La bancada de sillones negros del Gobierno estaba vacía en el primer pleno ordinario del nuevo Parlamento. Detrás, apenas quedaba una veintena de diputados del PP de los 123 elegidos en las elecciones del 20 de diciembre.

Al principio de la sesión de este martes había alguno más, incluida la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría, que tenía la mirada perdida y estaba repantingada al lado del sillón vacío del presidente en funciones. La vicepresidenta no se quedó ni para escuchar la defensa de las resoluciones sobre la unidad de España y poco a poco sus colegas la siguieron fuera del hemiciclo.

Cuando tocó hablar de pensiones y la conveniencia o no de resucitar el pacto de Toledo, según una proposición no de ley del PSOE, los escaños vacíos del PP ya llegaban al centenar. No había huecos comparables en ningún otro grupo.

Para Toni Roldán era un día especial. El diputado de Ciudadanos debutaba con su primer discurso ante el pleno. Roldán, de 32 años y uno de los políticos mejor preparados del nuevo Congreso, confesaba sus nervios antes de la sesión.

Cuando subió al atril se encontró con una escena inesperada. El ruido de las charlas de los que se quedaban y los que salían era continuo y los escaños del PP se vaciaban deprisa. A sus colegas de Ciudadanos no les sentó bien la ausencia.

"Fue bastante desconsiderado. No sé qué es lo habitual. No parecen costumbres muy pulcras", cuenta Toni Roldán, que sufrió especialmente el ruido. "No es muy agradable cuando te estás intentando explicar. Supongo que asumen que es una tribuna para la tele, no para la gente que está allí".

Toni Roldán durante su intervención en el pleno. Cuenta de Twitter del diputado

Aun así, con los nervios de la ocasión, el diputado no se dio cuenta hasta después que la bancada del PP estaba tan vacía. El desinterés del presidente y los ministros sobre el pleno y la negativa del Ejecutivo en funciones por someterse al control le parece "lo más grave".

"Al Gobierno le da pereza hacer su trabajo. Están intentando esconderse", comenta Roldán. "En un país normal tendríamos ya convocados tres o cuatro plenos, con 25 preguntas al Gobierno los miércoles".

"QUE NO TE ENTIENDO"

Los veteranos del Congreso hablan con cierto paternalismo de los nuevos y dicen que los escaños vacíos son parte de la rutina parlamentaria.

Pero el caso del PP es especial. "Son los anti-sistema", dice un representante de Ciudadanos, el partido que peor relación ha tenido con los populares durante las últimas semanas pese a la afinidad ideológica.

Durante la sesión de investidura, varios miembros de Ciudadanos se quejaban de la actitud de María Dolores de Cospedal, que se puso a gritar cuando Albert Rivera pronunció unas palabras en catalán: "Que no te entiendo, que no te entiendo", decía la diputada del PP, según varios testigos. También se escucharon gritos de "esto es España".

Rafael Hernando, portavoz parlamentario del PP, se queja especialmente de Ciudadanos, por su "actitud" y su "ofensiva agresiva contra Rajoy", que es "quien ha ganado las elecciones".

Dada su mala relación con Ciudadanos, ahora el PP no está negociando con ningún otro grupo, pero dice no tener prisa para conseguir cualquier acuerdo. "Mejor un Gobierno en funciones que un mal Gobierno", dice Hernando.

Su partido es el grupo nacional que menos iniciativas ha presentado ante el nuevo Parlamento, incluso menos que partidos mucho más pequeños, como ERC. 

Los populares repiten que el Parlamento actual ha fallado en su primera misión, que es formar Gobierno, y creen que a partir de ahí poco se puede hacer. Según Hernando, hay "sobreactuación" de los nuevos diputados y ganas de hacer propuestas "propagandistas" más que de entregarse al trabajo parlamentario.

NINGUNA RELACIÓN 

La reacción hasta ahora del PP ha sido distanciarse del actual Parlamento.

Así, el PP defiende que los miembros del Gobierno en funciones no acudan al Parlamento para las sesiones de control. Este jueves el ministro de Defensa, Pedro Morenés, no asistió a la comisión parlamentaria que pedía explicaciones sobre la última reunión de la OTAN, en febrero, y una operación contra las mafias que trafican con refugiados en el Egeo.

El PP insiste en que el Gobierno sólo podría rendir cuentas ante la legislatura pasada. "Este Gobierno ni puede ni debe someterse al control de un Parlamento con el que no tiene ninguna relación", dijo el secretario de relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, la semana pasada ante la petición de Patxi López, presidente de la Mesa, de que reconsiderara su decisión de no enviar al ministro de Defensa al Congreso. Ante la sorpresa de su frase aclaró después que se refería a que el Parlamento y el Gobierno no tienen "una relación de confianza".

El PSOE y Ciudadanos planean llevar al Gobierno ante el Tribunal Constitucional por un conflicto de atribuciones. Antonio Hernando, del PSOE, se queja de que el Gobierno está "en rebeldía", la frase que repiten ahora los socialistas.

El paso de denunciar el Ejecutivo en funciones ante el Constitucional es simbólico. Cualquier decisión puede llegar demasiado tarde, cuando ya se haya disuelto el Congreso para convocar nuevas elecciones el 26 de junio o cuando ya haya un pacto para formar nuevo Gobierno.

López defendía el viernes que servirá para los siguientes. "Sería bueno que el Tribunal Constitucional aclarara esta duda para esta cámara, para las que pudieran venir en el futuro y también para los parlamentos de las comunidades autónomas", decía."El argumento de que no hay precedentes no sirve. Los precedentes los estamos generando ahora".

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