A Ransés Pérez Boga le ha tocado poner rostro a las turbulencias en la federación madrileña del PSOE. Independiente e inspector tributario, llegó al Ayuntamiento porque se lo pidió su amigo Antonio Miguel Carmona. Cuando dijo 'sí', un político que viste casi tantas canas como años de parlamento, le previno: “Las discusiones siempre son orgánicas, y no sobre cuestiones de programa”. Este martes lo ha sufrido en carnes. La líder socialista en el Consistorio, Purificación Causapié, le ha apartado de la portavocía de Hacienda.
Las grietas del PSOE hoy tienen pelo castaño, ojos claros y acento gallego. El que fuera presidente de la Asociación Española de Inspectores de Hacienda ha sido apartado “por política”. “Mi amistad con Carmona ha pesado, sería ingenuo decir lo contrario”, empieza.
La influencia de Sánchez
El movimiento orquestado por la Ejecutiva regional es el último episodio de una serie que comenzó con la caída de Tomás Gómez al frente del partido en Madrid y que siguió con el empujón a Carmona para dejar paso a alguien de la confianza de Pedro Sánchez: Purificación Causapié.
Pérez Boga compaginaba sus funciones en el Ayuntamiento con su trabajo como inspector de Hacienda en La Coruña. Su nómina la pagaba la Agencia Tributaria, y no el Consistorio. ¿Por qué le han dicho que le han cesado? “Querían tener una persona con mayor grado de implicación en el Ayuntamiento, pero no tiene sentido. He cumplido con creces. He asistido a todos mis compromisos y he dedicado muchísimas horas desde Galicia. Conviene tener en cuenta que la labor del concejal de Hacienda no es la del de asuntos sociales, no pisa tanto la calle”, relata.
"Mi cese es una decisión política"
¿Por qué cree entonces que le han apartado? “Yo estaba cumpliendo… Pero es que no tiene sentido lo que esgrimen. Me han ofrecido la portavocía adjunta de presupuestos, que requiere una dedicación similar. Por otro lado, han colocado en mi lugar a una persona que no tiene estudios de Economía y Derecho, así que tampoco pueden argumentar motivos de cualificación”.
Habla entonces de una destitución política. “Mi sintonía con Carmona es más que evidente. No sólo coincidimos en lo personal, sino también en lo profesional. Está claro que si él no es santo de devoción para algunos, yo tampoco lo seré. No digo nada secreto, cualquiera puede imaginarlo”.
De Tomás Gómez a Carmona
Enemigos políticos, dimes y diretes, idas y venidas; el PSOE en Madrid, laboratorio y retrato del partido a nivel nacional. “Estamos divididos, no sería realista decir lo contrario. Hay varias personas que no están de acuerdo con la dirección, al igual que ocurre en el ámbito más global”.
Ransés Pérez Boga mira atrás y ve los signos de la disputa interna en el camino a Ferraz. “Lo de Tomás Gómez, y después Carmona, dejó huella. Suscitó una gran tensión política, que todavía no ha desaparecido”.
El concejal socialista ve en la celebración del Congreso Federal la solución para acabar con el esgrima interpartidista: “Lo necesitamos para que todas las facciones discutan abiertamente y entierren el hacha de guerra”.
Pérez Boga vive en un avión. También este martes, el día de su cese como portavoz de Hacienda. Se ha planteado dejarlo, volver a Galicia como las olas al mar, pero ha decidido quedarse a expensas de lo que pueda ocurrir una vez expresadas sus discrepancias: “Soy un funcionario, me gustaría devolver a la sociedad lo que ella me ha dado”.