La ya ex presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha ofrecido una rueda de prensa casi un día después de anunciar su dimisión. Lo ha hecho en la sede del Ayuntamiento de Madrid, donde sigue manteniendo su acta de concejal, y ha pedido públicamente al partido que sean los militantes los que elijan a su sucesor. "Ha llegado la hora de que sean los militantes los que elijan a sus representantes".
Aguirre, que reconoció que no era " la niña de los ojos" de la cúpula nacional desde 2008, justificó haber ocultado la dimisión de Ignacio González en la última Junta Directiva que se celebró a finales de enero con que no abrió la carta hasta justo después de aquella reunión que presidió el vicesecretario Fernando Martínez-Maíllo. "Como sabía lo que pondría en esa carta, le dije a mi secretaria que me la diese después, pero quería dimitir desde que no fue propuesto candidato". Aquel día se justificó la ausencia del secretario general con un simple "está de viaje".
La popular se va, pero a medias, ya que se resiste a dejar el Ayuntamiento de Madrid, donde se compromete a continuar hasta el final de la legislatura por lealtad, argumentó, a los madrileños que la votaron. "No voy a ser como Trinidad Jiménez o Miguel Sebastián, que se fueron a los cinco minutos".
Aguirre quiso zanjar la polémica suscitada por las declaraciones que hizo ayer y que se interpretaron como que muestra el camino a Mariano Rajoy. "¿Cómo le voy a enseñar yo el camino a Rajoy?", preguntó en alto.
La expresidenta de la Comunidad de Madrid volvió a recitar las razones que le han llevado a presentar su dimisión. Una baja que circunscribe única y exclusivamente a su responsabilidad política por no haber visto los desmanes en su partido. " A mí me han imputado por muchas cosas, pero por corrupción no me van a imputar. Y mira que soy presa fácil, que no soy aforada".