Después de tres meses de reuniones en el Parlament y de dos asambleas multitudinarias, la CUP finalmente no tomará una decisión sobre el futuro de Artur Mas con toda su militancia presente. La formación ha elegido un órgano de unas 70 personas que deberán trasladar la opinión de las asambleas locales del partido para que finalmente se tome una decisión sobre el destino del president en funciones.
El consejo político que se reunirá el 2 de enero está compuesto por distintos representantes de las 13 asambleas territoriales de la CUP, que a su vez representan a las 109 asambleas locales que tiene la formación esparcidas por el territorio. Cada una de estas 13 asambleas tiene adjudicada más de un representante en función del número de ediles y militantes en cada territorio, con lo que los votos de cada asamblea territorial oscilan entre tres y seis.
Se prevé que las asambleas locales que conforman la CUP se reúnan durante esta semana para configurar su posición respecto a la investidura de Mas. Precisamente son estas asambleas locales las que eligen cada cuatro años a los representantes territoriales que se reunirán el sábado.
En la CUP aseguran que los representantes territoriales que asistirán al consejo político y decidirán el destino de Mas suelen ser militantes “con muchos años de experiencia” en la formación anticapitalista. También estarán presentes en el consejo político del sábado las 15 personas que conforman el Grupo de Acción Parlamentaria (GAP). Este grupo engloba a miembros de organizaciones afines a la CUP y se encarga de ejercer de puente entre las comisiones sectoriales del partido y el grupo parlamentario.
Está por ver cómo podrá manifestar su opinión cada asamblea territorial. Los diputados de la CUP se han reunido durante toda la mañana en el Parlament para decidir qué fórmula de votación proponen al secretariado nacional.
Durante la tarde los 10 parlamentarios se han reunido con el secretariado nacional para decidir si todos los representantes que acudan al consejo político el sábado deberán sumar todos sus votos a la opción ganadora en su asamblea territorial o, por el contrario, pueden emitir varios votos distintos para trasladar la diversidad de opiniones. También se decidirá si las asambleas locales deben escoger entre las cuatro opciones planteadas en la asamblea o bien sólo entre investir o no a Mas.
Fuentes de la CUP explicaban el lunes por la tarde que la reunión entre el secretariado y los diputados probablemente se alargaría “hasta bien entrada la noche”. Las mismas fuentes aseguraban que el martes se trasladará a las asambleas locales y a los medios la fórmula elegida para decidir.
El secretariado nacional lo forman 15 miembros elegidos por toda la militancia con un mandato máximo de cuatro años. Estos secretarios nacionales se encargan de ejecutar las decisiones del consejo político y de llevar el “día a día” de la formación, que implica tomar esas decisiones urgentes que no pueden someterse al centenar de asambleas locales que forman parte de la CUP.
La oposición reclama nuevas elecciones
Los grupos de la oposición han aprovechado la incertidumbre sembrada tras la asamblea de la CUP para reclamar la renuncia de Mas y la convocatoria de nuevas elecciones. Todos los partidos de la cámara menos JxS y la CUP se han puesto de acuerdo en la necesidad de que los catalanes vuelvan a las urnas para desbloquear la situación actual.
La líder de Ciudadanos en el Parlament, Inés Arrimadas, ha pedido al president en funciones que ponga fin a la “locura política” y convoque elecciones autonómicas. Arrimadas ha calificado la asamblea de domingo como un “nuevo capítulo en esta serie de terror que es la política catalana” y ha reclamado poner fin al “bloqueo institucional” del Parlament.
El grupo catalán de Podemos también se ha sumado a la reclamación de la oposición. En un comunicado, los cuatro diputados de CSP que pertenecen a la formación morada han reclamado comicios como la “única alternativa” al “chantaje de Mas”. El portavoz de CSP, Joan Coscubiela, incluso ha tendido una mano a la CUP para el caso de que se convoquen nuevas elecciones. “Me gustaría formar parte de una recomposición de las fuerzas políticas catalanas en la que también esté la CUP”, ha explicado.
El líder del PP en el Parlament, Xavier García Albiol, ha afirmado que Mas está “rebajando la institución de la presidencia de la Generalitat” y le ha reclamado unos nuevos comicios. “El presidente de la Generalitat tiene que recuperar la dignidad”, ha afirmado en el Parlament. “No podemos seguir con este desgobierno”.
Desde Madrid, el líder del PSC Miquel Iceta también ha responsabilizado a Mas de la situación actual. “Como antes reconozca que su planteamiento para esta legislatura ha sido erróneo, mejor para él y mejor para todos”.
Junts pel Sí no cede
La dirección del grupo parlamentario de Junts pel Sí (JxS) también se ha reunido durante la mañana del lunes en los despachos del Parlament. El portavoz del grupo, Raül Romeva, ha comparecido ante los medios flanqueado por Jordi Turull (CDC) y Marta Rovira (ERC) para asegurar que el empate en la asamblea de la CUP no hará variar la oferta de acuerdo que presentaron el martes pasado.
En JxS no consideran del todo malo el resultado de la votación y algunas voces creen que el hecho de que la asamblea de la CUP no consiguiera tumbar a Mas ya es una victoria. “El empate técnico quiere decir que la oferta no fue rechazada por la CUP”, ha asegurado Romeva. “Ellos deben resolverlo”, ha remachado.
Otras voces en CDC, sin embargo, consideran que el espectáculo ha llegado demasiado lejos y apuestan por no esperar a que la CUP decida. Ha sido el caso del número dos en el Congreso, Carlos Campuzano, que ha asegurado en Twitter que la legislatura tal y como se planteó la noche del 27 de septiembre está acabada y que se deben convocar elecciones o buscar una nueva mayoría. La opinión de Campuzano no es aislada en un sector de CDC que cada día es más grande, pero los críticos por el momento prefieren esperar a ver qué pasa durante los próximos días.
Otros miembros del partido enmarcan el mensaje de Campuzano en una estrategia para combatir la debilidad de CDC que se intuye después de los malos resultados en las generales. “Imagino que quería demostrar que no tenemos miedo de nuevas elecciones, por mucho que algunos crean que nos pueden perjudicar”, explicaba este lunes un veterano de la formación.
Posible pleno de investidura el 4, 5 y 7 de enero
La mesa y la junta de portavoces del Parlament tenían programada una reunión para este lunes en la que en principio se iba a fijar un nuevo pleno de investidura. Durante la reunión se ha acordado reservar los días 4, 5 y 7 de enero para una posible sesión de investidura en el caso de que la CUP decida el sábado votar a favor de Mas.
Ante la reunión de la CUP del 2 de enero, la mesa y la junta de portavoces se volverá a reunir el día 4 por la mañana para decidir si convoca el pleno de investidura. En este caso el pleno podría empezar la misma tarde del 4 de enero con el discurso del president en funciones. La mañana siguiente, día 5, sería el turno de los diputados de la oposición y de la primera votación. Ante la más que posible necesidad de una segunda votación, en la que sólo se necesitaría una mayoría simple, se ha reservado el día 7 para este cometido.
En el caso de que antes del día 10 de enero Mas no consiga ser investido president, quedarían convocadas unas nuevas elecciones de manera automática para principios de marzo.