Si hay alguien que antes de las elecciones catalanas se olía el batacazo de Catalunya Sí que es Pot, ese fue Segundo González, el responsable de Finanzas y Transparencia de Podemos.

Segun, como lo llaman en el partido, es un economista de 27 años y se presenta como número dos por Asturias en las listas al Congreso de los Diputados. Mucho antes del día de las elecciones catalanas, se fijó en un indicador clave: el número de microcréditos con los que el partido financia casi al completo sus campañas electorales. Se trata de préstamos a partir de 100 euros que el partido se compromete a devolver en menos de un año, una vez reciba la subvención pública para gastos de campaña que sólo se ingresa después de los comicios.

"Lo hemos visto en todas las elecciones. Es como una especie de sondeo. En Cataluña los microcréditos nos fueron bastante mal", confiesa en conversación con EL ESPAÑOL. En las elecciones andaluzas de marzo, Podemos recibió por esta vía 400.000 euros. Esa campaña les costó 420.000 euros en total, según los datos que aporta González. En Cataluña, donde esperaban obtener unos ingresos similares, sólo recaudaron 128.100 euros. El resto, se compensó con fondos del partido. La noche del 27 de septiembre confirmó los malos presagios. La plataforma abanderada por Iglesias fracasó en su intento de ser determinante y fue superada por el PSC y Ciudadanos.

El pasado miércoles, Podemos puso en marcha su campaña de microcréditos para las elecciones generales. Como las anteriores, lleva la firma de González, experto en economía colaborativa. Ya ha recaudado más de 360.000 euros en aportaciones de entre 100 y 10.000 euros. El contador puede verse en su página web. En algunos casos es dinero nuevo, pero el partido ha comenzado a devolver los préstamos de las autonómicas y muchos de los que participaron entonces deciden renovar el crédito para las generales.

González cree que podrá reunir para el 20-D alrededor de dos millones de euros, cifra similar a lo recaudado para las autonómicas y municipales de este año (sin tener en cuenta las catalanas). El tesorero espera que las aportaciones superen esa estimación, pero el partido se ha puesto un tope de tres millones para ingresos por esta vía. En caso de que logren menos diputados, Podemos podría tener un problema a la hora de devolver los préstamos.

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Sin créditos de los bancos

En su código ético, Podemos fija que no se financiará a través de los bancos, por lo que no recurren a créditos de las entidades como la mayoría de los partidos. Por lo tanto no contribuyen a garantizar su día a día, posible gracias a donaciones a fondo perdido, y tampoco cubren los gastos de las campañas, para lo que la formación recurre a los microcréditos.

"Si tenemos más apoyo, tendremos más financiación. Como no tenemos créditos con los bancos, tenemos que ir ajustando los presupuestos a lo que vamos recibiendo de la ciudadanía", explica González.

La ley electoral permite a los partidos recuperar los gastos de las campañas en función de la representación que obtengan. Las distintas formaciones gastan así importantes sumas de dinero en base a los escaños que las encuestas indican que pueden obtener y después de las elecciones las administraciones se lo reembolsan.

"El modelo está diseñado para el endeudamiento y el derroche. Condiciona mucho la actividad política de los partidos, que al final acaban atados de pies y manos por la deuda con los bancos que le puede obligar a tomar decisiones en una determinada dirección", dice el tesorero.

"¡Pum! Sube la deuda"

El último informe del Tribunal de Cuentas, correspondiente al ejercicio de 2013, indica que los partidos políticos tenían unas deudas con los bancos que ascendían a los 205 millones de euros. "Se gasta muchísimo. En algunos casos puede que metan desembolsos que maquillan como de campaña. Es algo que no puedo demostrar, pero a lo que te incita la legislación. Cuando el resultado electoral no se corresponde con lo que decían en las encuestas… ¡Pum! Sube la deuda", explica González. Sólo en la última campaña de las autonómicas, el PP estimó en 20,7 millones su gasto, mientras que el PSOE invirtió 7,8. Los gastos de Podemos en las autonómicas han sido más bajos, como revela este gráfico:

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Podemos ha financiado todas sus participaciones electorales con apoyo colectivo. En las europeas, el partido se gastó 135.000 euros en la campaña, basada en un crowdfunding por donaciones; es decir, sin devolución. "Nos podrían haber dado una subvención de cinco millones de euros si lo hubiéramos gastado", explica González. La diferencia es dinero que las arcas públicas se ha ahorrado, defiende el responsable de Finanzas.

El sistema ha recibido las críticas del presidente del Tribunal de Cuentas, Ramón Álvarez de Miranda, quien advirtió en abril al Congreso de que es alegal y tiene riesgos, pero el partido niega cualquier irregularidad.

"Son préstamos que hacen ciudadanos al partido y los tenemos que declarar. Ocurre lo mismo con las donaciones. Las presentamos al Tribunal de Cuentas y a Hacienda, con nombre, apellidos, DNI y dirección, como se exige", explica González. "Estamos en el ojo del huracán y tenemos que ser superescrupulosos desde el primer momento", razona.

El partido se gastará en actos, cartelería y logística buena parte de lo recaudado. Además, prevé mandar cinco millones de cartas postales, especialmente a zonas rurales, que se llevarán 500.000 euros del presupuesto de campaña.

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