El Partido Popular diseña con cierta cautela la campaña electoral y no por el fondo del mensaje, que está muy claro: "O gobernamos nosotros o Pablo Iglesias". En la sede de Génova están convencidos de que la campaña del miedo funcionará siempre y cuando "no se cometan los mismos errores" que se cometieron en las municipales del 24M y que tuvo consecuencias tan graves como que el PP perdiera por primera vez en más de dos décadas el Gobierno de Madrid.
En la sede nacional del PP tienen muy presente que Esperanza Aguirre no consiguió ser alcaldesa de Madrid precisamente por polarizar tanto la campaña que provocó el efecto contrario, que los madrileños se echaran a la calle y votaran en masa a Manuela Carmena, la candidata de Ahora Madrid. A toro pasado, los expertos en estrategias de campaña de todos los partidos coinciden en un diagnóstico: si la entonces presidenta del PP madrileño se hubiera centrado en criticar los gobiernos del cambio y no en desempolvar el pasado de la actual alcaldesa, Aguirre hubiera sido la sucesora de Ana Botella.
El momento más álgido de la campaña del 24M en Madrid se protagonizó en el plató de Telemadrid. Fue allí cuando Aguirre lanzó a Carmena preguntas de este estilo: “¿Por qué dice usted que los etarras han sufrido mucho?"; "usted liberó a una señora del GRAPO y a un etarra que después dijo que no se arrepentía de sus crímenes"; "usted es un poquito equidistante, aquí todos somos buenos, iguales los verdugos que las víctimas”; "en su lista tiene alguno que incluso es abertzale…".
La candidata del PP pretendió resumir así la trayectoria de Manuela Carmena, con el fin de relacionarla con la banda terrorista. Frente a Aguirre una oponente que no daba crédito a lo que estaba escuchando: "Es de poco rigor intelectual - y yo sé que eres una mujer inteligente-, me da pena que te veas obligada a decir cosas que no son serias sino verdaderas simplezas. Todo el mundo sabe que llevo luchando por la democracia y la libertad toda mi vida”, le espetó la jueza.
Los errores cometidos
Ese episodio, junto con la filtración de la declaración de la renta de Aguirre cuatro días antes de que los madrileños fueran a votar, provocó que la entonces líder del PP madrileño perdiese la Alcaldía de Madrid. Un año después de ver cómo Podemos y el PSOE se unían para echar a los conservadores del Ejecutivo madrileño, en la sede nacional del PP toman nota de los errores cometidos para que la historia no se repita.
Mariano Rajoy quiere hacer una campaña basada en el miedo, pero se ha propuesto no hacer alusiones personales para desgastar al contrincante.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, el líder del PP se limitará a destacar todas las medidas puestas en marcha por su Gobierno y echará por tierra las políticas que han impulsado los gobiernos del cambio. "Pero no va a criticar personalmente a nadie en toda la campaña". Ni a Albert Rivera, el líder de C´s que votó a favor de la investidura de Pedro Sánchez, ni contra el secretario general del PSOE, que durante los cuatro meses que duraron las negociaciones de la anterior legislatura no quiso ni sentarse a hablar con el líder del PP.
Recuperar el voto desencantado
En la sede nacional del PP reconocen que Rajoy podrá equiparar a Ciudadanos con el PSOE, "pero nunca descalificará personalmente a Rivera", como sí hizo el líder socialista con el propio Rajoy en el último cara a cara que tuvieron, cuando le llamó indecente en su propia cara. “Será una campaña en positivo” donde se intentará recuperar el voto del ciudadano desencantado que el 20D no salió a votar.
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