Nuevo lío judicial en el enfrentamiento entre su extesorero, Luis Bárcenas, y el Partido Popular, por su despido. Mientras que Bárcenas mantiene que cuando abandonó su escaño en el Senado en 2010 se reincorporó en el partido, a pesar de estar ya imputado por el 'caso Gürtel', el PP lo niega y sostiene que las nóminas que se le pagaron hasta 2013 fue por el pago en diferido de la indemnización tras su salida del partido cuatro años antes.
Bárcenas quiere demostrar que el PP miente. Por eso, denunció a la jefa de personal, Milagros Puentes, por dejar constancia ante notario que ella no firmó el acuse de recibe por el que Bárcenas solicitaba su ingreso en el partido. Sin embargo, la Policía ha constatado en un informe caligráfico que la firma que aparece en ese documento sí es la de Puentes.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL de fuentes presentes en el interrogatorio, la jefa de personal, imputada por falsedad documental y estafa procesal, ha reconocido hoy ante el juez de Madrid Arturo Zamarriego que efectivamente es su firma. Sin embargo, no reconoce el documento donde está plasmada la rúbrica. Ante su afirmación, el instructor le ha preguntado si había firmado algún documento en blanco, extremo que ella ha desmentido.
Por tanto, existe un documento con la firma de jefa de personal en la que se da por recibida la solicitud de reincorporación de Bárcenas al PP después de permanecer en excedencia mientras ejercía como senador. Fuentes de la defensa explican que el mismo día que Bárcenas presenta ese escrito, el 16 de abril de 2010, Puentes lo comunica a la Seguridad Social. En su anterior declaración, sostuvo que lo hizo porque Bárcenas se lo ordenó.
Cuatro años después, el 17 de octubre de 2014, Milagros Puentes constata ante notario que ella no firmó ningún documento. Esa fecha coincide con el anuncio de interposición del recurso de suplicación presentado por el ex tesorero contra la sentencia de despido, desfavorable a Bárcenas. Según ha sostenido ante el juez, fueron la gerente, Carmen Navarro, y el asesor jurídico Alberto Núñez, quienes le requirieron para hacerlo constar ante notario. Ahora, el juez les ha citado a declarar en calidad de testigo para que expliquen porqué razón la jefa de personal tuvo que dejar constancia de este hecho ante notario.
Pide la testifical de Cospedal
Cuando salió a la luz pública que Bárcenas tenía cuentas en Suiza no declaradas a la Hacienda Pública, y en las que había llegado a reunir hasta 48 millones de euros, el PP se apresuró para desvincularse de su tesorero. En ese momento, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, aseguró públicamente que en abril de 2010, Bárcenas “dejó de tener ninguna relación laboral ni servicio alguno con el PP”. La versión oficial de la formación presidida por Mariano Rajoy es que el ex tesorero recibió una indemnización fracturada, en diferido, hasta diciembre de 2012. También se acordó por las partes los pagos a la Seguridad Social y las retenciones de IRPF. Una “simulación” de “retribución”.
Cospedal se desvinculó totalmente del ex tesorero y en ese momento sostuvo que Bárcenas no tenía en esas fechas ninguna vinculación con el PP. Se le negó la posibilidad de reingreso una vez dejó el acta de parlamentario, pero a cambio se le quiso beneficiar con la salida “más positiva”. De ahí que, en paralelo, se le permitiera acumular documentación en una sala de Génova -no era un despacho-, acudir a la sede siempre que quisiera y que una persona estuviera al tanto de las llamadas o correspondencia que pudiera recibir. Ahora, la defensa de Bárcenas va a solicitar al Juzgado que cite a declarar a Cospedal como testigo para que explique si efectivamente se trató de una indemnización en diferido.
Por su puesto, Bárcenas niega esta versión y sostiene que estuvo trabajando para el partido hasta que se conocieron sus cuentas en Suiza y fue despedido de manera improcedente. Cuando pidió su reincorporación ya estaba imputado por el 'caso Gürtel', sin embargo, el PP le había apoyado hasta 2013. Su papel en la trama había quedado en un papel muy secundario hasta que el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz recibió la información de Suiza. Desde entonces todo cambió y Bárcenas fue el centro de investigación de la trama liderada por Francisco Correa.
El ex tesorero desde entonces mantuvo que el PP le había despido de manera improcedente. En una primera instancia, el juez dio la razón al PP pero posteriormente el Tribunal Superior de Justicia de Madrid lo matizó. Por un lado confirmó que no hubo un despido improcedente por parte del PP pero apuntó a un posible fraude en las cotizaciones a la Seguridad Social que este partido realizó por su extesorero entre los años 2010 y 2013. El TSJM vio acreditada la existencia de una “simulación” en la relación laboral entre el partido y su extesorero entre el 16 de abril de 2010 -fecha en la que según el PP habría cesado en su puesto- hasta el 31 de enero de 2013, cuando causó baja en la Seguridad Social.
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