Lejos de desaparecer, aumenta la fuerte tensión entre la dirección nacional de Podemos y la dirección de Podem, sucursal del partido morado en Cataluña. El desagrado mutuo se agranda al mismo ritmo que crece la distancia entre los postulados de Pablo Iglesias y los de Albano Dante Fachín. Ahora mismo, el plan del secretario general de Podemos pasa por la celebración de una Asamblea Ciudadana en Cataluña donde las bases derriben al líder regional.
Se quiera o no reconocer, Dante Fachín se ha convertido en un obstáculo para la estrategia política de Podemos en Cataluña. Lo que parecían diferencias de criterio quizás salvables están mutando en insalvables. La principal discrepancia es que Iglesias y los suyos sí quieren integrarse en Catalunya en Comú, la formación que comandan Ada Colau y Xavi Domènech. Además, la actitud ante el referéndum independentista del 1 de octubre también enfrenta a las direcciones nacional y catalana. En esa tesitura, la tensión está creciendo en los últimos días.
Los precedentes
Las relaciones entre los comunes y Dante Fachín ya eran malas desde hace tiempo, pero se han deteriorado sobremanera en los últimos meses. El líder de Podem convocó en marzo una consulta a sus bases para que decidieran sobre si sumarse o no al nuevo partido de Colau. La pregunta a los inscritos fue si aprobarían confluir con los comunes si se daban tres condiciones concretas. Las bases dijeron sí a la confluencia. Pero después el secretario general autonómico reinterpretó el mandato de los inscritos al afirmar que "no se dan las condiciones" para el acuerdo. Justo lo contrario a lo que deseaban entonces y desean ahora Iglesias y sus más estrechos colaboradores.
En la dirección de Podemos creían que con el tiempo se podrían recomponer los puentes con los comunes. Pero Dante Fachín se ha enrocado en sus tesis, hasta el punto de que su vinculación con Colau y los suyos es casi inexistente. Esto ha generado, además, una fuerte contestación interna en los círculos.
El desaguisado se avivó recientemente a cuenta del referéndum del 1-O. Iglesias llamó en primer lugar a no tomar parte en la consulta. Dante Fachín apostó por participar, aunque sea para votar que "no". La tensión iba en aumento y finalmente la dirección -por boca del secretario de Organización, Pablo Echenique- pidió en público al barón autonómico que consultase a las bases sobre las dos cuestiones: la relación con los comunes y la actitud ante el 1-O.
Los últimos movimientos
Hace unos días los propios Iglesias y Echenique movieron ficha para desbloquear la situación. Mantuvieron un encuentro con Dante Fachín en el que le pidieron que convoque una Asamblea Ciudadana de Podemos Cataluña. Esa idea tiene un objetivo claro: los inscritos podrían derribar al líder autonómico. Y, así, Podem iniciaría el camino estratégico que desean Iglesias y los suyos.
Sin embargo, Dante Fachín no se arredra. Ha cedido para convocar otras dos consultas telemáticas a las bases sobre los comunes y sobre el 1-O, sí, pero no piensa convocar una Asamblea Ciudadana que podría costarle el puesto. Por ahora, está previsto que los inscritos voten entre los días 7 y 11 de septiembre -en plena Diada- sobre qué debe hacer Podem el 1-O; después, en la segunda quincena de octubre las bases se pronunciarán sobre la relación con Colau y los suyos.
Todos contra Dante Fachín
Para Iglesias y el resto de la dirección nacional, este gesto de convocar dos consultas por internet no es suficiente. Siguen creyendo que la mejor manera de que Dante Fachín se examine ante las bases es mediante una Asamblea Ciudadana. Así lo dijo este lunes, sin ir más lejos, el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil de Podemos, Rafael Mayoral, del núcleo duro del secretario general.
La presión contra Dante Fachín es máxima. Cada vez tiene a más gente de Podemos en contra, no solo a la dirección nacional. Algo que se ha visto en los últimos días. Juan Carlos Monedero entró en escena el pasado fin de semana reclamando al secretario general de Podem una Asamblea Ciudadana. Hasta 27 círculos de Cataluña reclamaban un cambio al político catalán.
La respuesta de Dante Fachín fue emitir un comunicado criticando las "injerencias" y el "centralismo" de Iglesias. El lunes Echenique negó injerencia alguna de la dirección nacional -"son recomendaciones"- y dijo que el mejor camino es el de la Asamblea Ciudadana. Y, como colofón, Marc Bartomeu, secretario general de Podemos Barcelona e íntimo de Íñigo Errejón, anunció la disolución del Consejo Ciudadano municipal y la consiguiente convocatoria de elecciones para la segunda semana de octubre. Marcaba así el camino a un Dante Fachín que ha puesto de acuerdo a pablistas, errejonistas y comunes y que cada vez está más solo.
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