Ha sido en la Avenida de América, en el edificio de la Unión General de Trabajadores. El PSOE madrileño celebraba su comité regional desde las diez de la mañana. Algunos hablaban de “metástasis”, por la división entre susanistas y sanchistas, que también se traslada a la Asamblea y el Ayuntamiento. Faltaba casi un 45% de la membresía.
En un arduo debate sobre el informe de gestión, tomó la palabra Ramón Silva, concejal en el Consistorio y secretario general del distrito de Hortaleza. Sin remilgos, se refirió a la batalla por el liderazgo del partido, que agrieta a la federación madrileña. Fueron unos tres minutos. Tiró de eslóganes. Al pronunciar el enarbolado por Susana Díaz, ceceó: “Queremos un PEZOE ganadó”.
Sus palabras exaltaron a varios de los presentes, en especial a los afines a la presidenta de Andalucía. Casualidad, el siguiente en tomar la palabra en el estrado era Antonio Miguel Carmona, también concejal y hombre de confianza de Díaz en Madrid. Cargó contra Silva y lamentó la falta de respeto entre socialistas. Más tarde, ya fuera del comité, varios miembros del PSOE madrileño tacharon la expresión de su compañero de “indignante”, “machista” y “xenófoba”.
Pocos minutos después de fingir el acento andaluz, Silva se dio cuenta de su error y pidió disculpas, tanto en Twitter como a los compañeros afines a esta corriente. “De verdad, no quería generar disputas. No lo he hecho con esa intención. Como he visto que así se ha entendido, he pedido disculpas inmediatamente”, relata Ramón Silva en conversación con EL ESPAÑOL.
Silva reitera que sus palabras se han sacado de contexto y que se les ha buscado un sentido que no tenían. Apunta a “una filtración interesada a los medios”.
Una vez más, la federación madrileña socialista ha prendido en llamas cuando tocaba hablar de unidad. El grupo municipal socialista, encabezado por Purificación Causapié, se mantuvo fiel a Pedro Sánchez hasta el final. Carmona, apartado por el exsecretario general, siempre se ha confesado muy próximo a Díaz. Sara Hernández, líder en la Comunidad de Madrid, también apoyó a Sánchez, aunque todavía no ha mostrado sus cartas en la batalla que se avecina; lo que está claro es que no apoyará a la presidenta de Andalucía.
En este contexto, las palabras del concejal Ramón Silva han avivado las grietas del PSOE, un partido que adopta distintas actitudes en función de cada región, a pesar de los esfuerzos de la gestora por dotar a la organización de un discurso unitario.
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