Nadie pidió la palabra para añadir o remendar alguna de las ideas que el líder del PP, Mariano Rajoy, puso sobre la mesa durante la primera reunión del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados. El presidente del Gobierno en funciones no se movió ni un milímetro del discurso con el que compareció tras cosechar el peor resultado electoral de la historia de su partido desde 1989: quiere revalidar su puesto porque la lista que él encabezó el 20D fue la más votada (123 escaños) y votará “no” a cualquier gobierno presidido por otra persona que no sea él. Ninguno de los 123 diputados presentes en la sala pidió explicaciones sobre cómo recuperar la iniciativa. Nadie preguntó porqué el Partido Popular está aislado y con él su líder, Mariano Rajoy. La respuesta a su discurso fue un aplauso cerrado que arropaba el liderazgo menguante del presidente.
Mientras Rajoy repetía ante los suyos que “es probable que pasemos situaciones difíciles en las próximas fechas”, en una sala muy cercana Pedro Sánchez analizaba con Albert Rivera los puntos que unen a PSOE y Ciudadanos de cara a formar un nuevo gobierno sin contar con los conservadores. Horas después, la vicepresidenta del Gobierno en funciones aseguraba en una entrevista radiofónica que Rajoy “va a seguir en política” y que ella estará “siempre ahí” para ayudarle.
Los populares se consuelan con los últimos datos del CIS, que vaticinan que el Partido Popular no pierde fuelle y que, incluso, si se celebraran nuevas elecciones conseguiría hacerse con una parte del electorado que el 20D votó a Ciudadanos. Según gente de su entorno, es la única baza que le queda a Mariano Rajoy para “salir con vida” del callejón sin salida en el que está metido desde que renunció a la investidura. Si Sánchez “consigue lo imposible”, ser presidente del Gobierno con el apoyo de quien sea, “se tendrá que ir y el PP regenerarse y refundarse. Mano dura interna y dejar que gobierne PSOE, que no va a poder aprobar nada porque tenemos mayoría absoluta en el Senado”, reconocen en privado algunos miembros del partido conservador.
"Esto se acabó. Ya no se pasa ninguna"
En la primera intervención de Rajoy ante el Grupo Parlamentario Popular, el candidato del PP lanzó la advertencia más seria contra la corrupción que ha enviado nunca. “Esto se acabó y aquí ya no se pasa por ninguna”, advirtió, después de ratificar que el PP formará una gestora en la ciudad de Valencia, donde han brotado los últimos escándalos, y que el partido continuará expulsando a todos aquellos que sean acorralados por situaciones similares. Desde el militante del pueblo más pequeño de España hasta el presidente nacional del partido.
Rajoy no detalló si esta posición tan firme ahora viene a contrarrestar aquellos momentos pasados, como el caso Bárcenas, la Operación Púnica o el caso Gürtel, en los que él mismo pudo haber sido mucho más contundente y menos flexible con algunos de sus compañeros implicados. Fue Pedro Sánchez el que, en la rueda de prensa posterior a la reunión con Rivera, le recordó una vez más a Rajoy el SMS que él mismo envió al extesorero Luis Bárcenas días después de que se descubriera su botín suizo.
Mientras Pedro Sánchez busca sus apoyos para intentar sacar de la Moncloa a Rajoy, el presidente del Gobierno en funciones se va a centrar en su papel de jefe del Ejecutivo para presentarse ante los ciudadanos como el político que “arregla los problemas de los españoles”. En su intervención en la Cámara Baja, hubo un mensaje muy nítido para el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont. “El Gobierno está en funciones, pero el Estado y la ley no”. El Consejo de Ministros de este viernes planteará un conflicto de competencias ante el Tribunal Constitucional por la consejería de Exteriores que ha creado la Generalitat. Este jueves por la tarde, Rajoy habló por teléfono con el líder de Ciudadanos para abrir el diálogo y estar unidos ante el desafío catalán. Un gesto que no gustó al presidenciable Sánchez, que afeó que el líder del PP no se haya puesto en contacto con él para abordar la acción del gobierno contra el desafío independentista. La guerra fría entre PP y PSOE, lejos de enterrarse, se recrudece.
Noticias relacionadas
- Sánchez y Rivera se reúnen sin relajar en nada sus vetos para un acuerdo de investidura
- Rajoy se salva de tener que declarar como testigo en el juicio de Gürtel
- La juez cita al PP como investigado por destruir los discos duros de Bárcenas
- Monago muestra a Rajoy el camino de Mas: “Un candidato tiene que dar un paso al lado cuando no quede otra solución”