Colombia se enfrenta ante el reflejo de su historia reciente, con cincuenta años de conflicto que dividen el país en dos. El plebiscito sobre el primer acuerdo entre Gobierno y las FARC dibujó un escenario que se encontró con el rechazo de los votantes. Ahora, unos y otros han anunciado un nuevo acuerdo que, con algunos matices respecto al anterior, sostiene una premisa fundamental: el desarme de la guerrilla. La comunidad internacional es testigo del episodio y la ONU aspira a que el proceso cumpla con los puntos acordados. Esa será la misión del equipo de observadores -en el que se integran 14 militares españoles- que se desplegará en el país al menos durante un año.
Cuando Colombia anunció la celebración de un referéndum sobre el acuerdo de paz, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas arrancó el procedimiento para verificar los puntos corroborados en el acuerdo. En una primera fase se estableció la sede en la que los observadores internacionales desempeñarán su trabajo en Bogotá, así como la de otros ocho centros regionales.
Ahora se afronta el segundo estadio del proceso delineado por la ONU, en el que 68 expertos se desplegarán en Colombia para estudiar los avances del proceso y unirse al equipo ya establecido en el país gobernado por Juan Manuel Santos. Entre esos 68 observadores figuran 14 militares españoles, que esta semana comenzarán a desempeñar las funciones descritas por el Department of Political Affairs (DPA) de las Naciones Unidas. Irán vestidos de civil y no llevarán armas. La misión tiene una duración prevista de un año, aunque podría extenderse.
En el cuartel general de Bogotá
La ONU describe el compromiso descrito con las autoridades locales: "Los partidos [colombianos] reiteraron que el Mecanismo de Monitorización y Verificación sea responsable de que las partes cumplan con el protocolo definido". Este protocolo aspira a prevenir cualquier incidente en la implementación de las reglas de la tregua definitiva y el fin de las hostilidades".
El Estado Mayor de la Defensa (EMAD) detalla la misión que seguirán los 14 efectivos de las Fuerzas Armadas desplegados en Colombia: "A partir del 15 de noviembre comenzará el despliegue de los observadores españoles en el Cuartel General en Bogotá y como observadores encuadrados en equipos locales (Team Sites). Una vez lleguen a Bogotá, tendrán un periodo de adiestramiento para la realización de los cometidos previo a su despliegue en las áreas de verificación".
Las incertidumbres
Más allá de las claves del proceso acordado entre Gobierno y las FARC, las dudas se centran en si se celebrará un nuevo referéndum en el que se someta a votación el último acuerdo de paz firmado. "Los resultados del plebiscito del 2 de octubre no deberían dividir a los millones de colombianos que aspiran a vivir en un país en paz", señaló el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.
El nuevo acuerdo se basa en una lista de 56 puntos sobre los que Gobierno y las FARC lograron ponerse de acuerdo. El único aspecto en el que no lograron entenderse fue "que los jefes guerrilleros no pudieran ser elegidos". Del mismo modo, uno de los puntos clave era el modo en el que se compensaría a las víctimas de las FARC: "En el nuevo acuerdo, las FARC tendrán que declarar y entregar todos sus bienes, so pena de perder los beneficios, y se usarán para reparar a las víctimas", señaló el presidente Juan Manuel Santos sobre el acuerdo firmado por el jefe negociador del Gobierno, Humberto de la Calle, y el de la guerrilla, Iván Márquez.