El primer pleno que se celebrará en el Parlament tras el acuerdo de investidura entre la CUP y Junts pel Sí (JxS) mostrará la primera grieta en el bloque independentista. La formación anticapitalista votará este miércoles junto a todos los partidos de la oposición en contra una enmienda presentada por JxS.
C’s, PSC, PP, CSP y la CUP presentaron una propuesta de resolución para recuperar la paga extraordinaria de 2012 para los funcionarios de la Generalitat. JxS presentó una enmienda para condicionar esa paga a las “disponibilidades presupuestarias”. En el pleno de mañana en el Parlament, diez días después de llegar a un acuerdo para investir a Carles Puigdemont, la CUP tumbará la enmienda del partido en el Govern junto al resto de grupos de la oposición.
A pesar del simbolismo, las formaciones independentistas quisieron quitarle hierro al primer desencuentro parlamentario. El diputado de la CUP Albert Botran aseguró que la votación no condiciona la estabilidad parlamentaria, algo a lo que se comprometieron ambas formaciones en el pacto alcanzado a última hora el 9 de enero. “En el acuerdo nos comprometimos a no votar con la oposición cuando esté en riesgo la estabilidad parlamentaria”, explicó Botran. “No creo que esta votación lo haga”.
El portavoz de JxS, Pere Aragonès, alertó de que las finanzas de la Generalitat no están en condiciones de costear la medida, que supone un desembolso de unos 480 millones de euros. “Todo el mundo es consciente de que no podemos hacer ese pago de manera inmediata”, explicó. “Lo peor que podríamos hacer sería acordar medidas que no podemos cumplir”. A pesar del tono conciliador de Aragonès, aseguró que la decisión de la CUP no ponía en riesgo la estabilidad parlamentaria, pero sí la presupuestaria.
Procesos contra activistas
Otro aspecto donde se observaron discrepancias entre los independentistas fue la personación de la Generalitat en los juicios contra activistas. La portavoz del Govern, Neus Munté, aseguró en rueda de prensa que la retirada de la Generalitat como acusación particular en esos procesos no tiene nada que ver con un pacto con la CUP.
“El departamento de Interior hace meses que tiene una línea de trabajo en relación a la personación en procesos judiciales: se presenta cuando hay lesión o menosprecio de empleados o bienes públicos”, afirmó Munté, que quiso mandar un “mensaje de tranquilidad” a los Mossos d’Esquadra. La portavoz también afirmó que la Generalitat no se retirará de la acusación en el caso contra los disturbios de Can Vies en el barrio de Sants, ocurridos en mayo de 2014.
Horas más tarde, Botran matizó a Munté y afirmó que fue la CUP quien puso sobre la mesa este asunto en las negociaciones. El diputado afirmó que la formación no condicionó el acuerdo a la retirada de las acusaciones. “No quisimos mercadear”, explicó Botran. A pesar de negar el compromiso, recordó a Munté que el caso de Can Vies era “uno de los siete que se pusieron encima de la mesa” y emplazó al Govern a “reconsiderar” su postura en ese proceso.
Primera reunión del nuevo Govern
Puigdemont se reunió el martes por primera vez con todos sus consellers en el primer Consell de Govern de la legislatura. Una de las primeras decisiones que tomó el nuevo Ejecutivo fue subir el sueldo un 1% a los funcionarios este 2016.
Puigdemont también anunció todo el organigrama del nuevo Govern (directores generales, secretarios...) donde destaca el cese de uno de los cargos más cuestionados de los últimos meses: la comisionada de Transparencia Núria Bassols. La posición de Bassols estaba en entredicho después de que su marido, el empresario Josep Maria Bassols, fuera detenido por el caso 3% en octubre pasado. El ahora vicepresidente, Oriol Junqueras, pidió su dimisión cuando trascendió la detención, pero el Govern afirmó que tenía “plena confianza” en Bassols.
La portavoz Neus Munté también explicó que el Govern “no desea” que Rajoy sea presidente, pero afirmó que en el caso de que Rajoy salga investido, Puigdemont lo llamará para felicitarlo y pedirle una reunión.
JxS llega a un acuerdo con la oposición
Finalmente, los grupos parlamentarios han llegado a un acuerdo in extremis a pocas horas de que el Parlament tumbara la enmienda de JxS. Los funcionarios recuperarán la paga extra de 2012 pero no de manera inmediata, como querían todos los grupos, sino que lo harán a tres años vista. Así, entre 2016 y 2018 los funcionarios catalanes recuperarán paulatinamente su paga extra.