Pedro Sánchez se guardaba un último as en la manga. El líder del PSOE anunció en la mañana de este lunes, a poco más de 24 horas de que comience el debate de investidura, una nueva oferta a Podemos, sus confluencias e Izquierda Unida para que se sumen a su pacto con Ciudadanos.
“Les vamos a proponer un acuerdo, una oferta para que se sumen durante esta semana al cambio”, ha dicho ante el Comité Federal integrado por los principales dirigentes de su partido.
Sánchez prometió que la oferta iría “mucho más allá” del Pacto de El abrazo, suscrito con Ciudadanos, aunque sería “compatible” y “coherente” con lo acordado con Albert Rivera.
Tras un Comité Federal corto y prácticamente de asentimiento, el PSOE remitió cinco propuestas por separado a Podemos, En comú Podem, En Marea, Compromís e Izquierda Unida-Unidad Popular.
Los cinco documentos contienen una introducción y un conjunto de medidas. La gran mayoría son propuestas que ya figuran en el pacto con Ciudadanos, aunque en algunos casos cambia la formulación o se incluye algún retoque.
Las nuevas propuestas más destacadas son las que prometen un nuevo sistema de financiación autonómica o cumplir los compromisos de inversión del Estatuto de Autonomía de Cataluña. También abren la puerta a que la Iglesia pague el impuesto de bienes inmuebles y se potencia el uso de lenguas cooficiales.
En un tuit, Pablo Iglesias ha descartado ya que la nueva oferta sea suficiente. Y un momento después, Sánchez ha contestado al líder de Podemos utilizando la misma vía.
GANAR PERDIENDO
La oferta de un pacto express para convencer a Podemos, adelantada este sábado por EL ESPAÑOL, pretende servir como un nuevo elemento de presión a los de Pablo Iglesias. Sánchez sabe que su investidura tiene muy pocas posibilidades de prosperar esta semana, incluso pese a esta oferta de última hora. Pero quiere ponérselo difícil a todas aquellas fuerzas que se oponen a su pacto con Ciudadanos argumentando que no es suficientemente de izquierdas.
En otras palabras: Pedro Sánchez sabe que se encamina hacia la derrota aritmética esta semana, pero prepara ya el día después, en el que espera seguir siendo el candidato frente a un Podemos más frágil por haber votado con el PP.
“Lo más importante, pase lo que pasa esta semana” es que “por fin habremos puesto en marcha el reloj de la democracia”, ha dicho ante los suyos.
“Por nosotros no va a ser”, ha insistido Sánchez en un discurso brevísimo ofrecido a la prensa al que a puerta cerrada sólo han seguido 10 peticiones de palabra frente al medio centenar de otras ocasiones.
Según Sánchez, su pacto con la izquierda va a centrarse en asuntos de emergencia social, mercado laboral, lucha contra el cambio climático, igualdad, regeneración democrática, lucha contra la corrupción y políticas de asilo y refugiados.
LOS BARONES APOYAN A SÁNCHEZ
Ahora corresponde a Podemos y sus aliados decidir “si quieren apostar por el cambio, sí o no”. Uno de los argumentos más repetidos por el PSOE en los últimos días apela a no dejar a Rajoy en la Moncloa ni un minuto más. “La peor de esas medidas [del pacto con Ciudadanos] es mucho mejor que seguir manteniendo a Mariano Rajoy como presidente durante los próximos dos meses”.
A su entrada al Comité Federal, los principales dirigentes del partido se han mostrado muy conciliadores y han defendido a Sánchez, algo prácticamente insólito en el último año. "Mi apuesta es que se llegue a un acuerdo entre PSOE, Podemos y Ciudadanos", dijo Javier Lambán, presidente de Aragón. Sánchez está “mejor” que hace una semana gracias a su pacto con Ciudadanos, según Emiliano García-Page, que cree que hay un “50% de posibilidades" de que sea investido esta semana.
“Este país se merece un Gobierno de cambio”, dijo la presidenta de Andalucía, Susana Díaz. “Lo digo desde la experiencia, no se puede tener tanto tiempo a una tierra sin Gobierno”, ha añadido.