El Banco de España (BdE) conocía la mala situación económica de Bankia antes de su salida a Bolsa. Así se desprende de los correos electrónicos cruzados entre varios inspectores del órgano regulador, y que han sido entregados al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que investiga la fusión de siete cajas de ahorros para la creación de Bankia, así como su salida a Bolsa, y por lo que están investigados tanto su expresidente, Rodrigo Rato, como todo el consejo de administración de ese momento.
El Banco de España debía controlar la situación de Bankia y aprobar su plan estratégico. Para ello, tuvieron reuniones periódicas con miembros de la entidad, quienes debían facilitar toda la documentación reclamada por los inspectores del órgano supervisor. Sin embargo, en un correo cruzado entre los inspectores del Banco de España José Antonio Casaus y José Antonio Gracia, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, queda patente la falta de transparencia de Bankia.
“José Luis Sánchez (Director de contabilidad y analítica de Caja Madrid desde 2001 y uno de los firmantes de la emisión de preferentes en 2009), medio en broma medio en risa, dice que desde hace 20 años le dijeron que al BdE se le da lo que pida y nada más. Le decimos que eso igual valía hace 20 años pero que desde el enfoque SABER y la matriz de riesgos, nosotros tenemos que valorar, además de riesgo inherente, los controles existentes y el gobierno corporativo, y en este sentido, cuanto menos sepamos sobre los controles que aplican y la información de gestión que manejan, peor valoración tenemos de los controles y del gobierno corporativo y consecuentemente, y cuando las circunstancias lo permitan, más capital se les exigirá”.
Andreu requirió al BdE los correos que se cruzaron entre sus miembros relacionado con toda la operación de salida a Bolsa de Bankia para conocer si el organismo tuvo alguna responsabilidad en esta operación, que no solo llevó al rescate de la entidad, sino el quebranto a 255.000 ahorradores minoritarios.
A los pocos meses de comprar las acciones, estos ahorradores vieron disuelto el valor de su inversión con una reformulación de las cuentas que les habían presentado a través de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por la que 309 millones de euros de beneficio se convirtieron en pérdidas de 2.979 millones de euros y un posterior rescate de la entidad a cuenta del Estado por valor de 22.500 millones de euros.
En la causa, que se encuentra en fase de instrucción, el juez, la Fiscalía Anticorrupción y las acusaciones, representadas entre otras por la Confederación Intersindical de Crédito (CIC), intentan descifrar el papel del Banco de España en la presunta fraudulenta salida a Bolsa de Bankia. El juez sospecha que Rato y su equipo engañaron en los datos. Es más, los peritos judiciales designados por el Banco de España para llevar a cabo la investigación sostuvieron en su informe que la entidad falseó sus cuentas para su salida al parqué.
“Pan para hoy...”
“El folleto de emisión informaba de la existencia en Bankia de unas provisiones de insolvencias para los créditos de 6.913 M, que los peritos judiciales consideramos falsas, al no aparecer en los estados financieros de dicho folleto, los de 31 de marzo de 2011”, señalaban los inspectores del Banco de España en su informe entregado al juez. Según ellos, esta información fraudulenta “se utilizó por Bankia, sus administradores y directivos, como argumento comercial, para transmitir a los potenciales compradores de las acciones una falsa idea de la seguridad de su inversión”.
En este escenario, y para conocer cuáles fueron los movimientos reales del BdE en esta operación, Andreu ya en la fase final de la instrucción ha reclamado los correos electrónicos, que ponen de manifiesto las dudas existentes en el órgano regulador, tal y como adelantó Voz Populi.
En uno de los correos, fechado el 14 de abril de 2011, es decir tres meses antes de la salida a Bolsa, Casaus destaca a Pedro Comín, del área de supervisión del regulador, los puntos más relevantes de una de las reuniones semanales que mantenían: “Con los datos preliminares de marzo 2011, la generación recurrente de resultados del grupo Bankia sigue muy débil, aspecto especialmente grave en un contexto de costes financieros crecientes (por las dudas del mercado ante el peso de su deuda y por las políticas del pan para hoy y hambre para mañana)”.
“Las cosas no van”
Tan sólo 13 días antes de la salida a Bolsa, los inspectores alertaba que “las cosas no van como les gustaría”. En un correo electrónico entre Casaus y Mariano Herrera, también de la Inspección del BdE, el primero le alerta de una noticia publicada en el diario Expansión titulada “Bankia prevé cubrir mañana el tramo minorista de la OPS”. Le llama la atención el titular, dado que la información que disponen ellos es la contraria.
Así, Casaus pone en conocimiento a Herrera que la directora general adjunta de Comunicación de Bankia, Pilar Trucios, y una de las tres personas de confianza de Rato, había sido anteriormente subdirectora de este medio de comunicación. “No son nuestras sensaciones: pensamos que la demanda minorista va algo por debajo de las previsiones”, recoge el correo electrónico.
El día anterior, Bankia había aprobado un plan de incentivos específico para la red de oficinas por la colocación de acciones de la OPS, que consistía en incrementar el bonus de 2011 en un 20% si cumplían los objetivos de la salida a Bolsa. “Si en el ecuador del plazo marcado para recibir órdenes minoritas, Bankia aprueba un plan de incentivos, inferimos que las cosas no van como les gustaría”, señala Casaus.