El caso Espinar ha entrado en tropel, como un elefante. Los candidatos a la secretaría general de Podemos en Madrid trabajan desde este miércoles con un protagonista omnipresente en los distintos escenarios de campaña. Tiene forma de piso protegido de sesenta metros cuadrados en Alcobendas. El senador lo vendió en 2010 sin haberlo llegado a ocupar, obteniendo un beneficio de 19.000 euros.
A partir de ahí, todo son explicaciones. Espinar dio una rueda de prensa en la que se confesó dolido, negó la especulación, pero admitió la plusvalía y el lucro. "Hombre, también podría haberlo regalado", dijo irónico un día después tras reconocer que se ajustó al importe máximo permitido por la Comunidad de Madrid -la Administración debe dar el visto bueno cuando se trata de viviendas protegidas-.
Al llegar a la librería que acogía la presentación de sus listas, una maraña de micrófonos le cercó antes de que pudiera franquear la puerta. Más preguntas sobre el piso. Pero el caso Espinar no sólo afecta al proyecto 'pablista'. En todas las ruedas de prensa de Rita Maestre, su rival en las primarias, celebradas esta semana, la primera pregunta ha tenido que ver con el piso de Alcobendas.
En Podemos se agarran a la "máquina del fango", que quiere dar un "golpe de régimen igual que hizo con el PSOE". Pero, ¿cómo afectará la información publicada a este proceso electoral que terminará el 9 de noviembre?
"No sabemos qué va a pasar"
En filas 'errejonistas' aseguran que la filtración no ha salido de su candidatura -Espinar ha dicho fiarse- y se refieren al caso en un sentido global: "Esto hace daño a Podemos en su conjunto y puede reducir la movilización, con la consiguiente pérdida de votos".
Espinar, preguntado directamente, dice: "Es difícil hablar de algo así con perspectiva cuando estás en el ojo del huracán. No tengo ni idea de qué va a pasar".
La irrupción de Monedero
Juan Carlos Monedero, padre e icono de la fundación, se quitó la vitola de independiente en este proceso el pasado fin de semana. Entró de lleno en campaña. Participó en la presentación de la alianza entre 'pablistas' y 'anticapitalistas'. Subido al 'escenario', exclamó: "¡Madrid va a ser la tumba del neoliberalismo!".
Su cercanía con el proyecto afín al secretario general se ha incrementado a partir de las informaciones publicadas acerca de Espinar. El profesor de políticas, cabreado, ha hablado de "cacería" y acusa al poder económico y mediático de querer "influir" en las primarias. Sin remilgos, disparó su crítica a Juan Luis Cebrián, presidente del grupo Prisa: "Tras votar en el PSOE, quiere hacerlo en Podemos".
El camino fue arduo para Espinar antes de que se conociera la compra-venta del piso. La candidatura de Maestre arrasó en la votación por documentos. Ahora, el apoyo explícito de Monedero pretende aupar su figura de cara a la última votación, que decidirá la secretaría general.
Los rostros de Maestre
Monedero es el contrapeso frente a la candidatura de Maestre que, pese a no ser afín a la Organización, cuenta con más proyección mediática. Para su asalto a la cima madrileña se ha rodeado del portavoz de la Asamblea de Madrid, José Manuel López; la diputada Tania Sánchez; y el responsable de redes sociales del partido, Eduardo Rubiño.
Televisivos todos ellos, cuentan con mayor proyección que quienes completan las listas de Espinar, que ha buscado en Juan Carlos Monedero la influencia que dan las fotos y los titulares. Sabiendo que esta sería una de las armas de Maestre, criticó nada más comenzar la campaña: "Han corrido a poner la cara".
El acuerdo con los anticapitalistas
En uno y otro lado de la contienda sabían de lo ajustado del proceso antes de empezar. La corriente anticapitalista iba por libre y Espinar, por su cercanía ideológica, sabía que podrían restarle votos.
Por miedo a la dispersión, empezaron las negociaciones y la oposición frontal al proyecto 'errejonista'. Una semana antes de la primera fase de la votación, el senador de Podemos pactó unir su proyecto al de 'anticapis' con el objetivo de dejar a Maestre fuera de la carrera.
El apoyo de los anticapitalistas no es desdeñable, teniendo en cuenta que su actual cabeza visible, Miguel Urbán, a punto estuvo de hacerse con la secretaría general madrileña en el último proceso, cuando perdió por la mínima ante Luis Alegre, entonces próximo a Pablo Iglesias.
En contra de lo previsible, Maestre se hizo con la victoria en nueve de los 10 documentos votados; eso sí, cosechando la derrota en el de carácter matriz, lo que permitió a Iglesias y Espinar calificar de "ajustado" el proceso.
¿Qué pasa con el PSOE?
El enfrentamiento, por lo menos en público, entre Maestre y Espinar es un decir sin decir, una contraposición descafeinada de propuestas; salvo cuando se mete el PSOE de por medio.
La relación que debe mantener Podemos con los socialistas abre un abismo entre los dos proyectos. Espinar apuesta por rechazar de antemano la formación de un gobierno mixto y, en cambio, Maestre pide establecer "una relación laica" y decidir en función de las circunstancias. Así lo hace ella en el Ayuntamiento de Madrid, donde acuerda con el PSOE casi todas las semanas.
Las primarias madrileñas son, por tanto, una prueba para la militancia de la formación de los círculos que, con su voto, responderá a una de las eternas preguntas: ¿cómo debe relacionarse Podemos con Ferraz?
¿Pablismo o errejonismo?
En sendas entrevistas con este periódico, Maestre y Espinar negaron la existencia de estas etiquetas. Se negaron a aceptarlas porque lo contrario sería "caricaturizar el debate".
Pero la realidad, incluso siendo intermedia, ha dejado traslucir en campaña la proximidad de uno y otro líder a las candidaturas. Cuando Espinar dijo sentirse arropado tras conocerse la información de su piso, mencionó a varios compañeros próximos al secretario general. Le preguntaron si también se vio apoyado por el resto. Contestó: "Sí, pero hay distintos grados de arrope".
El propio Pablo Iglesias criticó a Maestre y Sánchez cuando anunciaron su paso adelante y, tras señalar a Espinar, concluyó: "Habrá candidaturas mejores". Con estas palabras ponía encima de la mesa una premisa: esta disputa va más allá de Madrid.
El sistema de votación
El método para repartir los puestos en el consejo ciudadano madrileño una vez concluidas las votaciones ha sido uno de los ejes de la campaña. Los anticapitalistas apostaron por un sistema 'borda', una especie de reparto "tipo Eurovision", que garantiza una mayor representatividad.
Tras las negociaciones, el resto de candidaturas se unieron a la propuesta, incluida la de Maestre. Pero a pesar del consenso y la consiguiente victoria en la votación, la comisión estatal de garantías anunció que no permitiría su aplicación. De este modo, un sistema mayoritario determinará el reparto y hará más difícil que el secretario general cohabite en el consejo con un gran número de contrarios.
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