La Latina, Malasaña, Sol, discotecas, after hours. Ruido. Esa canción que se filtra por la ventana y te despierta en mitad de la noche. Esos tipos que descubren un garito que abre cuando ya han cerrado los bares y que está justo debajo de tu casa. Manuela Carmena, en colaboración con la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos y la Plataforma de Asociaciones por el Ocio y la Hostelería, ha tenido una idea: ¿por qué no armar un plan de insonorización de viviendas en las zonas de marcha?
El proyecto, de momento sólo un boceto a lápiz sin cifras ni plazos, forma parte de la carta ciudadana que ha acordado el Consistorio con estas plataformas; un consenso que llevaba buscándose sin éxito durante trece años.
En esta declaración de intenciones, además de la posibilidad de insonorizar, también se contempla elaborar un proyecto de movilidad específico para las zonas de ocio nocturno.
Entre vecinos y hosteleros
Ahora Madrid ha prometido que el acuerdo supondrá, entre otras cosas, "mejorar los procedimientos para cumplir la normativa vigente", "impulsar un modelo de buenas practicas" y procurar "el proceso de ordenación del ocio y la vida nocturna".
En un debate tan amplio como es el ocio, la presentación ha quedado centrada en el que tiene lugar por la noche, ese que suscita las quejas de tantos vecinos y su enfrentamiento con los hosteleros.
El remedio de Carmena
Pero, ¿qué quiere hacer Carmena exactamente? ¿Cómo podría facilitar la insonorización de las viviendas? En conversación con este periódico, un portavoz de la mesa relata que las líneas generales serían "mucho más fáciles de lo que pueda parecer".
"En contaminación acústica, Madrid va muy por detrás del resto de capitales europeas", advierte. Pero, ¿cuál es la solución que se plantea? "El mero estudio de las ventanas y las rendijas de los edificios situados en estas zonas podría revelarnos bastantes cosas. En muchos sitios se filtra una barbaridad de ruido cuando las ventanas no son las adecuadas".
Este portavoz asegura que el proyecto se estudiará en la mesa del ocio y que, en última instancia, sería el Ayuntamiento quien tendría que sufragar estas ayudas.