Días finales del curso académico. Los alumnos abandonan en los próximos días las aulas hasta septiembre, pero en sus agendas y libretas, según alerta la Confederación de padres y madres de alumnos, llegarán a casa llenas de deberes para las 11 semanas de verano. Denuncian que sufren “una excesiva” carga de verano para estas fechas, por lo que han preparado una campaña contra este “abuso” y han presentado formalmente al Ministerio de Educación un requerimiento para saber “la obligatoriedad” de estas actividades fuera del horario lectivo.
“Se puede educar de otra manera, se debe educar de otra manera”. Con este lema, que puede sufrir modificaciones porque como reconocen “no dice nada”, la Confederación española de asociaciones de padres y madres de alumnos (CEAPA) lanzará una campaña en redes sociales para concienciar sobre el elevado monto de deberes que los alumnos de Primaria y Secundaria sufren durante las vacaciones.
“Los docentes aluden a que durante las vacaciones que se aproximan hay mucho tiempo por delante y no se puede parar el ritmo”, ha explicado el presidente de CEAPA, Jesús Salido. “Cuando estamos de vacaciones no vamos a la oficina, no nos pasamos por ella para no perder el ritmo. Pues es lo mismo”, ha analizado Salido durante su crítica a las actividades curriculares que están fueran del calendario lectivo y que se ven obligados a realizar los estudiantes.
Desde la Confederación han explicado que la campaña, que se llevará a cabo sobre todo en redes sociales y que contará con lemas que aún no están definidos, o al menos no se han dado a conocer a la prensa, tiene como cuestión de fondo cambiar la una cuestión de fondo, la de aprovechar el supuesto descanso con el que cuenta el alumnado para mandar deberes durante este tiempo.
“Recibimos llamadas durante todo el año, cada vez más, en las que las familias nos narran los problemas que surgen en el hogar derivados de la carga de deberes”, ha revelado Salido.
Paralelamente a esta campaña, CEAPA ha registrado una solicitud de información al Ministerio de Educación sobre la obligatoriedad de realización de actividades curriculares fuera del horario lectivo por parte del alumnado. En ella, hacen referencia a la Convención sobre los Derechos del Niño: “Todo niño tiene derecho a no ser objeto de injerencias en su vida privada, su familia, su domicilio, y a no ser atacado en su honor”.
Le explican al ministro Méndez de Vigo que debido a la “obligatoriedad” de los deberes con efectos negativos en caso de no realizarlos, el alumnado se ve cuestionado y señalado, y por lo tanto “sometido a una presión institucional totalmente innecesaria e inadecuada” presentando en algunos casos síntomas como “insomnio, pesadillas, ansiedad o negativa asistencia a determinadas clases”.
Y concluyen: “Los centros de enseñanza no pueden exigir ninguna tarea más allá del horario escolar y fuera de las horas lectivas, puesta que la competencia que la ley les reconoce respecto al derecho a la educación infantil y juvenil finaliza en el mismo momento en el que se cumple la estancia en el centro educativo”.
Noticias relacionadas
- La ‘hoja de ruta’ del pacto educativo en España
- ¿Pueden sobrevivir los padres a vacaciones de sus hijos cada dos meses?
- Educación exige explicaciones a las CCAA que se saltarán la 'reválida' de Primaria
- La última Selectividad: desde el “adarve” a “jugar al parchís de la existencia sin miedo”
- Así será la educación en 2020: sin pacto, sin calidad y sin dinero
- El PP utiliza la concertada como “cortina de humo” para tapar el fiasco de la Lomce