Luis Villares (Lugo, 1978) era magistrado en el Tribunal Superior de Justicia de Galicia hace menos de un mes. Ungido por Xosé Manuel Beiras, el patriarca y artífice de la confluencia En Marea, Villares es ahora el encargado de guiar al barco al abordaje de O Hórreo, la sede del Parlamento Gallego. Los últimos meses estuvieron marcados por las contradicciones de Podemos, cuyo rumbo mantuvo hasta el final la incógnita de si irían juntos en la misma nave. Villares reprochó al partido su falta de generosidad. La voluntad de Pablo Iglesias, y no del partido gallego, azotado por los críticos, decidió en el último segundo el destino de Podemos Galicia.
Con todo eso y más tiene que lidiar Luis Villares. Estos días se está recorriendo Galicia de un extremo a otro. La mañana de la entrevista está en Vigo, visitando el hospital Álvaro Cunqueiro, baluarte erigido por Alberto Núñez Feijóo como su gran triunfo sanitario pero cuya gestión provocó el año pasado una manifestación de 200.000 personas en las calles de la ciudad y la destitución de la conselleira de Sanidad. Por esa y otras razones, Villares está convencido de que el tiempo de Feijóo ha terminado. "Hay marea", dice su lema electoral.
Dada la situación del país, las elecciones autonómicas adquieren esta vez una importancia mayor.
Son fundamentales en la medida en que vamos a marcar la derrota definitiva del PP.
¿Habrá coalición con el PSOE en Galicia si el PP no tiene mayoría absoluta?
Garantizamos un gobierno alternativo al PP.
Pero en ese caso sería un gobierno formado por una coalición de innumerables fuerzas políticas.
Yo no veo tantos montones de partidos. Lo que es evidente es que se acabaron las mayorías absolutas. EL PP tiene que pactar con Ciudadanos y los nacionalistas para llegar al Gobierno en España. Eso ya sería un tripartito de investidura. Aquí en Galicia aspiramos a terminar pactando con otra fuerza política mayor. La maldad de las coaliciones está superada por los hechos.
¿Cuándo empieza a interesarle la política?
La política siempre me interesó, en el sentido de que como ciudadano informado te interesa la política, y no pasas de ella porque la política no pasa de uno. Es algo que te obliga siempre a estar pendiente de la ley, por tanto cualquier juez tiene que estar interesado en lo político.
¿Qué tiene la política que no tiene la magistratura?
Yo vi injusticias en mi trabajo que una sentencia no podía remediar. Había actuaciones de la administración pública absolutamente arbitrarias que no solo se arreglaban con una sentencia.
¿Qué aporta un juez a la política?
Un juez aporta a la política un compromiso con la justicia social. Aporta honestidad, en un mundo en el que los caso de corrupción en política fueron muy importantes. La figura del juez es es la figura del anti corrupto. Está visto como la antítesis de la política tradicional en los últimos años.
SOBRE LAS MAREAS
La formación de la candidatura de En Marea fue pura tensión durante semanas. Agrupar dentro de una misma fuerza a tantos socios parece que solo genera problemas y quebraderos de cabeza.
No, en absoluto. Nosotros hemos creado una organización política que responde a las necesidades de Galicia. Hemos hecho confluir a varias organizaciones políticas, a más de cien mareas municipales: todo el mundo está dentro de la marea. Eso nos hace ser más eficaces políticamente. Todos están a título individual y eso nos hace posible la creación de un discurso propio. Además, la candidatura la decide exclusivamente el partido.
Usted fue elegido hace menos de un mes, tras enormes divergencias en la confluencia. ¿Considera que el desconocimiento del votante sobre quién es Luis Villares puede jugar en su contra?
El proceso de elección fue muy positivo y muy bien acogido internamente y externamente. Pude darme a conocer durante el proceso de primarias. El que se me haya escogido dos meses antes de las elecciones no ha sido ningún problema
La posición de Podemos ha sido criticada por muchos dentro de las mareas. ¿La decisión final de Iglesias de ir en la confluencia no va contra ese espíritu colectivo que defienden?
En las mareas todo el mundo está a titulo individual, por lo tanto en la decisión de integrarse no hay ningún tipo de contradicción. Todo el mundo entiende en la política gallega que lo que necesitábamos era un solo partido.
Pero les costó bastante.
No tanto, tan solo doce días. En tiempos históricos no fue un espacio considerable.
Pero las encuestas en intención de voto les dejaban en el barro en Galicia frente a En Marea. En las mareas hay quien lo ve como una decisión utilitarista de Iglesias.
Al final, la gente premia la unidad. Ese premio a la unidad de acción política es algo que todo el mundo entiende que es lo necesario y eso nos beneficia todos por igual.
Beiras calificó a Podemos como una masa de magma en erupción, todavía informe, que tiene que consolidarse y coger forma. Primero hablaron de los de arriba y de los de abajo. Hablaron de la casta, en la que incluían al PSOE. En Galicia dijo que solo iría en coalición y luego rectificó y se metió en la confluencia ¿No es en realidad un partido que ha cambiado de discurso una y otra vez según le convenía?
Fue Podemos quien quiso incluirse en En Marea, y fueron ellos los que han decidido que su trabajo político se enmarcase en el de la marea. Estamos todos en esto porque sabemos que es un proyecto para Galicia de democracia y justicia social. Y esa realidad es nuestra confluencia quien la representa.
FEIJÓO Y GALICIA
Sus críticas a Feijóo siempre han sido muy beligerantes. ¿Qué le incapacita, a su juicio, como presidente de la Xunta?
En primer lugar, que no quiere quedarse en Galicia. Feijóo anunció que se iba hace meses y eso era una noticia que ya sabíamos todos. Estas son unas elecciones para ver quién sucede a Feijóo. Es una gran impostura de su parte mostrarse como presidente porque el no quiere quedarse aquí. Y él lo dijo. Y eso le incapacita para postularse. En segundo lugar, han sido ocho años de absoluta destrucción de lo público en Galicia: ocho años de degradación de los servicios sanitarios, educativos y asistenciales. Disparó los índices de precariedad del servicio. Se dedicó a cerrar escuelas.
¿Cuáles serían sus líneas maestras de gobierno?
Una de ellas tendría que ver con la sanidad pública, en Galicia el derecho a la salud no está garantizado; las listas de espera son interminables. En la educación nos dedicaríamos a prestar servicios educativos de calidad, mientras este señor ha cerrado varias escuelas en el medio rural y ha ahondado en la privatización de la oferta educativa. Feijóo no estuvo a la altura de las necesidades de Galicia. Nosotros revertiremos eso completamente: abriremos escuelas allá donde haya demanda educativa.
Sobre el nacionalismo
¿Luis Villares es nacionalista?
Represento a la confluencia, que es una síntesis de un proyecto nacional para Galicia hasta el punto de que todos reconocemos y afirmamos que Galicia es una nación y que en este momento nuestra nación necesita un buen gobierno que solo lo puede garantizar la marea. Por otra parte, es cierto que en Galicia esa pulsión no trasciende al marco jurídico político. Afirmamos nuestra existencia como nación, y tenemos que dotarla de un buen gobierno.
¿Promovería un referéndum?
No. En Galicia no hay una demanda social, de ningún tipo de referéndum. Entre otras cosas, porque no se exploraron los confines del autogobierno. Lo que la gente quiere en Galicia es que se le solucionen los problemas. Y eso fue algo que Feijóo no hizo en absoluto. Somos conscientes de cual es el clima social, y lo que queremos como proyecto de nación es gobernar bien.
¿Y qué le parece, como juez, que en Cataluña se esté tratando de romper el marco constitucional, es decir, la ley?
Los problemas políticos requieren soluciones políticas. Una constitución no es una Biblia. De la misma forma que se puede reformar el 135 se puede hablar para reformar otras partes de la Constitución.
Beiras lleva décadas predicando en el Parlamento Gallego la legitimidad de Galicia como nación. ¿Por qué nunca ha convencido en Galicia el discurso del nacionalismo?
Porque tal vez era necesario construir un espacio político como el que nosotros estamos construyendo. Un espacio, amplio, inclusivo. El nuestro es un espacio abierto a quien cree en él y a quien no. Consideramos que todos estamos interpelados por esa llamada a entender el país y a gobernar el país. Por eso creemos que nuestro proyecto va a ser hegemónico.
El PP ha gobernado en Galicia con tan solo una interrupción desde 1990. ¿Es Galicia una comunidad tradicionalmente de derechas?
No, no creo que sea más de derechas que ninguna otra parte del estado. Ha gobernado la derecha pero no significa que sea de derechas. Ha habido mucha desunión en las izquierdas, y mucha abstención en ese electorado que ha facilitado que la derecha gobernase. Eso no es solo propio de Galicia. Cuando la izquierda se moviliza y se ilusiona, la derecha no gobierna.
¿Cómo ve Galicia Luis Villares?
Galicia es un proyecto de convivencia formado por una gente maravillosa y gobernado por gente que no ha estado a la altura de lo que este país merecía. Por lo tanto, Galicia para mí es un proyecto de convivencia en clave de justicia social en el que las instituciones han de estar a la altura.
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