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(El presidente de la Mesa del Congreso, Patxi López, decidió este martes adelantar un día el debate y la votación de investidura, que ahora se celebrarán el 1 y 2 de marzo. El domingo pasado EL ESPAÑOL publicó esta explicación de por qué la fecha elegida obligaba a forzar las reglas para conseguir que las elecciones anticipadas cayeran en domingo. Ganar un día permite ahora agotar el plazo para las negociaciones, aunque todavía habría que ir con prisas).

¿Y si las próximas elecciones generales se celebran un martes? En ese día de la semana debería caer la fecha de los comicios anticipados si ningún candidato lograra formar Gobierno dentro del límite máximo que marca la ley. Al menos si se cumple el procedimiento habitual en España desde que están en vigor los actuales plazos para convocar elecciones.

Ni en la Constitución ni en la ley electoral hay nada que obligue a que las elecciones se celebren en domingo, pero ése es el día de la semana en que se han celebrado todas las generales desde 1986. La tradición es diferente en otros países. En Reino Unido se vota los jueves. En Estados Unidos, casi siempre en martes.

La decisión del PSOE de iniciar el proceso de investidura el 2 de marzo crea una distorsión de los plazos que puede causar un quebradero de cabeza a los letrados del Congreso. Según lo previsto ahora, la cuenta atrás de los dos meses para intentar la formación de Gobierno empezará el 3 de marzo, cuando se produzca la primera votación para intentar investir presidente a Pedro Sánchez. El plazo para intentarlo vencería así a las 12 de la noche del día 3 de mayo. En Cataluña, por ejemplo, los partidos apuraron hasta las últimas horas.

Una vez constatada la falta de acuerdo trascurrido ese día, si se sigue el mismo procedimiento de anteriores elecciones, el decreto de convocatoria se emitiría el 4 de mayo y se publicaría en el BOE al día siguiente, el 5 de mayo. A partir de ahí, el artículo 42 de la ley electoral (LOREG) establece que las elecciones “habrán de celebrarse el día quincuagésimo cuarto posterior a la convocatoria”. Es decir, en este caso, el martes 28 de junio.

Mariano Rajoy dijo este jueves en Bruselas que "lo más probable" es que haya elecciones el domingo 26 de junio. Pero para llegar a esa fecha habría que cambiar o forzar las reglas. Lo explica bien en un post Víctor Gómez Frías, fundador del grupo Más Democracia (también es miembro del Consejo de Administración de la empresa editora de este diario).

LUNES, MARTES Y DOMINGO

La ley electoral se modificó en 1994 estableciendo el plazo preciso de los 54 días, pero ya se aplicó la misma norma para convocar las elecciones 54 días antes del domingo deseado el año anterior.

Así, desde 1993, en todas las elecciones generales celebradas en España se ha emitido el decreto de disolución de las Cortes y convocatoria un lunes, se ha publicado un martes y se han celebrado las elecciones un domingo. Así ha sido en 1993, 1996, 2000, 2004, 2008, 2011 y 2015. Las elecciones del 20 de diciembre, por ejemplo, fueron convocadas con un decreto de disolución de las Cortes del lunes 26 de octubre que se publicó en el BOE el martes 27 de octubre.

Los plazos forzados por la fecha elegida por el PSOE, sin embargo, romperían esa rutina. Para llegar al domingo 26 de junio no se podría apurar el día 3 para negociar, sino que habría que disolver las Cortes ese mismo día y publicar el decreto en el BOE también ese ajetreado 3 de mayo.

“Para que eso sea viable, o la votación de investidura se celebra el 2 de marzo o se interpreta que puede celebrarse la votación el 3 de marzo, expedirse el decreto de disolución dos meses después, el 3 de mayo y publicarse en un BOE extraordinario el propio 3 de mayo”, explica Eduardo Vírgala, catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad del País Vasco y quien entiende que haya "duda". “Los letrados del Congreso son muy competentes, de forma que o Patxi López tiene prevista una votación para el mismo 2 de marzo o los letrados han entendido que es viable la segunda opción un tanto forzada”.

El PSOE excluye la opción de debatir y votar el día 2. Los letrados del Congreso prefieren no pronunciarse en público sobre los detalles de la posible convocatoria de las elecciones. Pero una portavoz de la institución explica que “hay opciones” que “cuando llegara el momento se plantearían”. “Cuando se dé el caso habrá que verlo”, insiste.

La portavoz menciona incluso la posibilidad de disolver las Cortes unos días después de la fecha prevista del 3 de mayo para una convocatoria el primer domingo posible, el 3 de julio. También comenta que puede haber una interpretación de lo que son “dos meses”. Si se cuentan en días de calendario, salen 61 días porque marzo tiene 31. Sin embargo, el artículo 90.1 del reglamento del Congreso dice que ese plazo se computa “de fecha a fecha”, es decir del 3 de marzo al 3 de mayo. En todos estos casos, habría que hacer alguna modificación de las reglas.

EL DÍA DE ANDALUCÍA

La fecha para el debate de investidura la elige el presidente del Congreso, Patxi López. La cuestión es, ¿por qué los socialistas escogieron el día 2 de marzo para empezar el proceso? Una portavoz socialista explica que Sánchez simplemente eligió el 2 de marzo porque dijo que necesitaba “un mes para las negociaciones”. El rey le hizo el encargo oficial el 2 de febrero.

Sin embargo, el calendario del partido indica que los socialistas tenían otros compromisos. El 28 de febrero es el Día de Andalucía y el PSOE ha decidido no celebrar la consulta sobre el acuerdo de Gobierno ese día. Esto lleva a que la votación sea el 29 y la ejecutiva del partido se celebre el 1 de marzo. Con el calendario actual, los socialistas en Madrid no interfieren con los de Susana Díaz en plenos festejos, pero se retrasa el proceso de investidura hasta el 2 de marzo.

Una portavoz del PSOE asegura que “los plazos de partido se acomodan a lo demás”. Fuentes parlamentarias indican que la fecha se decidió sobre todo “en consulta con el candidato”.

EL DÍA PERFECTO

A principios de este mes, Ciudadanos dijo que la fecha para empezar el proceso sería el 29 de febrero, es decir justo con los dos días extra que permitirían llegar a la rutina habitual en caso de que fuera necesario convocar nuevas elecciones.

“Fue sólo una sugerencia, nos parecía la fecha más adecuada. Sobre todo no queríamos retrasarlo más allá de esa semana”, explica Nacho Prendes, diputado de Ciudadanos y miembro de la mesa del Congreso.

“Hay muchos vacíos que hay que ir rellenando. Son circunstancias que no se habían dado antes. Todo depende de la voluntad política”, dice Prendes. “Hay preguntas que hay que ir respondiendo. El hecho parlamentario se hace en el proceso de construcción”.