Al rey le ha dedicado una hora, a Mariano Rajoy unos 50 minutos y a los tres líderes políticos (Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera) apenas 10 minutos: en dos horas y media, Barack Obama ha liquidado este domingo la agenda puramente española de su viaje relámpago a Madrid y Cádiz. El doble de tiempo -dos horas y una comida por la mañana y tres horas por la tarde- ha empleado en saludar (Meet & Greet) a los funcionarios de la embajada de EEUU en España así como al personal militar americano en la base de Rota.

La matanza de Dallas ha sido en parte culpable de las prisas de su viaje dominical, que quedó reducido el viernes de madrugada. No obstante, cuando ha tenido que economizar tiempo, Obama ha marcado sus prioridades en España, donde hacía 15 años no ponía un pie un presidente de EEUU: la base militar de Rota, centinela de Europa por su escudo antimisiles, y los conciudadanos que trabajan con su gran amigo James Costos, embajador en Madrid y pareja del diseñador de la Casa Blanca, Michael Smith.

Así, la mañana política de Obama en Madrid- primero en el Palacio Real y después en La Moncloa- se ha visto interrumpida por el acto con los funcionarios de la embajada en un céntrico hotel cuya puerta fue blindada por una gigantesca carpa que lo separaba del Paseo de la Castellana, cerrado al tráfico. Del mismo modo, los 10 minutos que tenía asignados a cada líder político en Torrejón de Ardoz se han visto transformados en 10 minutos conjuntos porque Obama se ha extendido mucho tiempo- ante un Rajoy algo incómodo- en responder a las preguntas de política interior que la ha planteado la prensa americana en el salón de Tapies de Moncloa.

Barack Obama a su llegada a la Moncloa este domingo. Reuters

AGRADECIMIENTOS POR ROTA

La tensión racial en su país y la polémica con los correos electrónicos de su posible sucesora en la Casa Blanca, Hillary Clinton, han protagonizado el grueso de las palabras de Obama tras el encuentro con Rajoy, ante el cual ha agradecido la “hospitalidad” de España al acoger a la base Rota, que aunque conjunta y en el marco de la OTAN, tiene al personal americano (unas 4.000 personas entre militares y familiares) como protagonista. “A todos los estadounidenses que están aquí: sé que no es fácil estar lejos de casa, pero hacerlo en un sitio así no está mal”, ha dicho Obama a los americanos que le han jaleado en la base. “Los españoles son un poco más educados que nosotros. Nosotros gritamos mucho”, ha llegado a decir el presidente ante el jolgorio.

Rota es la joya de la corona de la seguridad de EEUU y de la OTAN en Europa, el guardián que protege a Occidente de esos 32 países con capacidad para lanzar misiles balísticos. Por eso ha agradecido a los militares allí “su trabajo por una América más segura, una España más segura y un mundo más seguro”. La base gaditana ha sido el motivo principal de la tardía visita de Obama a España, cuando es un “pato cojo” (lame duck) al que apenas le quedan seis meses para abandonar la Casa Blanca. “España es uno de nuestros aliados más cercanos en Europa”, les ha dicho a los centenares de militares y civiles congregados. Rota y también Morón de la Frontera, donde EEUU ha estacionado a más de mil hombres capaces de desplazarse a África para en una operación de dos horas y media rescatar a cualquier ciudadano americano en peligro.

Ha habido rapidez al tramitar la parte española de la visita pero también un claro afecto por el país y por la monarquía. “Compartimos los mismos valores de libertad, Estado de derecho y dignidad de todas las personas”, le dijo al rey, con el que estuvo especialmente cariñoso desde que llegó el sábado por la noche a Torrejón de Ardoz. Rindió homenaje a su padre, el rey Juan Carlos I, que según Obama representa como Felipe VI “la fortaleza y el espíritu de los españoles”.

Felipe VI recibe a Barack Obama en la Zarzuela este domingo. Reuters

JOVEN MOCHILERO

Se mostró humano y cariñoso también al romper el protocolo real para recordar que su primer viaje a España lo hizo con 25 años de mochilero. "La primera vez que vine a España no fue en Air Force One, vine con mochila, era muy joven, caminé mucho y comí barato", le dijo al rey ante la estatua de Santiago Matamoros en el salón de Columnas del Palacio Real, donde Felipe VI actuó de guía al pasar por las tres principales estancias (Comedor Real, salón Gasparini y salón del Trono). El rey le ha agradecido en dos ocasiones que no cancelara el viaje a pesar de las “circunstancias particulares”: 5 muertos y 6 heridos en Dallas. “Me gustaría quedarme más tiempo”, ha dicho Obama.

"Entonces nunca me imaginé que iba a ser recibido por el rey", ha añadido muy sonriente, improvisando después de decir, en spanglish: “Muchas gracias, Your Majesty”. El rey lo ha recibido con un cordón de honor formado por alabarderos a pie de escalera en el patio de la Armería. Obama ha preguntado por la catedral de La Almudena, que está frente a la entrada, y juntos han subido hablando la amplia escalinata hasta el salón de Columnas. Tanto ante el rey como ante Rajoy se ha excusado por lo breve de la visita, y a los dos les dijo que quiere volver como ex presidente. Porque a su mujer, Michelle, y a sus dos hijas les encanta, y por “la comida, la cultura y el buen tiempo”.

El rey, más formal que Obama, ha leído en español un discurso escrito: "Tenemos la firme voluntad de mantener siempre la más estrecha colaboración con EEUU, un país amigo y decisivo en el mundo". Ese ha sido el mayor regalo de España a Obama, además de un Quijote en inglés (Felipe VI y la reina Letizia); un jamón, jamonero y cuchillo para cortar (Rajoy), y el libro Lincoln Brigade sobre los americanos que lucharon contra el fascismo en España (Iglesias). Obama ha regresado a Washington DC a las ocho de la tarde, y el Madrid oficial se ha quedado contento y con foto.

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