Los dirigentes de Podemos tienen una obsesión: el relato. Con esta expresión los politólogos se refieren a construir mediante propuestas y eslóganes el marco de discusión política sobre el que después todas las formaciones debaten. En otras palabras, se trata de tomar la iniciativa y marcar la pauta al resto de partidos. Pablo Iglesias y sus compañeros de filas siempre preparan sorpresas para los momentos decisivos. Y el debate de investidura de la próxima semana es el momento propicio para que el secretario general de Podemos intente cobrar protagonismo con un discurso en que defenderá el “no” a Pedro Sánchez.

Iglesias ha vaciado de actos su agenda de este fin de semana. Así, al igual que el resto de contendientes políticos, tendrá varios días para preparar la que será su primera intervención en el Congreso de los Diputados. El líder de Podemos es imprevisible. Pero sí está claro que intentará tomar la iniciativa con alguna de sus estrategias dialécticas. Es un estilo que ya ha utilizado en el pasado, como cuando habló de “tomar el cielo por asalto” en la asamblea constituyente de Podemos o como hizo con el famoso último minuto del debate a cuatro televisado en la pasada campaña electoral. En cuanto al fondo de su discurso, es sencillo identificar al menos seis claves que no faltarán.

“Las delicias del Ibex 35”

Política económica. Esta es la gran baza de Podemos en la investidura. Al igual que han hecho los diferentes portavoces del partido desde que se conoció el acuerdo entre PSOE y Ciudadanos, Pablo Iglesias dedicará parte de su intervención en el Parlamento a denunciar que los socialistas comandados por Pedro Sánchez se han apartado de las políticas de izquierdas para abrazar medidas “que harán las delicias del Ibex 35, de los privilegiados y de FAES”. Ahí se enmarcan las críticas a “la tercera reforma laboral encubierta” -por las indemnizaciones por despido que proponen PSOE y C's-, al complemento salarial que aparece en el acuerdo o a la tímida subida del salario mínimo interprofesional. La idea de Podemos es demostrar que el PSOE ha cedido sobremanera en esta materia a las propuestas de C iudadanos.

Las contradicciones de Sánchez. Hace solo un par de meses, Pedro Sánchez se refería a PP y Ciudadanos como “las derechas” e, incluso, solía decir que la formación de Albert Rivera era “la nueva derecha”. Ahora, el líder del PSOE ha hecho de la necesidad virtud para llegar a un acuerdo con el partido naranja. En Podemos quieren explotar hasta la saciedad esta contradicción. Así, Iglesias remarcará, como ya han hecho sus compañeros de filas, que el PSOE se ha aliado con C's y que, por ello según Podemos, ha traicionado a su propia ideología. Además, repetirá que este acuerdo se fraguó mientras “en otra mesa” se estaba negociando un acuerdo de izquierdas junto a IU y Compromís.

Los apoyos de Podemos a los barones. El PSOE gobierna en Extremadura, Castilla-La Mancha, Baleares y Aragón gracias al respaldo de Podemos en dichas autonomías. Este puede ser uno de los elementos de presión que utilice Pablo Iglesias en las Cortes. Este viernes José García Molina, líder de Podemos en Castilla-La Mancha, exigía a los socialistas que se decantasen por si en el futuro quieren estar con la formación morada o con la naranja. Incluso, afirmaba que los acuerdos en esta región podrían quedarse en “papel mojado” si a nivel nacional el PSOE no apostaba por aliarse con la izquierda. Es bastante probable que Iglesias destaque la “generosidad” de Podemos en estos territorios en el contexto de la pelea que mantienen las dos formaciones por culparse mutuamente de la posibilidad de que haya nuevas elecciones. Mientras Podemos insiste en que el PSOE ha apostado por “la gran coalición en diferido”, Sánchez y los suyos no paran de señalar que los de Pablo Iglesias “votarán como el PP” en la investidura y, con ello, impedirán que haya un presidente socialista. El ejemplo de lo sucedido en las cuatro comunidades es un argumento a favor de Podemos en esa pelea.

Las promesas incumplidas

El artículo 135. El pasado jueves se conoció un documento interno de Podemos que constaba de ocho motivos por los que oponerse a la investidura de Pedro Sánchez como presidente. Uno de los puntos destacados por el partido de los círculos es que en el acuerdo de PSOE y C's no aparece un compromiso explícito de derogar la modificación del artículo 135 de la Constitución que acordaron en su momento PSOE y PP. Para Podemos, este hecho es una clara promesa incumplida y supone que “los intereses de los acreedores” se ponen por encima de los servicios públicos y los derechos sociales”. Un argumento que a buen seguro repetirá Iglesias. Y lo mismo hará con otras promesas del PSOE que no aparecen en el texto, como acabar con la Ley Mordaza o no derogar la reforma laboral. Eso sí, no puede obviarse que el PSOE publicó como respuesta un documento titulado “Las 8 sinrazones de Podemos” para rebatir estos extremos. En concreto, los socialistas afirman que el partido morado “miente” con sus afirmaciones porque sí va a derogarse la Ley Mordaza y sí va cambiarse el artículo 135.

El copago farmacéutico. Otro de los puntos que aparece en los dos documentos cruzados por los partidos tiene que ver con el copago farmacéutico. Este es un asunto capital para Podemos y, de hecho, es casi seguro que Iglesias se referirá a ello en su discurso contra Pedro Sánchez. En el documento de PSOE y C's no se habla de acabar con el copago. Y es sabido que la defensa de la sanidad pública y universal es una de las grandes bazas ideológicas de Podemos. También en este caso el PSOE niega la mayor y afirma que Podemos ha mentido con su interpretación sobre lo que dice el documento acordado con el partido de Albert Rivera.

Las puertas giratorias. Por último, cualquiera apostaría dinero a que Iglesias utilizará en su argumentación contra Sánchez el tema de las puertas giratorias. Este es otro de los caballos de batalla de Podemos. Es, además, un punto de fricción con el PSOE. Ambos partidos de izquierda apuestan por suprimir esta práctica que consiste en que los ex políticos se incorporen a empresas estratégicas una vez abandonados sus cargos públicos. La diferencia estriba en que mientras el PSOE defiende un período de prohibición de cinco años, en Podemos quieren la prohibición total de las puertas giratorias. Iglesias ha utilizado en numerosas ocasiones esta baza para atacar al PSOE. Y, teniendo en cuenta que en el pacto con C's aparece ese período de cinco años y que recientemente Trinidad Jiménez negociaba sumarse a Telefónica, está cantado que el líder de Podemos atacará también por este flanco.

No faltarán, por supuesto, otros muchos aspectos políticos, como el referéndum catalán o la despolitización de la justicia. En todo caso, la gran duda sobre el discurso de Iglesias estriba en saber si volverá a tender la mano al PSOE para negociar o si, por el contrario, endurecerá sus críticas un candidato que recibirá los votos negativos de Podemos en las dos votaciones. Y la gran certeza es que repetirá algún eslogan.

 

Noticias relacionadas