"El lunes cojo mi coche para recorrer de nuevo todos los rincones de España y escuchar". Es 29 de octubre y Pedro Sánchez anuncia que renuncia emocionado a su acta de diputado para no tener que incumplir las órdenes del partido ni abstenerse para facilitar la investidura de Mariano Rajoy. La referencia era un guiño a los militantes que apoyaron su campaña a las primarias del PSOE, a los que visitaba en su Peugeot 407 bajo con el lema "El socialismo que une". Pero al lunes siguiente del anuncio de su nueva ruta, su coche permaneció en el garaje. Y al siguiente. Y al siguiente.
El exsecretario general del PSOE está prácticamente desaparecido. Su presencia pública se ha limitado a 16 tuits, que incluyen algún comentario sobre el PSC y el nuevo Ejecutivo de Rajoy o los pésames por la muerte del cantante Leonard Cohen y el dramaturgo Francisco Nieva, entre otros. Sólo ha habido dos excepciones a un mutismo que no inquieta a los suyos: la entrevista concedida a La Sexta, que soliviantó a algunos sectores de su partido y su viaje de tres días a EEUU (lunes incluido) para seguir las elecciones estadounidenses.
¿Dónde está Pedro Sánchez? "Trabajando, claro", explica uno de sus más estrechos colaboradores. "Pedro ha dicho que recorrerá España y lo hará. No tardará", promete. Miembros de su antiguo equipo que siguen siendo leales tras su caída como líder del PSOE aseguran que Sánchez está haciendo múltiples llamadas a dirigentes de toda España para sondear los apoyos que le quedan de cara a una nueva carrera por el liderazgo del PSOE. "Nosotros no nos vamos a ninguna parte, por más que se empeñen. Y quien crea que el enfado de las bases se enfriará con el tiempo, no conoce este partido", explican.
Sin embargo, desde los sectores que controlan ahora el PSOE se argumenta que el silencio de Sánchez tiene una razón muy clara: "Su entrevista con [Jordi] Évole no le gustó ni a los suyos, que ya le están empezando a abandonar", explica un dirigente cercano a la gestora. Los motivos son, sobre todo, su definición de España como "nación de naciones", su acercamiento a Podemos, su rechazo a la prohibición impuesta en diciembre para que no pudiera pactar con independentistas y el ataque a medios de comunicación y poderes financieros, a los que acusó de conspirar contra él.
Sus posibles apoyos perdidos
Miquel Iceta, líder del PSC y uno de sus principales valedores, está ahora centrado en salvar la relación de su partido con el PSOE, del que es jurídica y organizativamente independiente, pero no viceversa. El diputado Patxi López ha sido ya propulsado como una posibilidad para el liderazgo del PSOE por el que se espera que pugne la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.
Incluso alguno de sus apoyos durante este tiempo, como el alcalde de Valladolid, Óscar Puente, no ve un gran sentido a la ruta del PSOE anunciada por Sánchez. "La idea del viaje no me entusiasma, francamente. No me gustan los planteamientos personalistas. El Partido Socialista tiene que plantearse qué hacer, cómo y cuándo. El quién me interesa menos, que es por donde ha empezado Pedro", dijo este fin de semana en una entrevista con el Diario de Valladolid.
Parece que la posible vuelta de Sánchez al liderazgo del PSOE pierde posibilidades cada día, pero dirigentes de su entorno lo niegan. "Queremos que se queme la Gestora", explican fuentes cercanas a Sánchez. "Y esta semana han dado muestra de cómo tienen secuestrado el partido. Javier [Fernández, el presidente de la Gestora] se reunió con Miquel Iceta para hablar de las relaciones entre el PSOE y el PSC y no es que hubiese reunido a los barones. ¡Ni siquiera convocó para preparar la reunión a la Gestora, a su propio equipo, que se enteró por la prensa! Si Pedro llega a plantear cambios en la relación con el PSC sin convocar a nadie, no pararían de dar ruedas de prensa en contra", lamentan.
La cuota de poder de Patxi López
Sánchez cree que es demasiado pronto para desplegar una agenda atestada de actos, como ha hecho durante las campañas electorales en un alarde de resistencia. Su primer mitin no tardará, según su entorno, pero no quiere exponerse demasiado a costa de erosionarse más antes de tiempo. "Tenemos que ser cautos", explica un parlamentario que le apoya. "Sin saber cuándo es el congreso, todo movimiento en vano puede volvérsenos en contra. Pero si lo que quieren es que no dé la batalla, que pierdan toda esperanza", explica.
Según fuentes del nuevo equipo del PSOE, Óscar López y César Luena no creen que Sánchez deba presentarse de nuevo y que Patxi López, o más bien dirigentes de su entorno, están sondeando la posibilidad de presentarse para pactar una cuota de poder llegado el momento. Tanto la presidenta andaluza como Javier Fernández paladean la posibilidad de que tras "coser" el partido (la expresión de moda en el PSOE), tenga unas costuras tan fuertes que el congreso del PSOE sea de unidad, es decir, con un solo candidato. Pero para eso falta tiempo y Sánchez aún no ha cogido su coche.
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