se empiezan a ver otro tipo de estilos. Jordi Évole hizo un programa el otro día que antes era inimaginable en España. Hemos contribuido modestamente a lo que decía Alfonso Guerra hace muchos años: a que este país en este año y medio no lo conozca ni la madre que lo parió.
Todo este cambio que describe es paralelo a una pérdida de apoyo que señalan todas las encuestas, también las suyas. ¿Cuánto puede Podemos?
Por suerte, las composiciones parlamentarias no las deciden las encuestas sino los ciudadanos votando. A muchos les gustaría que no se votase, que se hiciese una media.
Probablemente a ustedes también en el caso de Cataluña.
Nosotros dijimos que habíamos tenido un mal resultado. Y sin embargo, al final todos quieren sumar nuestros votos a los suyos. Hemos mantenido una posición de responsabilidad de Estado. No queremos que Cataluña se vaya de España, pero pensamos que si el 80% de los ciudadanos de Cataluña quieren votar, deben poder hacerlo. Como presidente del Gobierno asumiré promover ese referéndum y pediré que Cataluña se quede dentro de España en otro encaje constitucional.
Si el 80% de los catalanes quieren votar, ¿por qué no buscar una solución democrática?
¿Cuál es la unidad de la soberanía? ¿La comunidad autónoma, la provincia, la ciudad, el barrio, la comunidad de vecinos?
No se puede poner puertas al campo. Hemos visto en una de las democracias más consolidadas del mundo, la británica, cómo la Cámara de los Comunes dio un "ok" a un referéndum en Escocia. No ha llegado el apocalipsis. Las soberanías se fundamentan en las voluntades colectivas. Para mí, lo que define una democracia es la voluntad colectiva de los ciudadanos. No podemos darnos la vuelta a lo que ocurre en Cataluña. Si el 80% de los catalanes quieren votar, ¿por qué no buscar una solución democrática?
Estoy convencido de que la cuestión de la permanencia de Cataluña en un proyecto común es algo que con nosotros en el Gobierno está garantizado. Antes de que el PP empezara a hacer el bestia desde el Gobierno no había tanta gente en Cataluña que se quería ir. Había independentistas y siempre los va a haber, pero mucha gente ha entendido que quería independizarse del PP. Y el señor Artur Mas sabe perfectamente que si nosotros gobernamos en España somos la principal garantía de que España no se rompa.
Eso que usted dice no tiene ningún reflejo en las urnas. Acaban de perder las elecciones de manera muy clara.
¿Podría imaginar que alguien que ha votado Ciudadanos o PSC votase Junts pel Sí? Imposible. ¿Que alguien que haya votado Junts pel Sí o la CUP votara al PSOE o a Ciudadanos? Imposible. Pero todo el mundo reconocerá que gente que ha votado a Ciudadanos, PSOE, vote por Podemos, y gente que ha votado a Junts pel Sí y la CUP vote por Podemos en las elecciones generales.
¿Quiere decir que el TC debería haberse abstenido de juzgar la constitucionalidad del Estatut?
Si algo se hizo mal fue esa decisión del Tribunal Constitucional que actuó como no tenía que actuar diciendo a los catalanes que habían votado mal. El Constitucional no puede ser un tribunal político.
¿Carece de legitimidad el actual TC?
En ningún caso. Eso sí, si hay magistrados que llaman por teléfono a Ferraz o a Génova para preguntar qué tienen que hacer, les diremos que con nosotros se va a terminar. En Cataluña hay un problema político y no lo tienen que solucionar los jueces.
Es lo que dice Artur Mas. Hay un ámbito de legitimidad que está por encima de la legalidad.
No utilicemos la legalidad para entrar en cuestiones políticas. A lo mejor Artur Mas tendría que estar sentado en un tribunal por haber amparado la corrupción o permitido recortes, pero no por poner urnas para que la gente vote. No mezclemos lo político con lo judicial.
Quien se preocupa por decir a todo el mundo lo que quiere oír y ser simpático, a veces corre el riesgo de mentir
Ha pasado de ser el niño bonito de la política española a un personaje antipático. ¿Qué ha pasado?
Nunca he sido un niño bonito. Quien se preocupa por decir a todo el mundo lo que quiere oír y ser simpático, a veces corre el riesgo de mentir. A nosotros nadie podrá decirnos que no somos honestos. No voy a mentir, no me voy a vestir de otra manera, no me voy a cortar el pelo ni voy a tratar de simular una sonrisa. Algunos están muy preocupados por caer bien y adornarse con perfumes y poco preocupados por solucionar los problemas de la gente.
Usted dijo estar cansado. Si ya lo está antes de empezar la campaña electoral… ¡cómo lo estará si es presidente del Gobierno! ¿No es un mal presagio?
No estoy cansado, estoy como una moto. El que parece que está cansado es el presidente del Gobierno, que decía eso de la nacionalidad europea y que no se atreve a dar entrevistas porque el cansancio se le nota. Estamos llenos de energía y se nos nota, aunque haya algunos que nos busquen problemas como el ego, o que no soy simpático o estoy cansado. No se preocupen. Nos sobra energía.
Alberto Garzón tampoco viste corbata, pero cada vez está mejor valorado que usted. ¿Por qué no van juntos a las elecciones?
Hicimos todo el esfuerzo posible, pero no pudo ser. Nosotros hemos apostado por los mejores. Apostamos por Carmena para ser la mejor alcaldesa de Madrid. Pensábamos que gente como Alberto y otros de IU podía incorporarse a ese proyecto. Ellos decidieron legítimamente que no, que querían defender un proyecto que nosotros respetamos. No son nuestros adversarios y no vamos a perder ni un minuto en criticar a compañeros que no son nuestros adversarios.
¿Se indigna con que la gente en Venezuela vaya a comprar a los supermercados y no haya nada no siendo un país pobre? ¿O que al jefe de la oposición lo encarcelen sin ninguna garantía? ¿Habría ido como Felipe González a defender que hay que poner en libertad al líder de la oposición?
A González le faltó llevarse equipo. Si se hubiese llevado a Rafael Vera y Barrionuevo hubiera tenido un equipo de defensa de los derechos y las libertades mucho más creíble. Hay que decir las cosas que un país hace bien y mal. La pobreza es un problema serio en Venezuela, pero también en Colombia. La violencia y la corrupción son un problema serio, pero también en Colombia. Hay muchas cosas que el Gobierno de Nicolás Maduro en particular ha hecho mal. Que haya líderes políticos que estén en la cárcel no me parece bien.
¿Está dispuesto a hacer algo? Usted tiene influencia y conexiones.
He estado tres veces en mi vida. La que más, un mes. No tengo ni influencia ni conexiones. Ni en Venezuela ni en Arabia Saudí, donde quien sí que tiene influencia es la familia real, donde no parece que trabajen para que se solucionen los problemas de derechos humanos y las condenas a muertes por lapidación. O en Colombia o en China, un país con un protocolo de relaciones de amistad con el PP. De eso tampoco se habla. Ojalá yo pudiera descolgar un teléfono y decir que se acabase el conflicto en Siria.
Me gustaría que Leopoldo López se presentase a los elecciones
Sí puede utilizar la palabra. ¿Cree que Leopoldo López es un preso político?
Creo que alguien que está en la cárcel por sus ideas es un preso político. Ahora bien, yo no tengo la información suficiente para saberlo porque estoy trabajando para ser el presidente de mi país, no para ser un experto en asuntos judiciales de un país de América Latina. Me gustaría que Leopoldo López se presentase a los elecciones. Igual que lo digo aquí se lo digo a los venezolanos: no resuelvan conflictos políticos a través de los jueces. Pero mucha más información no tengo y creo que en este caso ya es bastante.
¿Podemos ha sido financiado directa o indirectamente por el Gobierno de Venezuela?
No.
¿Podemos ha sido financiado directa o indirectamente por el Gobierno de Irán?
No. Ni de Irán ni de Irak ni de Siria ni de Portugal.
Podemos nunca ha recibido dinero de ningún país extranjero.
Jamás.
Albert Rivera lo ha descartado en las encuestas, pero también en algunas propuestas como las de regeneración democrática. ¿Le ha quitado Ciudadanos esa bandera?
Es llamativo que en el Parlamento andaluz Ciudadanos se haya puesto de acuerdo con lo viejo, con el PP y el PSOE, para cerrar la comisión de investigación sobre la corrupción. Lo lamento. Con Ciudadanos en política económica, mientras estén tan cerca del PP, mientras Garicano siga siendo el hombre de FAES y sigan con recetas viejas, no nos vamos a poner de acuerdo. Pero a lo mejor en transparencia sí podríamos.
¿Podrían pactar con Ciudadanos el próximo Gobierno, más allá de medidas concretas?
No contemplamos un escenario distinto a ganar las elecciones. Si usted pregunta a Rafa Benítez el día antes de la final de la Champions qué dirá el lunes en función del resultado le contestará que está pensando en ganar. En política económica no nos vamos a poner de acuerdo. Es imposible investir a un presidente con el que no estemos de acuerdo en política económica.
¿Cuáles serían sus líneas rojas para pactar con Pedro Sánchez?
Que nosotros estemos por encima. En una situación de un PSOE fuerte, ya sabemos lo que va a ocurrir. El PSOE se va con el PP y sigue apostando por políticas viejas. El PSOE pactó la reforma del artículo 135 de la Constitución.
¿Colgaría un retrato suyo en la fachada de la sede central de Podemos?
Qué horror. Los psicoanalistas se refieren a las cuestiones que tienen que ver con los símbolos y los tamaños de manera muy clara. Una bandera muy grande, un retrato muy grande… en fin. Dejemos que el psicoanálisis responda.
Han moderado su discurso sobre la renta básica universal hasta la renta mínima. ¿Qué quiere en realidad Podemos?
Nos hemos racionalizado, eso es verdad. No me gusta la palabra “moderado”. Hemos asegurado que lo que vamos a decir lo vamos a cumplir en tiempo y forma. La renta universal es un objetivo hacia el que caminar, pero tenemos que decir qué vamos a hacer la primera, la segunda y la tercera semana. Planteamos que tiene que haber una renta mínima garantizada porque en España hay más de 10 millones de personas en riesgo de pobreza. La mitad de los parados no recibe ninguna prestación. Hay una bomba social que son seres humanos con dificultades para alimentarse correctamente. Hay un problema de pobreza infantil y personas dependientes. La renta mínima garantizada son 600 euros y costaría 15.000 millones de euros.
Si tuviéramos el nivel de presión fiscal sobre las grandes fortunas que se tiene en Europa tendríamos 90.000 millones más de euros
¿Con cargo al déficit?
A través de lo que hay que hacer, que es acercarnos a Europa. Si tuviéramos el nivel de presión fiscal sobre las grandes fortunas que se tiene en Europa tendríamos 90.000 millones más de euros. Lo que sale caro es permitir las SICAV, los Rodrigo Rato, los 3%, sean en CDC o en el PP. Simplemente aproximando los tipos nominales a los tipos reales, el Estado podría contar con los instrumentos necesarios para ayudar a la gente.
¿Por qué no se atreve a pedir abiertamente la república?
Creo que es un debate que ya no funciona. Fundamentalmente tiene que ver más con la democracia que con elementos de identificación emocional. Es un debate con el que están encantados los monárquicos. Yo prefiero un debate entre una democracia avanzada en la que no hay por qué contar con reyes y sangres azules sino con personas que sean elegidas democráticamente. Los términos del debate monarquía-república favorecen al status quo.
¿Convocaría un referéndum?
Trabajaría para preguntar a los ciudadanos de alguna manera si prefieren que al jefe del Estado se le elija democráticamente o que sea una figura hereditaria.
¿Quién sería un buen presidente de la república?
Jordi Évole.
(Vídeo en 360. Mueve tu móvil o tu tableta para ver toda la escena)
Noticias relacionadas
- El PP y Ciudadanos, cerca de la mayoría absoluta para la coalición más posible
- Los cuatro 'castigos' de Carmena a quien tiene o gana más dinero
- Colau impone su criterio para la confluencia de izquierdas en Cataluña
- Cinco claves de la campaña de Podemos para el 20-D
- Por qué Podemos cae en las encuestas
- Diez lecciones del debate entre Albert Rivera y Pablo Iglesias