Corea del Norte desembarca en Tarragona

Podría ser un club de fumadores de cannabis o el local de una fraternidad universitaria, pero es el único espacio en todo Occidente dedicado a rendir culto a la dictadura de Corea del Norte. Una discreta puerta metálica de color negro esconde en el centro de Tarragona la flamante nueva sede de la KFA, la Asociación de Amistad con Corea del Norte. Una “Corea fuera de Corea”, como la define su impulsor Alejandro Cao de Benós, que le permite al visitante empaparse de la simbología de Pyongyang sin coger ningún avión.

El local -un antiguo pub en un sótano- huele a humedad. Una bandera de Corea del Norte pintada a mano detrás de la barra preside la estancia. Al fondo hay una nevera y una mesa con unas sillas y un par de sofás delante de un televisor. Las paredes están decoradas con retratos de Kim Il Sung, Kim Jong Il y Kim Jong Un, los tres últimos dictadores que han gobernado el país. Complementan la decoración pinturas propagandísticas coreanas y ampliaciones de sellos postales del régimen, todos ellos con imágenes de militares.

Entrando a la izquierda se encuentra el escritorio personal de Cao de Benós, el único extranjero que trabaja para el régimen de Pyongyang en todo el mundo. Detrás de su mesa se encuentra otra bandera del régimen y una pequeña pantalla en la que se van proyectando imágenes promocionales de Corea del Norte. Al fondo del local, una pequeña estantería ofrece todo tipo de libros sobre el país traducidos al castellano. “En todo el mundo sólo hay dos espacios similares”, explica orgulloso su impulsor. “Están en Vietnam y en Camboya”.

En la sede se pueden consultar libros sobre los líderes de la dictadura Alberto Gamazo

“En Pyongyang están muy contentos”

A falta de acabar el papeleo para poder hacer la inauguración oficial, el 15 de febrero se realizó un acto a puerta cerrada coincidiendo con la fiesta más importante de Corea del Norte. El embajador no pudo asistir, pero sí acudió su secretario. “En Pyongyang están muy contentos”, explica Cao de Benós, que asegura que el régimen de Kim Jong Un no ha puesto “ni un duro” para abrir la sede. “Nos regalaron libros, nos dieron unas botellas de vino para el acto y el embajador se comprometió a venir a la inauguración oficial, que será de aquí a unos tres meses”.

La apertura de la sede ha sido gracias al altruismo de uno de los 25 socios que la entidad tiene en Tarragona. Este afiliado cedió el antiguo pub, que estaba en muy mal estado, y durante cinco meses Cao de Benós y los suyos han estado trabajando para adecentar el local. “Me he convertido en fontanero porque estaba casi todo destrozado”, explica el impulsor de la sede. El representante de Corea del Norte afirma que sólo ha invertido de su bolsillo unos 3.500 euros. El resto ha ido a cargo de su trabajo y del resto de socios. “Antes nos reuníamos en mi pequeña oficina de 10 metros”, prosigue. “Ahora por fin tenemos un espacio en condiciones para dar información, pasar documentales y compartir nuestro interés por el país”.

El local es una mezcla entre club de amigos y oficina personal de Cao de Benós. Este tarraconense se gana la vida ejerciendo de intermediario con empresarios que quieren invertir en Corea del Norte y ahora recibe a sus clientes en la sede. “Mejor que quedar siempre en hoteles”, opina. Cao de Benós dispone de su mesa personal con sus tarjetas y en una vitrina se amontonan sus recuerdos particulares. Incluso figura su diploma de agente comercial entre placas conmemorativas y fotografías de sus visitas a Corea del Norte.

350 afiliados en España

¿Quién se afilia a una asociación de amigos del país más hermético del mundo? El impulsor de la sede explica que la mayoría son jóvenes universitarios interesados en el comunismo. “Gente cercana al socialismo que milita o ha militado en partidos de izquierdas en España”, asegura.

Cao de Benós garantiza que nadie paga para ser socio de la entidad y explica que entre los afiliados también hay gente interesada en aspectos históricos o culturales de Corea del Norte. Explica que su asociación es una plataforma para conseguir visitar el país y que él ejerce de intermediario para conseguir descuentos o visitas gratuitas. “Si alguien echa una mano en la organización de una conferencia o hace algo para desarrollar las relaciones de amistad con el régimen, yo interfiero por él”.

Cao de Benós, en su escritorio personal que tiene en la sede Alberto Gamazo

Mientras se desarrolla la entrevista aparece por el local Michelle García, un suizo-español de 50 años que también es socio de la KFA. “Es un buen amigo experto en sistemas criptográficos”, detalla Cao de Benós. Le pregunto a García qué le hace simpatizar con una dictadura como la de Pyongyang. “La situación en Europa ya se ve que no funciona”, responde mientras enseña con orgullo su carnet de socio. “El capitalismo es muy injusto”. Le recuerdo la falta de libertad de prensa, de asociación y de movimientos que hay en su país de referencia. “Si algo funciona es mejor no tocarlo”, contesta.

La KFA tiene unos 350 afiliados en España y cuenta con 7 delegados territoriales en Madrid, Galicia, País Vasco, Andalucía, Valencia, Cataluña y Castilla la Mancha. Según Cao de Benós, la asociación tiene 15.000 socios en 120 países de todo el mundo. “Hemos recibido peticiones de toda España. Gente que quiere venir a Tarragona a aprender más sobre Corea del Norte”.

“Habrá una noticia importante a nivel militar”

Cao de Benós aprovecha el encuentro para comentar la actualidad relacionada con el régimen de Pyongyang. “Antes del 10 de mayo habrá una noticia muy importante a nivel militar”, desvela con cierto halo de misterio. “Será una noticia relacionada con los misiles intercontinentales y las pruebas nucleares”. Según Cao de Benós, después de esta noticia ni Estados Unidos ni ningún otro país “se atreverá a ocupar o atacar Corea del Norte”.

La “noticia importante” tiene que ver con el próximo congreso del partido de los trabajadores, que se celebrará este mayo después de 20 años desde el anterior. “Cuando hay un congreso importante todos aceleramos los trabajos e intentamos colaborar para hacer este evento más grande y glorioso”, comenta. “Nosotros también estamos acelerando las acitvidades y conferencias”.

Le pregunto por Otto Frederick Warmbier, el americano de 21 años condenado a 15 años de trabajos forzados por robar un cartel de propaganda en un hotel. “Es un niñato americano que con su arrogancia pensó que se haría famoso”, responde. “Probablemente estaba a sueldo de los servicios de inteligencia”, añade.

¿No es excesivo 15 años de trabajos forzados por robar un cartel? “Creo que la sentencia ha sido ejemplar para que no se repita nada igual”, responde. “En España no importa que la gente pite himnos, pero en Corea del Norte existe un sentimiento de orgullo nacional y de patria que aquí no entendemos”.

El hombre de Pyongyang en occidente cree que si Estados Unidos “abandona su arrogancia” y pide disculpas por carta, la sentencia se reducirá. “Tenemos ya dos cartas oficiales de disculpas escritas por el Gobierno de Estados Unidos”, afirma satisfecho. “Son las dos únicas que hay en el mundo”.

El espacio está decorado con retratos de miembros de la dinastía Kim Alberto Gamazo