El ex socio de Iñaki Urdangarin, Diego Torres, sigue apuntando a la Casa Real. A preguntas de la abogada del Estado ha explicado que el alto cargo de Hacienda que supervisaba las cuentas del Instituto Noos es Federico Rubio Carvajal, a persona encargada de hacer la declaración de la renta de todos los miembros de la familia real.
También es la persona, según ha explicado, que hizo el informe que decía que don Juan le dejase la herencia al rey emérito Juan Carlos en Suiza para tributar menos impuestos. "Entiendo que es la persona de Hacienda que velaba para que todas las operaciones tributarias que estuvieran relacionadas con los miembros de la familia real estuvieran bien hechas", ha señalado. Y ha añadido: "No estoy diciendo que estuviera haciendo nada incorrecto, lo desconozco. Pero digo que es la persona que supervisaba a nuestro asesor tributario para que nuestras cosas se hicieran bien, no para que se hicieran mal".
De esta manera, Torres pone a la Casa Real como escudo. Su línea argumental es sencilla. El Instituto Nóos estaba supervisado y controlado por Zarzuela y, por tanto, él hacía lo que la principal institución del Estado le mandaba. La persona encomendada para hacerles el seguimiento continuo era Juan Manuel Moreno Romero, el conde de Fontao, y junto a él el asesor de la infanta, Carlos García Revenga.
El “impacto” de la imagen de Urdangarin en la Casa del Rey
“Romero estaba preocupado por el impacto que las malas noticias sobre Noos podrían tener sobre la Casa del Rey”, ha señalado para explicar que en 2005 comenzaron a salir noticias sobre el Instituto Nóos y la vinculación de Iñaki Urdangarin con la gestión de dinero público, hasta tal punto que la situación se hizo “insostenible”. A partir de entonces comenzaron a tener reuniones periódicas con el conde de Fontao, como las tenían siempre, igual que con García Revenga. En esas reuniones se decidió que Urdangarin debía salir de los cargos de Noos, del cual era presidente, “por el impacto que esas noticias tenían en la Casa del Rey”.
Después de tomar la decisión de salir de Nóos, Torres estaba tranquilo porque él tenía su trabajo como consultor y profesor. “Pero don Iñaki se quedaba con la sensación de qué iba a hacer, a qué se iba a dedicar, en qué iba a emplear el tiempo”. De ahí surgió la idea de crear una fundación relacionada con el mundo del deporte para que Urdangarin no se desvinculara de lo que más le gustaba. Así crearon la Fundación Arete pero Romero “se tiró de los pelos porque nos habíamos precipitado”. Por eso les pidió que le diera poderes para disolver la fundación como así hizo.
Órdenes del abogado del Rey
“Nosotros no escondíamos nada pero si te viene un señor, abogado del jefe del Estado y te dice que hay que hacerlo así, pues seguimos sus instrucciones”. Una vez disuelta la Fundación Arete, el conde de Fontao les recomendó que un empresario creara una fundación y que más adelante invitara a Urdangarin y a él mismo para formar parte. Como el yerno del Rey mantenía buena relación con el empresario Joaquim Boixareu se lo comentaron y le pareció bien. Así, creó la Fundación Deporte, Cultura e Integración aportando 30.000 euros. “Luego nos envió una factura para cobrar ese dinero. No me pareció bien pero se le pagó”, ha explicado.
Por otro lado, durante la sesión de hoy, Torres ha exculpado a la infanta Cristina de Borbón de haber liderado de ningún proyecto en el Instituto Nóos. Ha querido desvincularla, al igual que a su mujer Ana María Tejeiro, de tener peso en el Instituto.
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